El petróleo se negociaba equilibrado, cerca de los 91 dólares por barril hace dos años. Sin embargo, el alza en el combustible trastoca varios de los territorios estadounidenses sin esperanzas a que bajen los costos por galón. Hoy, luego de darse conocer datos de inventarios de Estados Unidos, se prevé mostrará una reducción a pesar del mal tiempo en el país.
Los precios del petróleo estadounidense subieron a 91,88 dólares el lunes, el récord en 26 meses, apoyados en el tiempo frío a ambos lados del Atlántico, en la debilidad del dólar y en las declaraciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que dice que no ve necesidad de una reunión urgente para incrementar la producción.
"Los inversores son particularmente propensos a seguir cualquier factor que impulse los precios al alza", explicaron los analistas de la compañía Cameron Hanover en su informe.
Asimismo, los administradores de fondos que tienen una perspectiva alcista para los precios han irrumpido en el mercado del crudo, estableciendo un nuevo máximo en las posiciones largas netas en petróleo en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
Por lo tanto, el repunte del petróleo parecía aún más seguro de cara a la retórica de varios ministros de la OPEP que el fin de semana pasado indicaron que un valor de 100 dólares el barril sería justo.
Además, el crudo está afectado a en las regiones de los Estados Unidos dado las previsiones de temperaturas más cálidas en el noreste de Estados Unidos, muy perjudicado por una reciente ola de frío, y un fortalecimiento del dólar.
"El mercado de acciones está fuerte y hay muchas predicciones de que (el índice bursátil estadounidense) S&P 500 llegará el próximo año a cerca de un nuevo máximo, pero es preocupante semejante entusiasmo, cuando durante meses los datos de las viviendas no han mostrado ninguna señal de mejora", precisó Olivier Jakob de la petrolera Petromatrix.