El proyecto La Casita Enantes busca rescatar las prácticas y valores jíbaros que evocan una estampa rural característica e inherente de la cultura puertorriqueña mediante actividades y talleres educativos.
Con este fin, la organización invita al segundo mercadito gastronómico-orgánico el sábado 12 de marzo de 2011, en el restaurante Follaje ubicado en la calle Loíza de Condado.
La iniciativa de este proyecto surge a partir de la vocación del agricultor jíbaro-orgánico, Érik Eugenio Collazo Santiago.
Y es que, según, Collazó Santiago relató a Diálogo, su "vocación en la agricultura, lo que soy, es lo que me hace feliz”.
La gestión incorpora aspectos característicos del patrimonio cultural puertorriqueño, la casa como espacio agrícola y la palabra como alusión a los valores y el lenguaje de antaño.
Collazo Santiago, subrayó que, se trata de un proyecto agrícola cuya matriz se bifurca entre la siembra y la literatura. Precisamente, la propuesta de La Casita Enantes se sustenta en el mismo entorno agrícola donde se desarrollan grandes obras literarias puertorriqueñas que narran y documentan la vida en las montañas de la Isla durante la época agrícola.
En efecto, “la literatura puertorriqueña está en constante armonía con la agricultura. Por eso, La Casita Enante decidió ser un ente educativo que enseña a las personas a sembrar de la misma forma en la que lo hacían nuestros abuelos. Hicimos una combinación entre lo práctico y lo educativo”, recalcó Collazo Santiago.
De ahí, “nace la idea de sembrar como sembraban nuestros padres, como sembraban nuestros abuelos, como sembraba el jíbaro”, añadió.
Como parte de las actividades del mercadito, se venderán plantas medicinales, aromáticas y culinarias, semillas y composta. De igual manera, la actividad incluirá información y orientación sobre los huertos, incluso un diseño portátil para apartamentos.