Cuando la luna comenzaba a asomarse entre las palmas que adornan el Palmetum en el Jardín Botánico de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el cantante y compositor puertorriqueño Tito Auger le cantaba Boricua en la luna y Ojalá de Silvio Rodríguez a quienes fueron a disfrutar del primer Mercado Agrícola del mencionado jardín.
Los que se quedaron hasta el final de la actividad agarraron sus sillitas de playa y las acomodaron cerca de la tarima para crear un ambiente más familiar y de confianza. Cargaban con bolsas llenas de verduras, frutas, plantas medicinales o frutales y con caballitos de palo para los niños. Al mismo tiempo disfrutaban de una refrescante limonada, acai bowls o hamburguers que compraron en los food trucks que asistieron al evento.
Así transcurrió el primer Mercado Agrícola del Jardín Botánico de la UPR ubicado en Río Piedras, en un ambiente pasivo y de confraternización, donde hubo sol, lluvia y al final la luz de la luna y las pocas bombillas que colgaban de palma en palma. Los más pequeños descargaban la energía que les quedaba corriendo de lado a lado y los más grandes aplaudían, descansaban sus pies y revisaban algunas de sus compras del día.
La actividad, que tenía como propósito principal dar a conocer el Jardín Botánico del principal centro docente del País, comenzó alrededor de las 8:00 a.m. con actividades para todos los miembros de la familia. Los organizadores de la actividad utilizaron el área del Palmetum, uno de los jardines de palmas más importantes de Puerto Rico, como escenario para el evento que reunió a algunas tres mil personas, según Juan Miguel Ortiz Vázquez director del Jardín Botánico y de Servicios Generales.
En los alrededores del Palmetum había diferentes carpas donde comerciantes agrícolas de distintos pueblos del País tuvieron la oportunidad de exponer, explicar, educar y ofrecer al público sus productos. Algunas de las frutas más solicitadas durante la actividad fueron el rambután (fruto color rojo rico en vitamina C) y las quenepas.
Asimismo, la miel fue otro de los productos más cotizados durante la actividad. Según el apicultor Miguel Carboner, vicepresidente de la Federación de Apicultores de Puerto Rico, hubo mucho flujo de personas por su estación y las ventas estuvieron “muy bien”. Carboner llevó para la venta miel pura en dos tamaños diferentes. Además de la miel el apicultor llevó otros productos derivados de este producto: propóleos (sustancia que las abejas utilizan para cubrir el interior de la colmena y que tiene propiedades medicinales), polen (que tiene muchas vitaminas y minerales) y un jarabe para el catarro a base de miel, entre otros.
A la actividad también dijo presente la Finca Aníbal Rivera Fuentes de Corozal con una amplia variedad de frutas y verduras de las que sobresalía un ñame de más de 12 pulgadas de alto.
La Estación Experimental Agrícola de la UPR llevó productos cultivados en sus diferentes centros investigativos. Según Linette Feliciano, oficial administrativa de la oficina del decano de la Estación Experimental, entre los frutos que más vendieron cabe resaltar las quenepas, el café de adjuntas y yucas orgánicas de Isabela. Mencionó que todos los recaudos son van para continuar trabajando con diferentes investigaciones.
En otra de las carpas podían conseguir orquídeas a diferentes precios y tamaños. Entre estas mesas que vendían plantas medicinales y plantas frutales se encontraba la Asociación de Mujeres Agroempresarias de Puerto Rico, quienes estaban promocionando su organización y exponiendo algunos de sus proyectos, entre ellos la siembra de las plantas de fresas y las plantas hospederas de la mariposa monarca.
Por su parte, Ortiz Vázquez mencionó estar contento con el resultado de la actividad, a pesar de que la lluvia hizo que muchas personas se fueran, quienes se iban salían satisfechos. “Se les dio servicio al público, se recicló durante toda la actividad, se les orientó y se dieron las charlas”, dijo.
“El propósito era darle un poco de exposición al Jardín Botánico, ya que mucha gente no lo conoce”, explicó. Añadió que también buscaban darle la oportunidad a otras agencias gubernamentales y proyectos de la UPR a que presentaran sus productos.
En toda actividad puertorriqueña nunca puede faltar el área de los artesanos. En esta ocasión hubo dos grandes carpas que reunieron el arte local. Entre los artesanos cabe destacar el proyecto de bisutería de Yesenia Torres, estudiante de maestría de la UPR Recinto de Río Piedras.
El presidente de la UPR, Uroyoán Walker dijo presente en la actividad y compartió con Diálogo que espera continuar realizando el Mercado Agrícola al menos cada seis meses.
“Estoy bien contento con la actividad y con el número de personas que ha venido. El motivo principal es que la gente sepa que esto está aquí (el Jardín Botánico) y que esta actividad la vamos a seguir haciendo. Queremos que la gente tome acción de este su espacio que también es un espacio de investigación y que está para el servicio de Puerto Rico y el mundo”, sostuvo Walker.
Los niños y los amantes de la comida de los food trucks locales también tuvieron su espacio en el evento. El grupo Aventuras en el Jardín Botánico de Puerto Rico estuvo a cargo de entretener a los más chiquitos, quienes tuvieron la oportunidad de colorear y trabajar con materiales reciclables. Mientras que los foodtrucks Dónde sea, The Meatball Company, Picnic Bus y Acai on the go, fueron algunos de los encargados de calmar el hambre y los antojos del público.
Ya caída la tarde, cuando las personas sentían en sus cuerpos el efecto de un buen día, la agrupación Más que dos los puso a cantar al ritmo de una guitarra y dos voces. Ya caída la noche, Tito Auger despertó el sentimiento patrio al cantar “y yo le grito al villano; yo sería borincano aunque naciera en la luna”, mientras que los empleados y organizadores de la actividad recogían todo y se despedían hasta la segunda edición del exitoso Mercado Agrícola del Jardín Botánico de la UPR.