Un centavo. Ese sería el ahorro máximo que la AEE hubiera podido transferir al consumidor común si el gasoducto hubiera existido para 2009.
El hallazgo surge de un exhaustivo análisis dado a conocer por los doctores en ingeniería eléctrica Gerson Beauchamp y Agustín Irizarry para la Comisión Técnica y Científica de Casa Pueblo, tras servirse de datos auditados de la AEE para ese año, pues los datos de 2010 aún no están disponibles.
Un análisis arrojó que el costo por kilovatio hora con el uso de petróleo para 2009 fue de 21.5 centavos y que, de haberse utilizado gas natural en las plantas Cambalache, Palo Seco y San Juan, su costo hubiera sido de 20.3 centavos, un ahorro de 1.2 centavos.
El hallazgo fue contextualizado por los profesores de ingeniería del RUM como “un ahorro de centavo y medio”, en caso de que la AEE transfiriera el 100 por ciento de ahorro al consumidor.
A juicio de Beauchamp e Irizarry, el ínfimo ahorro hace que el gasoducto del norte no represente una solución a la supuesta crisis energética decretada por la administración Fortuño el año pasado.
A modo de ejemplo, explicaron que “si en el 2009 el consumidor pagaba $100 mensuales por electricidad, con el gasoducto hubiese pagado $94.42, un ahorro de $5.58, y no de $46.45 que es lo pretende proyectar la AEE”, dijo Beauchamp.
Según la AEE, el gasoducto traería un ahorro de 10 centavos por kilovatio hora, lo que redundaría en un ahorro de mil millones de dólares anuales.
“Un ahorro de esta magnitud implicaría que prácticamente toda la energía que genera la AEE se genera con combustible que no cuesta nada ya que aproximadamente la mitad del costo del kilovatio-hora se debe al combustible”, sostuvo Beauchamp.
Un ahorro de $1,000 millones representa un ahorro de 52% en el costo de combustible. Esto se traduce a un ahorro de 6.7 centavos por kilovatio-hora, equivalente a un 31% de ahorro en el kilovatio-hora. Utilizando como base este ahorro proyectado por la AEE de un 31% tras la construcción del gasoducto, los ingenieros determinaron que tal ahorro sería imposible, si se toman en cuenta la capacidad de las unidades generatrices y el costo del gas natural. “Imagínese usted que por usar gas natural, que cuesta aproximadamente la mitad de lo que cuesta el petróleo, para generar electricidad en las plantas del norte que sólo tienen capacidad para generar el 21% de la energía eléctrica del País se ahorre la mitad del costo del combustible, eso no lo cree ni un estudiante de cuarto grado que ya ha aprendido a multiplicar y dividir,” sostuvo Beauchamp.
“En Puerto Rico no existe una emergencia. El ahorro del consumidor común está en manos del consumidor quien no necesita este gasoducto.” sentenció Irizarry.
Engaño económico
Arturo Massol Deyá, profesor y miembro de la Comisión de Casa Pueblo, resumió como un engaño económico el supuesto ahorro proyectado por la AEE y que, según el gobierno, pondría fin a la crisis energética.
“Con el análisis de los ingenieros se derrumba la premisa de que Vía Verde va a bajar los precios de la luz. No los va a bajar y al gobierno no le importa ese ahorro, lo que queda claro es que en el ínterin todos los amigos de Fortuño guisan, sin importarles la amenaza a la vida que trae el tubo”, dijo Massol Deyá.
Por su parte, el ingeniero Alexis Massol González, denunció que “la verdadera emergencia energética vive en los bolsillos de las empresas contratistas del tubo. Un ahorro tan pobre no le hace ninguna diferencia al consumidor común. Pero los 30 millones ya adjudicados y los cientos de millones por venir, esos sí le hacen diferencia a los bolsillos de los allegados a Fortuño”.
“Si nos quisiéramos ahorrar un centavo, los puertorriqueños tendríamos que vender nuestra Cordillera Central, sus aguas, sus bosques, la flora y su fauna. La pregunta es ¿vale todo esto un chavito?”, cuestionó Massol González.
Finalmente, Massol Deyá criticó las cualidades administrativas de la AEE. “¿Por qué mejor no decimos la verdad, esa verdad que todo el mundo sabe? Que la AEE ha fracasado en el manejo y administración cuando, entre otras cosas, ha permitido que la energía robada y sin contabilizar alcanzara en el 2009 casi el 15% de la producción total de electricidad. Eso equivale a que la AEE le pague a EcoEléctrica por el 15% que genera, regale la energía y luego se lo cobre en las facturas a los usuarios”.
Notas sobre mala administración:
Esa mala administración de la AEE se refleja cuando las cuentas por cobrar al Gobierno central y los municipios aumentaron de $357 millones en el 2008 a $471 millones en el 2009, un incremento de $114 millones, un 31.95%.
Esa mala administración y falta de eficiencia de la AEE se evidencia cuando los créditos, subsidios, tarifas especiales y las contribuciones en lugar de impuestos, en el 2008 le costaron a la AEE más de $250 millones los cuales el consumidor pagó en la factura ya que la AEE no pierde un centavo.