Los zombies de La Habana llegaron a la XIV Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, 2011. El joven escritor Erick Mota Pérez, viaja fuera de Cuba por primera vez para presentar su narrativa de ciencia ficción.
Graduado de física pura en la Bicentenaria Universidad de La Habana, este escritor confesó no imaginar su futuro dentro del género sci fi (ciencia-ficción por sus siglas en inglés). Publica su primer libro ‘‘Bajo Presión’’ (Editorial Gente Nueva, 2007) que resulta ganador del premio Edad de Oro, uno de los certámenes literarios más importantes del archipiélago. Más adelante, publica ‘‘Algunos recuerdos que valen la pena’’ (2009) y su más reciente novela -aún en imprenta-‘‘Habana Underguater’’.
La ciencia ficción no es sólo la visión del futuro tecnológico. Es también la extrapolación de la realidad. Erick Mota Pérez, trabaja la ucronía o novela histórica alternativa en sus cuentos. Por lo que, altera eventos históricos para proponer otros tiempos posibles: futuros para la historia de Cuba.
Su estilo ha sido influenciado por Robert Heinleim y Stanislav Lem. También, por películas como Star Wars y Blade Runner ilustran la atmosfera futurística en los libros de Mota. En este ambiente espacial se caracteriza por sus personajes latinos que no se comportan como cosmonautas rusos o astronautas americanos. En este sentido, la ciencia es el visor para mirar la ficción.
Literatura como pasaporte
Otro miembro de la delegación de escritores cubanos es Luis Amaury Rodríguez Ramírez. Director de La Gaveta, Revista de Arte y Literatura, de la Asociación Hermanos Saís de Pinar del Río, Cuba. Ha publicado ‘‘Los cobardes duermen bocabajo’’ (Ediciones Loynaz, Colección Lafijeza, 2005), ‘‘Teatro Cotidiano’’ (Editorial Cauce, 2007), ‘‘Crónicas del pueblo’’ (Editorial Libro sin paredes, Marzo 2009, Estados Unidos)
Más que promover sus libros, Rodríguez Ramírez describió su experiencia con la literatura como pasaporte. Y es que, al igual que Erick Mota Pérez, la visita a este festival representa la primera vez que este amante de las letras realiza un viaja fuera de su patria.
Ambos escritores cubanos participaron de una lectura junto a otros escritores caribeños en donde Rodríguez Ramírez sintió que ‘‘hubo un fructífero intercambio de opiniones y criterios que dieron al traste con el modo literario de hacer actual de los dominicanos”.
Finalmente, en este aparte el escritor expuso detalles de la literatura contemporánea joven en Cuba y sus expectativas sobre la difusión en el extranjero.
Entablar conversación con letras escritas bajo los vientos de las misma región, pero plasmados por ideologías adversas, nos permite conocer otra narrativa, otro pensar y por ende otras maneras de ver lo que nos rodea.