Escasas precipitaciones pluviales, altas temperaturas sin precedentes en Estados Unidos y Europa Oriental e intensas sequías en diversas regiones del planeta merman considerablemente la producción agrícola y disparan al alza los precios de cultivos esenciales para la alimentación humana.
En julio las cotizaciones mundiales aumentaron 10% y los precios del maíz y de la soya alcanzaron niveles históricos, revela el último informe Alerta sobre precios de los alimentos del Banco Mundial (BM).
El Índice de Precios de los Alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) experimentó en julio un incremento de 6%, hasta situarse en 213 puntos, debido sobre todo al encarecimiento de los cereales y el azúcar.
Según la Alerta sobre precios de los alimentos del BM, las condiciones climáticas son una causa importante de las bruscas alzas internacionales registradas el mes pasado, sobre todo la sequía que causó daños masivos en los cultivos de maíz y frijol de soya en Estados Unidos, y la escasez de lluvias que mermó significativamente la producción de trigo en Rusia, Ucrania y Kazajstán.
Este año las lluvias monzónicas estuvieron 17% por debajo del promedio de los últimos 50 años en India, el segundo productor mundial de azúcar y uno de los principales proveedores de arroz. En Estados Unidos, primer productor de soya, más de la mitad del área continental rural de la Unión soportó la peor sequía de los últimos 82 años. En la Federación Rusa, el tercer exportador mundial de cereales, la sequía destruyó en apenas cinco meses el 7,3% de los cultivos en 21 divisiones administrativas del país.
En los primeros días de agosto cerca del 18% de los suelos estadounidenses padecía una sequía excepcional o extrema, la categoría más alta en una escala de cinco niveles, sobre todo en Carolina del Sur, Georgia, Florida, Luisiana y Texas, evaluó el Centro Nacional de Mitigación de la Sequía (NDMC en inglés) de la Universidad de Nebraska.
El 1 de agosto la sequía excepcional afectaba a la mayor extensión en Estados Unidos desde que el NDMC inició el registro hace 12 años; y una semana después el Centro Nacional de Meteorología confirmó que el perímetro de la zona árida había aumentado en 136 mil kilómetros cuadrados. Se estima que están secos más del 90% de los campos de Missouri, el 80% de los de Kansas y Nebraska, el 95% de los de Arkansas, y dos tercios del estado de Colorado. Hay que regresar al año 1930 para encontrar un panorama tan complicado y extendido como el actual, ilustró el geólogo Jeffrey Atkins.
En Rusia al menos 17 regiones administrativas fueron declaradas en emergencia y 10 solicitaron ayuda estatal para adquirir piensos y así garantizar la producción de carne de ave, cerdo y vacuno. Tras estimar las pérdidas en mil millones de dólares, el ministro de Agricultura Nikolai Fiodorov, confirmó que la producción agrícola en 2012 caerá a unas 75 millones de toneladas, de las cuales 12 millones se destinarán a la exportación, cuatro millones menos de las planificadas.
El 23 de agosto el Consejo Internacional de Granos (IGC por sus siglas en inglés) alertó en Londres sobre una sensible baja en las existencias de maíz y trigo, mientras que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) vaticino que los inventarios combinados de maíz, trigo, soya y arroz descenderán al nivel más bajo de los últimos cuatro años, antes de las cosechas de la temporada 2013.
El USDA prevé una rebaja de 25 millones de toneladas de maíz hasta un total de 275 millones. El IGC estima que la producción mundial de maíz para el período 2012-2013 se reducirá en 26 millones de toneladas (hasta 838 millones), muy por debajo de las 875 millones de la temporada previa; mientras que los suministros mundiales de trigo descenderán en cuatro millones de toneladas (hasta 41 millones).
En vista de los ajustados suministros mundiales sin precedentes entre septiembre de 2012 y febrero de 2013, la consultora Oil World advirtió que en los próximos meses los precios de la soya podrían superar todos los récords registrados hasta la fecha. Desde enero los precios de la soya en la bolsa de materias primas de Chicago aumentaron en 35%, y el 21 de agosto los contratos futuros de la oleaginosa con vencimiento en noviembre batieron nuevos récords al ascender a 17,03 dólares por fanega de 27 kilogramos.
Precios al alza
El grave deterioro de los cultivos de maíz y soya en Estados Unidos; de trigo en Rusia, y de azúcar y arroz en India presiona al alza los precios internacionales, y trae a la memoria la crisis alimentaria de 2007 y 2008 que provocó disturbios sociales en más de 30 países.
Entre abril y julio se mantuvo la tendencia inestable de los precios de los alimentos observada durante los 12 meses previos. Los valores subieron en abril, bajaron en mayo y junio, y aumentaron bruscamente en julio, particularmente en África. En ese trimestre, el precio del maíz aumentó 113% en Mozambique y el del sorgo subió 220% en Sudán del Sur y 180% en Sudán, según el Índice de precios del BM, que registra los valores de los productos alimenticios básicos en el mercado internacional.
En el primer semestre del año los precios del trigo aumentaron 42% y 27% los del maíz en la bolsa de Chicago. Entre junio y julio los valores del maíz y del trigo se incrementaron en 25%, los frijoles de soya en 17% y solo el arroz se redujo en 4%. En general, los precios mundiales de los alimentos aumentaron 10% en julio de 2012 con respecto al mes anterior; fueron un 6% más altos que en julio de 2011, y 1% superiores al punto máximo alcanzado en febrero de ese mismo año, precisa el último informe de precios del BM.
La Alerta del BM advierte que los costos de los alimentos se mantendrán altos e inestables a largo plazo debido a la creciente incertidumbre en torno a la oferta, la mayor demanda de una población que va en aumento, y la baja capacidad de respuesta del sistema alimentario. Los expertos del Banco no creen que se repita una crisis similar a la de 2008, pero factores negativos “como la aplicación de políticas para enfrentar el pánico por parte de los países exportadores; un severo fenómeno climático de El Niño; malas cosechas en el hemisferio sur, o fuertes aumentos en los precios de la energía, podrían provocar alzas en los precios de los cereales, más significativas aún que las registradas hace cuatro años”.
“Los precios de los alimentos volvieron a subir bruscamente y amenazan la salud y el bienestar de millones de personas. Los habitantes de África y Oriente Medio son especialmente vulnerables, pero esta situación también afecta a otros países donde los cereales aumentaron de forma abrupta”, previno el presidente del BM Jim Yong Kim.
“No podemos permitir que estas subidas récords en los precios se traduzcan en peligros de por vida a medida que las familias retiran a sus hijos de la escuela e ingieren alimentos menos nutritivos para compensar los altos precios”, opinó Kim y recomendó a los países “fortalecer sus programas específicos para aliviar la presión sobre la población más vulnerable”.
El BM recalcó que la falta de lluvias tiene graves efectos en la economía, nutrición y pobreza. En India, por ejemplo, las enormes pérdidas sufridas a raíz de sequías ocurridas entre 1971 y 2002 redujeron el ingreso familiar anual entre 60% y 80% en las zonas afectadas. En Malawi se proyecta que una futura gran sequía –como las que se observaban una vez cada 25 años– podría incrementar la pobreza en 17% e impactar especialmente a las comunidades rurales pobres.
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