La Galería de Arte del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), localizada en el edificio Carlos E. Chardón, inauguró sus funciones con la exhibición de arte Working on Found Objects, por los estudiantes del Recinto, quienes presentaron sus trabajos, resultado de un taller que se ofreció el semestre pasado. La exposición constó de 13 obras, en las cuales predominaron los temas relacionados con la ecología, la sexualidad y la sensualidad, la religión, el consumismo, la tecnología y la crítica social, bajo una visión de compromiso con la humanidad. En los trabajos predominaron las explosiones de pintura y colores brillantes unidos a todo tipo de materiales, desde clavos, tablillas de auto, cámaras de seguridad, botellas de agua, alambres, guitarras, papel y hasta equipo electrónico. El estilo de cada artista mostró sus inquietudes individuales, aunque éstas estuvieron conectadas por el medio. El numeroso público asistente se mostró atraído por las obras, fascinado por como los estudiantes habían expuesto los temas con unos materiales tan extraordinarios como los desechados. Según la profesora Sandra Aponte, catedrática de Historia del arte, las obras son excelentes, novedosas e individuales. “Primero, por la creatividad de los estudiantes al lograr crear una obra compleja con materiales encontrados; segundo, por el contenido de la obra y su carga plástica; y por el desarrollo y la profundidad conceptual de la obra”. Añadió que el montaje le permite al espectador recibir una experiencia única y memorable al salir de la sala lo que consigue impresionar al público. La exposición fue el resultado de un taller en que los estudiantes debían crear sus obras mediante el uso de material desechado. A su vez, el taller surgió como parte de un intercambio de profesores entre la Universidad de Delaware, y el RUM en el que se dispuso que el artista y profesor Lance Winn compartiera sus conocimientos en el uso de materiales encontrados para crear obras de arte que reflejaran carácter social.
Como parte del taller, los estudiantes tuvieron que recolectar materiales en basureros y hasta en sitios abandonados para traerlos al salón de clase y convertirlos en arte. Dana Livingston Collins, directora del Departamento de Humanidades, quien estuvo en el taller desde el primer día, comentó como al principio, los objetos se veían feos, pero la transformación se notó paulatinamente. Afirmó que las cosas encontradas -la basura y lo feo- se convertía en objetos artísticos interesantes, llamativos y comunicativos, de forma que pudieran ser apreciados por el público, causando que la gente piense y medite sobre los asuntos ecológicos. Por su parte, Alfredo Ortiz, profesor de arte, sostuvo que con estos trabajos se demostró la sinceridad y la inquietud personal de parte de los estudiantes. “Durante ese proceso en el taller, los estudiantes trabajaron en grupo. Había mucha colaboración unos con los otros. Sólo se separaban en concepto y en estilo, pero manteniendo la línea de usar objetos encontrados. Esta experiencia marcó a los estudiantes y se refrescaron las ideas”, afirmó Ortiz. Para los participantes del taller fue excelente recibir esta nueva experiencia sobre el arte de materiales desechados. De acuerdo con Brigert Arce, estudiante de Artes plásticas, el taller fue muy interesante porque “nos permitió ver que, aunque el ser humano crea que el mundo le pertenece, la Tierra está poco a poco dando claves de que exige su lugar y de que se le respete”. Mientras, Sebastian Montagu Nadatt, estudiante de Teoría del arte y del Certificado de cine, precisó que la experiencia fue bastante buena porque aprendió a hacer obras de arte con materiales que son accesibles al artista y a cualquier persona que desee hacer arte. La exposición Working on Found Objects permanecerá abierta al publico hasta el 11 de septiembre. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.uprm.edu/news/articles/as2009123.html