Luc Déry, productor del galardonadísimo filme Incendies, y el director Phillipe Falardeu traen una hermosa y triste historia de amor entre un profesor algerio, un asilado político, y un grupo de estudiantes trastornados por el suicidio de una de sus maestras favoritas.
La película, El Profesor Lazhar, muestra una historia genuina y original, pero llena de altas y bajas. El filme, que es de origen canadiense, trae a colación la inmigración y lo difícil de ésta. Lo complicado que puede ser vivir en un nuevo país, en especial si se es un extranjero que busca asilo político luego de saber que toda tu familia fue asesinada en un acto terrorista.
Sin embargo, el amor de Bachir Lazhar, el personaje principal interpretado por Mohamed Fellag, por sus estudiantes es una de las interpretaciones más autóctonas de lo que podría ser el imaginario de un buen maestro: una persona preocupada por el bienestar mental y educativo de sus estudiantes.
Precisamente, en su vocación como educador es, a mi juicio, donde el filme adquiere su valor y apela a nosotros los puertorriqueños al presentarnos a una persona que por su disposición va a las últimas consecuencias por lograr que sus estudiantes salgan aprendan buen francés. Esto, si recordamos el tan gastado imaginario de que en Puerto Rico los maestros pierden su vocación con el tiempo convirtiéndose en parte del llamado establisment.
El Profesor Lazhar está basada en basada en la obra Bashir Lazhar de Évelyne de la Chenelière, y se present el pasado fin de semana durante la celebración del Festival de Cine Internacional de San Juan, en Cine Metro de Santurce.