Muchas veces los jóvenes creen estar dando lo mejor de sí a nivel académico, pero eso no se refleja en las calificaciones que reciben. Difícilmente sea porque el profesor te odie y quiera que repruebes para tenerte de alumno hasta la eternidad. Muchas veces cometes pequeños errores o te olvidas de hacer cosas que impiden ponerte en el camino para recibir el título del alumno del año. ¿Qué esperas? Descubre los 10 tips que hacen al buen estudiante.
1. Escribe una lista con lo que debes hacer
No es por dudar de tu memoria, pero existen momentos en que tenemos tantas cosas por hacer que puede que se nos traspapele alguna. Por ello es más sencillo recurrir a una agenda, notitas en el escritorio o a recordatorios en el celular donde anotes una lista con lo que tienes pendiente por hacer. Cada vez que te surja algo nuevo, toma la lista y añádelo. Al menos dos veces al día échale un vistazo y tacha las cosas que ya hayas realizado. Si tienes una agenda es ideal porque puedes dividir por fechas y saber qué es lo que tienes para la semana siguiente.
2. Asígnale un lugar específico a cada cosa
La idea de ser organizado no es tener el cuarto siempre reluciente. Habrán días en los que no podrás limpiar el cuarto, pero es importante que lleves un orden de las cosas que tienes allí para luego no enloquecerte buscando cosas importantes. Para ello asígnale un lugar específico a cada cosa.
3. Conoce los intereses de tus profesores
Hoy día todos están en la web, ya sea porque tienen perfil en LinkedIn y Facebook, tienen Pinterest o subieron videos a Youtube de ellos en alguna conferencia. Debes beneficiarte de esta información para saber qué cosas les interesan para cuando debas elegir un tema para tu próximo ensayo, por ejemplo. No te asegura que te vaya a ir bien en el trabajo, pero por lo menos sabrás que estarán motivados a leer sobre ello.
4. Apúntate en talleres de escritura
¿Escribes bien? Siempre puedes escribir aún mejor. Casi todas las universidades brindan talleres de escritura en grupo. Es una buena oportunidad por mostrar que te interesa ser mejor estudiante, utilizar los beneficios que brinda el centro educativo al que asistes y conocer gente.
5. Pon a prueba tu capacidad de liderazgo
Puedes auto nominarte para ser presidente de la clase, para hacer voluntariado o cualquier actividad que te permita poner en juego tanto tu habilidad de ser líder y creativo como de ser sociable. Todas son características valoradas por los profesores y por tus compañeros.
6. Anímate a opinar
Lo peor que puedes hacer es pasar desapercibido en clase. Debes demostrar que estas allí y que tienes opinión sobre los temas que discuten. Demostrarás interés y que eres inteligente. Levanta la mano, ofrécete para dar presentaciones en clase, pregunta, responde, habla; lo importante es que participes, no importa si alguna vez cometes un error.
7. Adopta la lectura como hobbie
En la universidad te mandarán leer muchos libros que quizás no te interesan pero que estás obligado a leerlos. La idea no es que pases a odiar los textos, sino que aprendas a hacerte un tiempo para leer por placer cosas que de verdad te gusten. A la vez de divertirte, te ayudará a perfeccionar tu vocabulario y tu redacción.
8. Fíjate metas concretas
Más allá de que quieras terminar la universidad y convertirte en el mejor doctor, abogado, comunicador o nutricionista, debes fijar metas a corto plazo; por ejemplo, por semestre. ¿Cuántos exámenes quieres dar y salvar? ¿Qué proyectos quieres concluir? Piensa en si utilizas tu tiempo en pos de ello o si puedes modificar en algo tu rutina.
9. Propone lo que creas que haga falta
¿Tienes amigos en otra universidad que te comentaron del increíble club de teatro que tienen? ¿Tu universidad no cuenta con uno? Propone crear un club de teatro en tu institución, realiza una búsqueda de posibles espacios para desarrollarlo y de posibles profesores y alumnos interesados. Si eso no te gusta puedes proponer realizar exposiciones de arte, grupos musicales, o una revista de noticias universitaria.
10. No tengas miedo a equivocarte
Un tropezón no es caída. Si te equivocaste aprende de ello y sigue adelante. No dejes que eso te detenga. No te quedes en lo fácil y conocido por miedo a que no salga bien. Desafiarte te anima a conseguir cosas nuevas y mejores.
Este artículo fue publicado originalmente en Universia Puerto Rico.