La crisis económica actual ha tenido consecuencias para las universidades a través
del mundo. No hay duda que la Universidad de Puerto Rico (UPR) se enfrenta a una
situación sumamente compleja, quizás la más difícil en varias décadas.
Por un lado es necesario que el estado reevalúe las medidas que ha tomado y que
debilitan a la Universidad, como la Ley 7 que reduce en forma drástica los ingresos de
la UPR. Tenemos que trabajar para que se enmiende esta Ley. En situaciones parecidas,
diversas universidades a través del mundo han buscado el apoyo de los ciudadanos para
conseguir que se rectifiquen los cortes excesivos. Estas universidades han educado a
la ciudadanía sobre las aportaciones de su universidad al bienestar del país, a la vez
que explican cómo en estos tiempos difíciles aportar a la universidad es una inversión
de futuro. Han promovido también procesos de presión por parte de los ciudadanos a
sus legisladores para que se aumente el presupuesto a la universidad (vean por ejemplo
los trabajos del movimiento de Save the University de la Universidad de California en
Berkeley y los de la ciudad de Lubeck en Alemania).
Junto a las iniciativas para que el Estado revise la distribución de recursos a la
Universidad, es necesario que como Universidad trabajemos en medidas de economía
estratégicas y en formas de aumentar y diversificar las fuentes de ingreso, ya que la
reducción de fondos del Estado no se debe solamente a la Ley 7, sino a una contracción
en la economía que ha reducido los recaudos del fondo general. Se proyecta que este
estancamiento de la economía, con cambio negativo se extenderá por algunos años.
Ante esta situación la UPR tiene que mirar hacia adentro y tomar medidas que
conduzcan a la excelencia en un marco de eficiencia fiscal. Medidas que no pueden
aplicarse, como tradicionalmente hemos hecho, de manera uniforme. Hay programas
e iniciativas que hay que fortalecer mientras otras que hay que reducir. Un enfoque
uniforme limita las posibilidades de aportación de la Universidad en áreas puntales
para el futuro. Al hacer los recortes es preciso trabajar en forma estratégica. Para esto
es necesario asignar prioridades dentro del plan de la UPR a la luz de sus fortalezas y
debilidades. Fortalecer áreas estratégicas que nos encaminen hacia el futuro, rompiendo
esquemas y concepciones que se han aceptado por años y es preciso revisar.
Necesitamos hacernos preguntas difíciles y analizarlas pensando en el bienestar
de la Universidad y no en la de mi gremio. Por ejemplo, en cuanto a la naturaleza del
sistema UPR, ¿debe cada recinto tener un papel que lo distinga de los demás? ¿Qué tipo
de colaboración debe existir entre los recintos? ¿Deben aumentarse los grados conjuntos,
la posibilidad de tomar cursos en diversos recintos? ¿Se debe promover la consolidación
de programas similares? ¿Hay programas que han perdido su pertinencia? ¿Hay áreas que
no están siendo atendidas? ¿Cuáles deben ser las prioridades en la investigación? ¿En qué
sobresalimos sobre las universidades privadas, deben ser éstas las áreas que enfaticemos?
¿Qué alianzas debemos hacer con otras universidades, con el gobierno, con la empresa,
con proyectos comunitarios? ¿Debemos ampliar la educación en línea? ¿Cuán estrecha
debe ser la relación de los programas regulares y los de educación continua? ¿Qué rol
debe tomar la tecnología en la Universidad para transformar sus opciones y cumplir su
misión? De hecho, el cambio continuo en la tecnología y el conocimiento requieren de
una educación por vida, lo cual hace necesario una integración mayor entre la educación
universitaria y los programas de educación continua. Ahora bien, la revisión de nuestras
prioridades debe generarse de forma ágil pues la situación que enfrentamos está ya ante
nosotros y no espera debates de por vida.
Ampliar las fuentes de ingresos
A la par que buscamos formas de ahorrar, atendiendo las necesidades del nuevo
contexto y las prioridades, es preciso desarrollar estrategias para ampliar y diversificar
el financiamiento de la Universidad. Por ejemplo, ampliando los fondos externos,
las donaciones de los ex alumnos, la aportación de los estudiantes, el ingreso por
servicios, por ejemplo ampliando la educación continua. Como bien planteó el rector
de la Universidad de California en Berkeley, el Dr. Birgeneau, al referirse al alza de la
matrícula, "which we regret, but were necessary — as a significant factor in the campus's
brightening budget picture”, el alza de la matrícula no es una medida deseada pero en
ocasiones necesaria.
Si acompañamos el alza de matrícula con medidas para apoyar los estudiantes de
bajos recursos podemos lograr lo que alcanzó Berkeley, que este semestre ha tenido el
récord más alto de estudiantes de bajos ingresos que inician estudios en la universidad.
Así un alza de matrícula, dentro de un plan de desarrollo, puede a la larga convertirse
en un instrumento de justicia social. Debemos estar conscientes que en términos
proporcionales los estudiantes de la UPR tienden a provenir de familias con ingresos
más altos que los de las universidades privadas. El costo muy bajo de la matrícula en la
UPR es pues un subsidio a familias de mayor ingreso. Es preciso revisar el costo de la
matrícula, acompañándolo de medidas que aumenten el apoyo a los estudiantes de bajos
ingresos en la UPR.
En cuanto al aumento de los fondos externos y el ingreso por servicio, es preciso
desarrollar un espíritu emprendedor entre la facultad y el personal, a la vez que se amplía
el apoyo administrativo eficaz para conseguir estos fondos y ampliar los servicios. Mi
experiencia en Río Piedras es que contamos con un personal muy eficiente en el apoyo
para la búsqueda de fondos externos, habría que aprovechar de manera más efectiva estos
servicios.
Necesitamos trabajar por transformar la situación tan incómoda en que nos
encontramos en un proceso de revisión de esquemas que permita que la UPR salga
revitalizada y actualizada para continuar cumpliendo su compromiso de futuro con el
país. Tanto la Universidad como el gobierno tienen que poner de su parte.
*La autora es profesora de la facultad de Educación en el Recinto de Río Piedras de la UPR.