Mi suegro no puede regresar de Escocia. El vecino de mi suegra se fue a darle pon hasta Estocolmo a sus amigos finlandeses. Mi cuñada no puede regresar a Francia tras sus vacaciones. Mi cuñado no se puede ir de vacaciones a ninguna parte. Hasta el cumpleaños de la reina estuvo escaso de huéspedes de renombre. Pero si te quedas aquí abajo, lejos de los 10 kilometros de altura donde las cenizas están, no se nota nada. La primavera sigue brillante, el sol insistente, los pájaros revueltos, las florecillas saliendo por ráfagas, los capullos de los árboles a punto de estallar, todo iluminado, todo en pleno lucimiento.. En los periódicos, humildad. Una especie de peo planetario impone su escala, y enfrenta a nuestra especie (al menos a los euro-peos) con lo alterable de nuestros mundos y lo inalterable de nuestra pequeñez. Al menos este peo no le ha causado la muerte directa a nadie. Malo cuando los megapeos sean directamente causados por nosotros, y nos infligan a nosotros (y a todo lo demás) no sólo la humildad, sino una muerte humanamente procurada. *El autor es escritor y reside en Dinamarca. Visite su blog: http://eldiariodanes.blogspot.com/