Con el fin de fomentar la conservación del medio ambiente, contribuir al quehacer cultural puertorriqueño y entrelazar el arte con aspectos científicos, el geógrafo y antropólogo Augusto Fidel Gandía Ojeda, presenta la exposición fotográfica Geografías, en la Galería de los Gigantes del municipio de Carolina.
La colección de fotos muestra paisajes de Puerto Rico, Ecuador y el estado de California.
La muestra fotográfica surge de la fascinación por la naturaleza de Gandía Ojeda, quien creció entre las montañas del pueblo de Manatí. Según el geógrafo, el creciente movimiento de conciencia social acerca del medio ambiente está latente. Sin embargo, cree necesario que además de esto la gente debe sentir cariño por la naturaleza.
“Es como si pusiéramos en nuestro escritorio la foto de una novia o de nuestra madre. Lo hacemos porque sentimos cariño, creo que en Puerto Rico en ocasiones nos hace falta eso”, indicó Gandía.
Por tal razón, busca despertar los sentimientos en cada fotografía. Su colección incluye paisajes puertorriqueños altamente concurridos, como las playas de los municipios de Cabo Rojo, Fajardo, Yabucoa y Manatí y lugares tan escondidos como las cascadas que albergan las verdes montañas de Ciales.
Entre las fotos preferidas del público se encuentra, Cabo Celeste. Es una obra que muestra el cielo estrellado desde las costas del pueblo de Cabo Rojo. Según Gandía Ojeda, muchas personas se sorprenden al ver que en Puerto Rico es posible observar tal inmensa cantidad de estrellas, como lo muestra su obra, puesto que la contaminación lumínica excesiva no permite que este fenómeno sea común en la Isla.
“Nosotros vivimos en un país con una contaminación lumínica grandísima, perdimos el cielo lleno de estrellas hace más de 20 años”, comentó el fotógrafo.
Además, en la pieza El Errante, Gandía capturó el resultado de un proceso geológico en donde parte de una gran roca en medio de la costa de su natal Manatí, se deslizó hasta desembocar en la orilla de la playa. Demostrando así los continuos cambios en los ecosistemas que muy pocos suelen notar.
La fotografía titulada La Escalera es la favorita del artista. Con una minuciosa composición, presenta una hermosa cascada, en donde el agua, capturada por un obturador fotográfico a una velocidad lenta, corre de manera escalonada entre las rocas.
“Es mi favorita por su dificultad. Intenté una primera vez y no logré llegar al lugar, intenté una segunda vez y tampoco, fue a la tercera ocasión en la que pude llegar. Está ubicada en un lugar muy complicado”, comentó.
Entre las fotografías realizadas fuera de Puerto Rico, se destaca El páramo. Tomada en Ecuador y mostrando una montaña con un glacial visualmente reducido en su pico, Gandía nuevamente propone el arte a favor de la sociedad y el ambiente. Convierte su pieza en una crítica a la destrucción que causa el calentamiento global.
“Los ecosistemas de glaciales tropicales son importantísimos. Uno no lo piensa pero en países como Ecuador, Perú y Colombia, los pobladores tienen agua potable a partir de estos glaciales y son un sistema muy frágil. Se necesitaron millones de años para construir la vida en ellos. Estos glaciales son los más afectados por el calentamiento global”, comentó Gandía.
Así cada fotografía que alberga la galería trabaja para contribuir en distintos ángulos. En cada pieza de esta exposición convergen las técnicas estéticas, aprendidas por Gandía de forma autodidacta, como los aspectos científicos y culturales del lugar que retrata.
Un arte que rompió ciclos
Para el artista manatíense esta exposición tiene un significado más amplio. Cada fotografía, según comenta él mismo, se convirtió en una terapia.
“Luego de dejar la fotografía por trabajar, la retomé porque caí en una depresión clínica. Un día en un supermercado compré una camarita digital y me decidí por usarla, pero introduciéndome en la naturaleza. Desde el primer día que me fui a retratar me sentí mejor”, compartió a Diálogo.
Fotografiar, para Gandía, es un proceso de sanación. Es por ello que cada una de sus fotos contienen una carga sentimental, capaz de ser percibida por la audiencia.
La depresión, según este fotógrafo, se mostró en forma de un ciclo de pensamientos negativos difíciles de romper.
“Mientras estás fotografiando la naturaleza, dejas de pensar. No te preocupas por ninguna otra cosa que lo que estás haciendo. Viendo la luz, componiendo la escena. Solo piensas en cómo te va a quedar la imagen. Se convierte en un baile. Cuando estás en depresión entras en un ciclo en donde todo es negativo, pero si dejas de pensar porque estás haciendo algo, esa espiral se rompe”, aseguró.
Geografías fue gestionada en colaboración con el Municipio Autónomo de Carolina y continuará abierta al público hasta próximo domingo 12 de abril.
Para los interesados en asistir, los horarios son de miércoles a sábados de 10:00 a.m. a 5:00 p.m. y domingos y días feriados de 12:00 p.m. a 5:00 p.m. También pueden contactar al Departamento de Desarrollo Turístico y Cultural del municipio de Carolina llamando al 787-757-2626, extensiones 3903 y 3943.