Desde que el Departamento de Salud decretó una epidemia de influenza en la Isla, varias personas han expresado sus preocupaciones y dudas sobre las medidas preventivas a seguir, por lo que la Coalición de Vacunación de Puerto Rico (VOCES) ofreció una conferencia de prensa ayer para combatir la desinformación sobre este asunto.
El especialista en salud pública, el doctor Johnny Rullán compartió que una de los mitos más recurrentes sobre el virus es la inefectividad de la vacuna y la vasta ignorancia que existe sobre los beneficios de la misma, aspecto que le atribuye al miedo de transmisión de la enfermedad por vía de la vacunación.
“La vacuna toma dos semanas en hacer efecto. Si te enfermaste, no fue por la vacuna, fue porque ya estabas infectado. Puede que te dé algún síntoma pero jamás la pulmonía y las complicaciones de la enfermedad y menos aún el Guillain-Barré (síndrome inmunológico que podría causar paraplejia)”, expresó Rullán.
A diferencia del brote de influenza tipo AH1N1 en el 2009, que acabó con la vida de 68 personas en Puerto Rico, el virus comparte otras tres sepas, que están activas durante todo el año. Ante ello Rullán insistió que una vacuna no te protege de los cuatro tipos y reiteró que las vacunas se deben de monitorear como mínimo una vez al año, sobre todo cuando se refiere a la población más vulnerable a infectarse: mujeres embarazadas, niños menores de cuatro años y personas de 65 años en adelante.
Competencia con el Chikungunya
La Presidenta de la Junta de Directores de VOCES, Lilliam Rodríguez Capó, instó que “en caso de tener Chikungunya y tener la secuela [de los efectos que produce esta condición], se necesita la vacuna [de la influenza] más que nunca”.
Rodríguez y Rullán desmintieron el reclamo del Departamento de Salud de esperar treinta días para vacunarse, explicando que todo dependerá de la precariedad del paciente infectado. Pasados los momentos agudos del Chikungunya, el sistema inmunológico se encuentra vulnerable, por lo que es la oportunidad ideal para actuar preventivamente en contra de la influenza, de acuerdo con ellos.
El doctor Nabal José Bracero, presidente de Puerto Rico Obstetrics and Gynecology (PROGyn), explicó que la situación de Puerto Rico es una particular debido al cruce del Chikungunya y la influenza que azotó la Isla recientemente. “Dejamos de hablar de la influenza al estar pendientes del Chikungunya”, señaló el doctor quien sostiene que la salud se descuida al tratarse de enfermedades que no se pueden ver.
La naturaleza intangible del virus de la influenza contribuye a la indiferencia de muchos puertorriqueños que optan por obviar los tratamientos preventivos, pues el virus se transmite por partículas en el aire y el contacto directo con personas contagiadas.
Rullán destacó queen las clínicas de vacunación masiva se descubrió que el 40 por ciento de los resultados negativos de las pruebas de influenza fueron errores de laboratorios, por lo que los resultados no necesariamente eximen de tener la enfermedad.
Problema de acceso a la vacunación en la Isla
Según la asesora legal de VOCES, Linette Sánchez, solo el seis por ciento de la población de Puerto Rico está vacunada. “Al tener un 94 por ciento de la población vulnerable [a contraer la influenza] implica que muchos trabajadores estarán fuera de sus horas laborales. Además, cada hospitalización cuesta mil dólares por persona, por día”, sostuvo la licenciada.
Actualmente, el Departamento de Salud realiza clínicas de vacunación masiva en los municipios de San Juan, Cabo Rojo, Caguas, Humacao y Carolina. Sin embargo, algunos municipios como Naguabo, Santa Isabel, Ceiba y Maricao, carecen de acceso a los centros de vacunación.