En la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) reina la controversia, luego de que se debatiera ayer en una asambela informativa en el Recinto de Río Piedras el acuerdo firmado por el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR) José Ramón de la Torre y el presidente de la HEEND Wilberto Jiménez el pasado 14 de enero.
Según miembros de la HEEND consultados por Diálogo -que prefieren permanecer en el anonimato- el pacto firmado contiene una serie de cláusulas con un lenguaje ambiguo y está abierto a interpretaciones desfavorables para el gremio. El argumento principal de este reclamo se centra en que los acuerdos firmados contradicen los principios de solidaridad de la Hermandad, lo que ha puesto a Jiménez y su ejecutoria en el eje de discusión entre los miembros.
El descontento del gremio con las ejecutorias de su Presidente ha sido evidente desde el pasado año cuando en las últimas dos asambleas miembros de la Hermandad le pidieron su renuncia. Las expresiones de los unionados inconformes coinciden en que Jiménez no tiene liderazgo ni asume posturas firmes. Incluso en una de estas asambleas se le cuestionó si la razón de su inacción era debido "a que su esposa estaba interesada en un puesto político".
De otra parte, el pasado 9 de diciembre de 2010 los delegados David Rivera Cruz, Mirthia Cruz, Gindy Rodríguez, Diana Huguet, William Cruz, Alice Cordero Otero, Marisol Molina y Álida Pantoja Ortiz entre otros, renunciaron a su cargo por desavenencias con las acciones del liderato gremial. Asimismo, luego de una reunión con la Junta de Directores, la secretaria de Información y propaganda, Christy Capetta, también renuncio a su puesto.
De otra parte, el pasado 9 de diciembre de 2010 los delegados David Rivera Cruz, Mirthia Cruz, Gindy Rodríguez, Diana Huguet, William Cruz, Alice Cordero Otero, Marisol Molina y Álida Pantoja Ortiz entre otros, renunciaron a su cargo por desavenencias con las acciones del liderato gremial. Asimismo, luego de una reunión con la Junta de Directores, la secretaria de Información y propaganda, Christy Capetta, también renuncio a su puesto.
Contundente rechazo al acuerdo
Ayer, el anfiteatro Manuel Maldonado Denis, de la Facultad de Ciencias Sociales, se llenó a capacidad, incluso hubo gente que permaneció de pie y otros que no pudieron entrar. Durante el proceso de registro era evidente el descontento de la matrícula ante el acuerdo firmado. Los trabajos comenzaron con un informe del presidente, Wilberto Jiménez, quien explicó cada punto del acuerdo antes de pasar a una sesión de preguntas. Entre las cláusulas más criticadas se encuentran:
• El gremio reconoce que la UPR enfrenta una insuficiencia de fondos.
• La aportación de la UPR hacia el costo de la prima del plan médico.
• Liquidación anual sobre el pago del exceso de 90 días de licencia por enfermedad.
• El descuento del 25% de los días no trabajados durante la huelga de abril a junio de 2010.
• La reasignación de los empleados para cumplir con sus labores cuando algún sector de la
• La aportación de la UPR hacia el costo de la prima del plan médico.
• Liquidación anual sobre el pago del exceso de 90 días de licencia por enfermedad.
• El descuento del 25% de los días no trabajados durante la huelga de abril a junio de 2010.
• La reasignación de los empleados para cumplir con sus labores cuando algún sector de la
comunidad universitaria realice una interrupción de trabajo en la UPR.
(Ver abajo documento íntegro con todos los detalles)
(Ver abajo documento íntegro con todos los detalles)
Jiménez explicó que debido a la insuficiencia de fondos de la UPR se acordó que los empleados se dispondrían a agotar los 90 días. En el pasado, estos días eran pagados a los empleados si eran trabajados. En cuanto al plan médico, el convenio estipulaba que el patrono cubriría el total de los gastos, sin embargo en este acuerdo se limita a un máximo de $586. Jiménez admitió que este renglón refleja un incumplimiento del convenio colectivo, lo que provocó malestar entre los presentes.
