Eran veinte. Cada uno sonreía a su manera, pero de alguna forma la sincronía les atravesaba las mejillas haciendo parecer que aquella risa fuera solo una. Las memorias compartidas que hilvanaban sus miradas se reproducían al unísono cuando los integrantes del Teatro Rodante Universitario narraron en conferencia su experiencia teatral en el Festival Fringe en Endimburgo, Escocia celebrado desde el 3 al 13 de agosto de 2012.
El elenco, en conjunto con varios profesores del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, trabajaron una variedad de cuentos del poeta andaluz Juan Ramón Rodríguez, llamada Platero y yo.
Este texto clásico, de cuentos breves sobre la vida y muerte de un burro, fue modificado con el fin de ofrecer una presentación más eficiente ante un público que desconoce la lengua española.
“Ese fue uno de los debates iniciales. ¿Cómo vamos a presentar este trabajo? ¿En español, en inglés o bilingüe? Pero es absurdo [presentarlo en otro idioma] porque este es un festival internacional de teatro”, comentó María Eugenia Mercado, profesora de teatro.
Precisamente, esta obra fue la única presentación en español en el festival.
A pesar de la primera barrera cultural, que fue el idioma, la puesta en escena de Platero y yo fue exitosa y muy bien criticada. Esto se debió, según Julia Thompson, profesora especializada en la utilización del cuerpo en función del teatro, al excelente trabajo que realizaron los actores y actrices quienes supieron maximizar los lenguajes universales: el cuerpo y la música.
Para lograr esa excelencia, el elenco universitario llevó un riguroso entrenamiento físico, mental y disciplinario.
“Cuando nosotros llegamos a Endimburgo parecíamos una compañía profesional o (mejor dicho) somos una compañía profesional con la diferencia de que cargamos con el nombre de estudiantes”, opinó Israel Franco-Müller, diseñador escenográfico y técnico de la obra.
Por otra parte, el logro de que el Teatro Rodante Universitario llegara al suelo escocés fue producto de una labor colectiva, continua y de mucha disciplina.
“Fue un proceso de tocar muchas puertas, de ventas de rifas y ‘muffins’ en los pasillos de la universidad para alcanzar esta meta”, abundó Thomson.
No obstante, la participación del Teatro Rodante Universitario ha abierto puertas tanto para los estudiantes participantes como para la UPR.
“Esa puesta, esa energía que trascendió el idioma logró que vinieran directores de otras universidades a pedirnos los contactos de dos de los estudiantes del elenco para otorgarle una beca para estudios graduados”, expresó Thompson.
Asimismo, en octubre se espera la visita del American Collage Festival para determinar si Puerto Rico puede participar por primera vez en esta reconocida exposición teatral universitaria.
A medida que fueron develándose las anécdotas del Teatro Rodante Universitario se vaticinó que van con paso firme tras sus palabras de “querer comerse el mundo”. Esa sonrisa que los une ya comienza a sentir los sabores de la conquista; de la confianza que brinda el conocimiento y el saber laborar en colectivo.
Vea el blog oficial de la travesía del Teatro Rodante Universitario en el Festival Fringe 2012 en Escocia pulsando aquí