El camino hacia la metrópolis ya no es directo. Tiene escalas o hasta distintos destinos. En el debate ¿Todos los caminos conducen a las Metrópolis?– con los panelistas Daniel Maximin, Pedro Antonio Valdez, Rodrigo Rey y Alejandro Carpio- se planteó las posibles travesías llenas de cruces y rutas alternas donde la literatura evidencia la diversidad de fenómenos que han influenciado el desarrollo cultural de los países colonizados a través del tiempo.
Las principales metrópolis europeas como Londres, París y Madrid, fueron espacios de retorno donde los ciudadanos de los territorios colonizados se nutrían y buscaban estar a la vanguardia del arte y la cultura. Sin embargo, diversos fenómenos dieron paso a que los principales centro culturales se desplazaran de las metrópolis.
Es aquí donde la lengua es el arquitecto de esos nuevos espacios.
“El español, el inglés y el francés eran lenguas opresoras, pero luego se usaron esas mismas lenguas para luchar contra ellas. Ya no se puede hablar de una metrópolis lingüística porque se apropiaron de ella a través del arte”, argumentó el narrador, poeta y diplomático nacido en la isla caribeña Guadalope, Daniel Maximin.
Tomando la lengua como propulsor de la cultura libre, Maximin agregó que “no existe un único francés, sino que existe el francés africano, el francés de Quebec, el francés caribeño”. Según el letrado guadalupeño, esto se debe a que la función principal de la literatura es la liberación.
De igual forma, sucede con los emigrantes escritores que comienzan a hacer narraciones en el idioma de la metrópolis, pero no para reproducir sus estilos, sino para continuar haciendo cultura nacional. “Los dominicanos y puertorriqueños que viven en Estados Unidos y escriben en inglés demuestran que la nacionalidad tiene la capacidad para insertarse en la metrópolis y comenzar a ser narrada desde allí”, mencionó el escritor dominicano, Pedro Antonio Valdez.
Por otra parte, la globalización ha tenido un rol protagónico en esos desvíos de búsqueda cultural o hacer cultura fuera de las metrópolis.
El escritor puertorriqueño, Alejandro Carpio dijo que “en la actualidad, por razones de avances tecnológicos y de transportación, las personas ya no tienen que irse necesariamente a la metrópoli para estar en contacto con las nuevas tendencias culturales. Hoy día, una persona puede hacer publicaciones en Barcelona sin tener que ir allá ya que lo puede hacer a través de Internet”.
Los panelistas concluyeron que cada escritor es un transmisor de la cultura en cualquier lugar en que se encuentre. “Cualquier persona que tenga un lápiz y un papel se convierte en un centro de globalización”, explicó Maximi.
El debate formó parte de la jornada del sábado de Festival de la Palabra 2012, que se llevó a cabo hasta ayer, domingo, en el Museo de Arte de Puerto Rico, en Santurce.
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