Sobre el 25% de días descontados en la pasada huelga estudiantil, Jiménez explicó que la Administración Central dijo en un principio que descontaría el 100% de los días no trabajados, pero que podría negociarlo si la HEEND estaba, a su vez, dispuesta a negociar sus líneas de acción en futuros conflictos que surgieran entre miembros de la comunidad académica y la Administración.
Sin embargo, la HEEND dejó claro en todo momento que no entregaría su derecho a la huelga. Se estipuló entonces que sólo se descontaría el 25% de los días no trabajados, a cambio de que en futuros conflictos, donde los empleados no puedan entrar a sus lugares de trabajo, estos serán reasignados a otros lugares en los que cumplirían con su trabajo y su horario. De surgir tal situación, la HEEND tendría que decidir si será partícipe o no de la manifestación o actividad universitaria de protesta que se esté llevando a cabo.
Este fue uno de los acuerdos que más debate ha generado entre los unionados, ya que podría representar una contradicción con uno de los principios del gremio: la solidaridad con otros miembros de la comunidad universitaria y no cruzar líneas de piquete. Para arrematar esta percepción generalizada entre los miembros, Jiménez expresó que “hay que tener claro que solidaridad no es lo mismo que participación”.
Esta expresión desagradó a los presentes, entre ellos al pasado presidente del gremio Ángel Santos Rosa quien le ripostó que “la solidaridad y la participación van entrelazadas, no son dos líneas paralelas que nunca se encuentran; al leer y escuchar sus palabras me pareciera que nos hemos alejado de nuestros postulados de solidaridad inequívoca, porque la solidaridad no tiene dobleces”.
Sus palabras produjeron un aplauso masivo de los presentes e incluso le arrancaron lágrimas a otros cuando se expresó sobre las injusticias y abusos cometidos por la Policía en el Recinto y sobre su sentir hacia los acuerdos firmados.
“Me siento en el punto de partida como en el 1972, hemos retrocedido demasiado,” comentó Santos.
Añadió además, que aún están a tiempo de revertir el acuerdo firmado sobre el plan médico y que la Hermandad no debe sustentar el argumento de que la UPR tiene una insuficiencia de fondos, sino que padece de una mala administración. El ex presidente de la HEEND también opinó que el pacto utiliza lenguaje despectivo contra otros componentes de la comunidad universitaria. Citó como ejemplo la frase “un grupo de estudiantes”, con la que se refiere el documento al movimiento estudiantil.
En respuesta a esto, Jiménez admitió que el lenguaje, aunque no pretendía ser despectivo, no estaba claro, por lo que se le cuestionó por qué lo firmo.
Mientras la matrícula presente se expresaba en el micrófono, muchos criticaban la falta de liderazgo de Jiménez.
“Él no acepta ninguna recomendación", dijo una unionada presente en la asamblea.
El miembro de la HEEND, Víctor Nazario empleado en la Facultad de Ciencias Sociales, también provocó aplausos de parte de los presentes al decir que “con este acuerdo el precio que pagamos porque se nos descuente sólo el 25% de los días no trabajados es muy alto. Con esto la administración busca quebrar la comunidad universitaria".
De otro lado, Carlos Echevarría, otro ex dirigente de la HEEND, opinó que retrasar la asamblea de ratificación para este acuerdo “es un atentado a la democracia de la Hermandad y una falta de respeto a todos nosotros. Este acuerdo no tiene sentido, es espantoso y el señor Presidente (Jiménez) no debe seguir explicando lo inexplicable".
"¿Cómo es eso de ser solidario pero no ser partícipe?”, le cuestionó Echevarría airado.
A juzgar por las reacciones de los miembros y las expresiones recogidas se vislumbra que en la asamblea de ratificación, que aún no tiene fecha, el rechazo al acuerdo cuente con muchos adeptos entre los unionados. A su vez, la pugna puede abrir la puerta a un análisis y debate entre la matrícula sobre la efectividad de la labor del Presidente de la Hermandad y el Comité Negociador.
estipulacion_acuerdos_14ene2011