En los últimos tres años Campo-Formio ha sido una de las bandas más productivas y consistentes en la escena subterránea de música en Puerto Rico. Nos han entregado tres producciones (Ep 28/11/2008, AZ’s y Spooky Fools) tanto en formato digital como en vinilo, y se han presentado en una gran cantidad de shows sin que esto les haya costado quemarse.
Y ahora, a menos de un año de haber lanzado su última producción, la banda se prepara para presentarnos al “Crackman”, un vinilo de siete pulgadas color “crack-white” que contiene cuatro canciones e incluye una tarjeta que permite descargarlas en formato digital, junto a un bonus track y un remix no incluidos en el vinilo.
El 7” del Crackman llega el próximo 7 de octubre de 2011 y como ceremonia de bienvenida lo estaremos recibiendo en La Respuesta en Santurce, en donde Campo-Formio se presentará junto a las bandas Dávila 666, Alegría Rampante y En el Cramp. La tirada del disco es de edición limitada y su arte fue elaborado por el artista Marcos Pechio: en la portada, un dibujo blanco y negro, hecho a lápiz y tinta, de un tipo con expresión de éxtasis, posiblemente en crack, mostrando los pocos dientes que le quedan.
En la parte posterior un retrato caricaturesco, también dibujado en blanco y negro, de cada uno de los integrantes de la banda: Fernando Quintero, Ricardo Pérez y Diego Bernal.
“Es bastante in your face… decidimos coger un approach menos colorido, así explosivo como el de Spooky Fools, e irnos como un poquito más striaghtfoward, más purista, más tradicional”. Así describió el concepto del disco Fernando Quintero, con quien conversé luego de una de sus sesiones semanales de práctica en donde también pude hablar, aunque hablaron menos, con Diego y Ricardo. Campo-Formio ahora práctica en un lugar muy diferente al que solían invadir hace un tiempo atrás. Es un espacio silencioso, en la urbe pero despejado, un sitio agradable y limpio, muy diferente al resto del pueblo en donde está ubicado: Bayamón. Antes solían practicar en Río Piedras, entre medio de dos vagones del que podían sustraer electricidad, dos vagones o trailers de esos que están tirados en las inmediaciones de la Universidad de Puerto Rico. Un cucarachero o una pocilga, como dijo Fernando, pero era un buen espacio, un espacio que se jodió cuando más gente se enteró y comenzó a invadirlo al garete, al punto de que la banda no pudo regresar allí a tocar. Ahora están en esta especie de vecindario medio rural a donde acuden fielmente cada fin de semana a practicar.
Y a eso se han dedicado, a practicar y a producir, practicar no sólo para estar pulidos, como dijo Fernando, sino también por el fun, por el goce y el placer de tocar, el mismo que sienten y transmiten al presentarse en vivo y el mismo que imprimen en cada disco que lanzan.
Fernando Quintero, quien toca guitarra, teclados y hace la voz en la banda, entiende que para sobrevivir en una escena tan pequeña como la de la Isla, en donde en cada show las bandas se presentan básicamente frene a las mismas personas, producir nuevos contenidos es algo fundamental.
“No vivimos en lugares como en Estados Unidos, que tu puedes coger y explotar un disco y explotar las mismas canciones por un año entero porque no estás tocando para la misma gente, en los mismos tres venues… Nosotros tocamos un montón en vivo, con las misma personas viéndote… y si no seguimos montando canciones nuevas como hacemos, que siempre estamos presentando o tratando de presentar canciones nuevas y hacer los discos, la gente se aburriría, en Puerto Rico la gente definitivamente se aburriría y no podríamos tocar con la frecuencia que nos gusta tocar”.
Campo Formio Vinyl Release de Crackman from Jonathan Sewell on Vimeo.
Por eso, Fernando entiende que en Puerto Rico estar tocando un año y no sacar al menos un CD es una pérdida de tiempo. Por lo mismo, Campo-Formio se adscribe a la ética del D.I.Y (do it your self) y no esperan por nadie, ni por disqueras ni por promotores, ni por manejadores.
El Crackman “lo producimos bajo nuestro sello disquero que es ‘Dead Mofongo Records’, nosotros lo hicimos (el sello) para lanzar el (disco) anterior. Es más o menos lo mismo que un record label: una vez tienes la producción, trabajar el arte por tu cuenta o conseguir artistas, hacerlo todo, y mandarlo a reproducir a una compañía”, explicó Fernando. Pero, cuando se trata de lanzar un álbum en formato de vinilo la cosa es un poco más complicada, “es un poquito más duro porque los formularios son más arcaicos, no es por Internet y tienes que mandar a masterizarlo a alguien que masteriza para vinilo, que en este caso lo hizo el mismo del disco anterior, Dave Eck, (de la compañía masterizadora) ‘Lucky Laquers’. El está para ayudar a bandas y record labels underground… no les hace tarifas súper asquerosas de masterización como la mayoría de la gente que hace los discos de Enita Nazario y esa gente”.
Pero, ¿pa’ qué sacar un vinilo cuando hay Internet, mp3, y sobre todo, piratería?
Según Fernando “está comprobado científicamente que suena mejor el vinilo para el oído del ser humano, por las frecuencias y como se adaptan al oído… El vinilo retoma un poquito eso de conectarte con una persona que quiere el disco, que quiere ver el arte grande, más grande que el de los CD’s, tiene como una esencia rara envuelta que está fina, además que tú sabes que para nosotros como banda nos beneficia, porque los viniles se venden más, la gente los compra más y eso es una realidad…”. Por su parte, Diego añadió que “la gente reconoce que hay un mayor trabajo envuelto, toma más tiempo hacerse, y que están más pensados (que el CD) en general”.
Y de esa realidad parece que se han dado cuenta muchas otras bandas, de la realidad de que “nuestra generación no respeta el CD”, como dijo Fernando, pues entre el año 2010 y el año en curso se ha visto una especie de boom del vinilo en la escena local. Y el boom no sólo ha sido de la forma del vinilo sino también de buenos contenidos como los que se encuentran en el disco de Campo-Formio, “Spooky Fool”, en “Tan Bajo” de Dávila 666, así como en los LP’s de Las Ardillas, Los Vigilantes y El Macabeo quienes también han lanzando su música en ese formato.
Todos los discos de Campo han sido EP (extended Play), un álbum no tan largo como un LP (Long Play) pero que contiene más canciones que un sencillo, o sea más de dos canciones. Este es el formato que mejor se ajusta al ritmo de producción de la banda pero el lanzamiento de un LP no está descartado. Campo Formio está preparando un LP de por lo menos 12 canciones nuevas. Pero para esperarlo tendremos pronto las cuatro canciones del 7” del Crack Man.
Y así más o menos sobrevive Campo-Formio (y muchas otras bandas independientes), con la auto-gestión, siguiendo la ética punk del D.I.Y, combinando lo mejor de la vieja tecnología de reproducción musical como el vinilo, y la última tecnología de la comunicación como el Internet para hacer networking, promocionarse y lanzar mp3s que no incluyen en los viniles.
Pero también saliendo a la calle a repartir flyers, a pintar paredes (¿quién no ha leído la palabra Campo-Formio en alguna pared del área metro?) y sobre todo a tocar como lo han hecho en los pasados tres años, y como lo harán el próximo 7 de octubre en La Respuesta donde podremos escuchar y obtener su nuevo material.
La historia fue publicada originalmente en la Revista Conboca