Bar Schopenhauer, la más reciente novela del escritor riopedrense Juan Carlos Quiñones a.k.a Bruno Soreno, es una ficción filosófica-cuántica ubicada en un Río Piedras sombrío e inmundo; narración que no respeta temporalidades, ni linealidades, ni estructuras, yet nos deja el paradigma de uno de los mejores textos para empezar el verano con un poco de literatura fantástica de la buena.
La prosa de Quiñones, established since 1972 y egresado de los Departamentos de Filosofía y Literatura Comparada del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, abarca transversalmente desde la literatura infantil hasta lo fantástico cuasi-mítico y la narrativa gótica o negra.
En esta ocasión, el escritor nos deleita con Bar Schopenhauer, que lo mismo es una novela que un thriller de suspenso/policíaco/horror, algo así como leer a Edgar Allan Poe mientras cenas con Keyser Söze en cualquier esquina del laberinto kafkiano que es Río Piedras. A veces es mejor hablar en referencias, por eso de no revelar la historia que oculta la barra.
La historia que es más o menos así: dos seres que son/no-son de este mundo, Bruno y Sorianus, se encuentran para resolver una masacre. Lo que subyace a ese encuentro –y a la historia per se– es la destrucción de las dicotomías simbióticas de
/amistad-traición
/depredador-presa
/mortalidad-inmortalidad
/brevedad-eternidad
/realidad-apariencia
/Montresor-Fortunato
/hombre-monstruo
/Bruno-Sorianus
//Bar Schopenhauer.
De lo anterior se deriva, pues, que Juan Carlos Quiñones es de los iconoclastas puertorriqueños que rompen dicotomías. O viceversa: una dicotomía iconoclasta. De seguro, gato de Schrödinger; lean y entenderán.
En esa línea, la novela se lee (y disfruta) en dos sorbos de café o de cubalibre, por eso de que estamos hablando de barras y de Río Piedras. Solo una advertencia, propia de estos cuentos genialmente tenebrosos: tenga cuidado al leer el texto. Puede que, una vez se adentre al antro que es el Bar Schopenhauer, pierda la noción del tiempo, y entonces no sabrá si siempre estuvo allí o si nunca salió.
El bar que es al mismo tiempo el principio y el fin, el alpha y el omega, el génesis y el apocalipsis del mundo. El mundo en sí.
Bar Schopenhauer (2015) se une a Breviario (2002), La pandilla bajo el árbol (2003), La pandilla y el libro más grande del mundo (2004), El libro del tapiz iluminado (2009), Adelaida recupera su peluche (2011) y Todos los nombres el nombre (2013). Probablemente vea a Quiñones caminando por Río Piedras o de visita por el Bar Schopenhauer o en La Tertulia, donde habrá una presentación del libro el próximo miércoles 27 de mayo, a las 7:00 p.m., a cargo de la profesora y escritora Janette Becerra.