Río Piedras es un barrio sanjuanero con una gran cantidad de inmigrantes cuya integración con el resto de la población ha tenido cierta resistencia. Preocupados por esta situación, el Centro de Acción Urbana Comunitaria y Empresarial (CAUCE) –de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP)– procura atender este asunto utilizando como herramienta la educación alternativa.
CAUCE se insertó en la escuela elemental Luis Muñoz Rivera, la escuela intermedia José Celso Barbosa y la escuela superior Ramón Vila Mayo –todas en el casco urbano de Río Piedras- con el programa Pro-Educa, que implementa el uso del arte como instrumento educativo para concienciar sobre el tema de la xenofobia.
El estudiante Javier Córdova, quien pertenece a la Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lasalle de la UPR y se desempeña como coordinador de Pro-Educa, explicó a Diálogo cómo este año están integrando la música -a través de una serie de talleres- como vehículo para difundir en las escuelas los valores de igualdad y la necesidad de defender los derechos humanos, no como privilegios, sino como algo imperativo para el funcionamiento de la sociedad.
Con la ayuda de personalidades como el rapero Vladimir Pérez Carusini y Emil Martínez Roldan, integrante del grupo Los pleneros de la cresta, los alumnos en cada escuela se encuentran en el proceso de escribir una canción, que contiene un mensaje en contra de la xenofobia y a favor de los derechos humanos.
El doctor Ángel Pérez, coordinador de los estudiantes de práctica de CAUCE, comentó que “los proyectos empiezan de poquito”. Destacó que existe el interés de grabar las letras de estas canciones con el fin de presentarlas, al final del año, a toda la comunidad escolar de los tres planteles que están impactando. Se prevé que esta parte del proyecto se realice en conjunto con Radio Universidad de Puerto Rico.
El funcionario recalcó la importancia de integrar métodos de educación alternativa o popular en el proceso de aprendizaje de los niños y jóvenes. También, estableció que la educación popular parte del conocimiento que tienen los participantes sobre el tema.
“La educación alternativa es decir las cosas de forma distinta. […] Pensamos en cómo integrar la música, no solamente como estrategia para facilitar los talleres y de interesarlos por los temas, sino también de crear contenido a través de sus expresiones”, añadió Pérez.
Asimismo, otra forma en que ambos trabajadores sociales han introducido el tema de la xenofobia y los derechos humanos en la iniciativa, ha sido a través de la autoevaluación de los estudiantes. “Se presentan imágenes en donde se cuestionan si realmente estos derechos están garantizados. Un ejemplo es que cada vez hay más deambulantes en la calle y el derecho a la vivienda es uno fundamental. Son noticias recientes, cosas que se saben pero que no se cuestionan necesariamente”, agregó Córdova.
Por su parte, el estudiante Moisés Gallardo Tavárez, quien cursa el duodécimo grado en la Escuela Ramón Vila Mayo, destacó que “las charlas nos van a servir para cuando salgamos a la calle enseñar a la gente a no discriminar”.
El joven lleva dos años consecutivos participando en Pro-Educa y detalló que tiene un interés profundo en promulgar todo lo aprendido en los talleres, sobre todo, porque él mismo ha sido objeto de discrimen en varias ocasiones.
“Soy de República Dominicana. Cuando alguien me dice algo, yo le digo que se ponga en mi lugar y que todos somos iguales”, afirmó.
El trabajador social escolar Víctor Colón también está muy entusiasmado con este esfuerzo. Sostuvo que este proyecto ha cambiado la visión de los estudiantes. Declaró que al principio los participantes tenían una idea pero no sabían el significado de xenofobia. “El conocimiento que han adquirido los ha empoderado y están motivando al resto de los estudiantes a participar”, subrayó.
Sobre la integración de la UPRRP con la escuela, el profesional manifestó que ha sido una integración valiosa. “Aunque estamos cerca de la universidad, a veces nos sentimos excluidos de lo que pasa en la UPR y el acceso es bien difícil. Gracias a CAUCE ha habido una apertura”, resaltó.
La iniciativa Pro-Educa nació a finales del año 2013, cuando estudiantes de práctica de Trabajo Social vieron la necesidad de atender a esta población, por la gran cantidad de inmigrantes en el área de Río Piedras. Durante ese primer año, la herramienta que utilizaron fue el teatro. Los niños de escuela elemental representaron la pieza Mangú y Mofongo, de la escritora Tere Marichal, quien se integró al proyecto para brindar apoyo a los niños. Por su parte, los estudiantes de escuela intermedia escribieron su propia escena, que giró alrededor de cómo se manifiesta la xenofobia en las guaguas públicas.
Durante el 2014 se trabajó con arte plástico. En esta temporada, Pro–Educa impactó por primera vez a estudiantes de escuela superior. El producto de los talleres fue una exposición de carteles abierta a la comunidad en general.
De acuerdo con el doctor Pérez, CAUCE ha gestado varios proyectos para fomentar la organización de las comunidades de extranjeros en Río Piedras, con especial atención a la comunidad dominicana. Entre estos se encuentran talleres sobre los derechos de los inmigrantes y derechos laborales, sin embargo, cuando intentan organizar otros proyectos con esta población, no obtienen una respuesta positiva. Esto según él, a razón de un “miedo relativo” por su condición de inmigrantes.
Pérez estableció que “por eso identificamos que tal vez podíamos llegar mejor a los niños”. Además, resaltó que la idea es que se trabaje la problemática desde temprana edad, para que en un futuro podamos tener ciudadanos que aporten al bienestar común.
CAUCE también ha auspiciado talleres de formación continua para los diferentes miembros de las comunidades escolares. Esto con el fin de darle continuidad en el día a día a los talleres concretados con los estudiantes.
Ambos profesionales se mostraron agradecidos con los trabajadores sociales y maestros de las tres escuelas que están impactando, por estos “abrirles las puertas”. De acuerdo con el doctor Pérez, estos profesionales muchas veces están llenos de trabajo y no pueden sacar un espacio dentro de sus labores para abarcar estos temas en la población escolar.
Asimismo, Pérez reconoció la labor de la UPR en el proyecto. “No podemos descontextualizar esto, la UPR – CAUCE metido en las escuelas, trabajando para fomentar una mejor educación”, manifestó.
“Yo creo que la Universidad tiene que seguir saliendo de los portones. Aportar más a la sociedad, sacar el conocimiento y las soluciones fuera de los portones de la UPR, no solamente en los asuntos sociales, sino también culturales”, puntualizó.