Hablar de la influencia de las redes sociales puede parecer el “replay” de una videocasete gastada. Sin embargo, son cada vez más los grupos, colectivos y asociaciones a nivel mundial que recurren a estas herramientas de la era informática para convocar, entre otras cosas, movimientos de protesta en contra de la manera en cómo son ejercidos los discursos del poder en sus países.
Para prueba, basta un clic en alguna de las redes, como Facebook, Twitter, y quizás hasta el canal de videos YouTube, para comprobar cómo estas páginas han venido a fungir un rol inédito para organizarse y salir a las calles a protestar en contra del del presidente Hosni Mubarak.
Por ejemplo, mientras se desarrollan las más recientes manifestaciones en Egipto, los analistas de la cultura mediática vuelven a traer a discusión el uso de las redes sociales en situaciones conflictivas como estas, pues los manifestantes egipcios llevaron a cabo las convocatorias a través de la red social Twitter.
¿El resultado? El gobierno egipcio comenzó a censurar el uso de estos medios y, peor aún, bloqueó el acceso al internet.
Asimismo, las redes sociales han servido a través de estos últimos tiempos como opciones alternativas de información y conocimiento.
Según destaca el periodista y profesor de sociología, Hiram Guadalupe-Pérez, en un escrito para la revista 80 grados, en los últimos tiempos tanto en las redes sociales como en la web se han conformado diversos “espacios de interacción y comunicación social que han significado un rompimiento –y evolución– con respecto a las formas y vehículos tradicionales que consumimos para obtener información”.
¿Y qué hay de Puerto Rico?
Precisamente, en Puerto Rico las redes sociales fungen un rol esencial para que periódicos, manifestantes y partes en conflicto -como en la actual huelga que se lleva a cabo en la Universidad de Puerto Rico- informen en detalle y hasta en tiempo real a sus lectores.
Aunque, al final se tenga que librar las batallas a la antigua usanza: "en las calles y enfrentándose a la policía”, como se refiere el periodista Javier Valenzuela, del periódico El País en España, al actual conflicto en El Cairo.
“Es una combinación de las revoluciones americana, francesa y rusa con el nuevo mundo digital”, añade Valenzuela.
Las imágenes hablan por sí solas y no hay que viajar al Mediterráneo para estar de acuerdo con Valenzuela en lo épicos y colosales que se han convertido los enfrentamientos entre los manifestantes y los representantes del poder.
Ejemplo vivo son las fotografías que documentan los sucesos ocurridos ayer en la Casa de las Leyes en San Juan, donde estudiantes del Primer Centro Docente del País, fueron apresados como si se tratara de vikingos de una fabula medieval.
En efecto, desde San Juan a El Cairo y de ahí a Túnez y Roma; las confrontaciones en la actualidad se han valido de herramientas más asociadas con la antiguedad: batallas con escudos que evocan remembrar a los soldados espartanos; macanas que simulan espadas y más recientemente, como fue el caso en la Isla, el uso de caballos que nos recuerdan las batallas que se combatían en la antigua Grecia.
Es una lástima que mientras la Internet, en espacial las redes sociales, han venido a reforzar la equidad en cuanto a brindar conocimientos, informar a las personas y pos modernizar ciertas partes del mundo; todavía haya que recurrir a tácticas medievales para tratar ciertos asuntos.