La Oficina de Exalumnos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) volvió celebrar con éxito su segunda edición del Food Truck Fest, pero esta vez fue una versión Navideña.
La actividad denominada El Parrandón Food Truck Fest 2015, se celebró el domingo, 6 de diciembre, en el Palmetum del Jardín Botánico de Río Piedras y logró reunir a 18 de los food trucks más reconocidos del País.
La carretera que circula el enorme jardín de palmas se convirtió en una exquisita pasarela culinaria. En ella desfilaron personas que cargaban con pizzas personales, sandwiches de albóndigas, tacos suaves, mantecados de turrón o vainilla, acai bowls, limonadas, mini hamburger, comida tailandesa y japonesa, tostones o hasta mini frituras.
Mientras que en las áreas verdes corrían y jugaban libremente los más chiquitines con los amigos que acababan de conocer.
Al igual que la primera edición del festival, que se llevó a cabo en el mes de julio, la música y las presentaciones artísticas no podían faltar. Las primeras agrupaciones en presentarse venían de varios de los recintos de la UPR, como el Dance Team de Arecibo, la Batucada de Carolina y la Tuna de Río Piedras. Asimismo, durante el transcurso del día también subieron a tarima El Teatro Rodante riopedrense, el Circo Nacional de Puerto Rico, la banda de rock oficial del Food Truck Republic y finalizó la velada con el show acústico del legendario Roy Brown.
Como toda actividad navideña, las luces lucieron la decoración de los los jardines. Esto hizo que a medida que caía la noche el ambiente continuara viéndose y sintiéndose muy familiar y festivo.
Asimismo, hizo su parada en la actividad el querido por muchos y detestado por otros, Santa Claus, quien debido al clima cálido de la Isla vistió ropa muy tropical, pero siempre luciendo su larga barba blanca. Este recorrió por más de dos horas el área de la actividad retratándose y hablando con los más pequeños y los no tan pequeños.
Debido a que en la primera edición del festival llegaron más personas de las que se esperaban, los food trucks vendieron todo su inventario. Por tal razón, en esta edición contaron con 18 guaguas de comida y una estación a cargo de la Escuela Hotelera de la UPR en Carolina con una oferta gastronómica típica puertorriqueña.
A pesar de que la asistencia no fue tanta como la que esperaba, se dieron cita alrededor de 2,500 personas y todas lograron probar varios platos. Además, los concesionarios de comida registraron buenas ventas.
“Fue todo un éxito. Esperábamos más gente, para nuestra sorpresa hubo otras actividades en el País durante ese día, pero a pesar de todo fue un éxito. Se cubrieron todos los gastos y pudimos recaudar dinero adicional”, indicó Gretchen Krans, directora de la Oficina de Exalumnos de la UPR.
Además de lograr reunir en un mismo lugar a los exalumnos, estudiantes y futuros estudiantes, la Universidad también buscaba recaudar dinero para el Fondo Dotal de Becas de la Institución, por lo que en las entradas se solicitaba un donativo sugerido de $5. El Fondo Dotal tiene como objetivo respaldar las actividades académicas y de investigación de la UPR.
“Aunque el Fondo Dotal se beneficia directamente de la actividad, la realidad es que el evento nos da mucho más. Nos da el branding de la Universidad, abre las puertas a la comunidad, crea el vínculo con los exalumnos y eso es lo que queremos, que los exalumnos se adueñen de la Universidad y sepan que ellos son los que le dejan saber al mundo lo que produce esta Institución”, mencionó Krans.
Asimismo, aseguró que la UPR y la Oficina de Exalumnos continuará realizando la actividad, porque además de los beneficios monetarios, insistió en que “están comprometidos con querer demostrarle a los exalumnos que ellos son el orgullo de la Institución”.
“La gente estaba muy contenta con la oferta artística, Santa Claus fue todo un éxito y el área de niños también. Logramos establecer un espacio familiar y de mucha calma. Los food trucks se prepararon para más gente, pero estaban contentos porque todo fluyó bien. La gente no hizo casi fila para comer”, añadió.
A eso de las 7:00 p.m., luego de un día lleno de actividades y de agotar energías bailando y caminando por todo el Jardín Botánico, el público se reunió frente a la tarima para corear las canciones que tanto admiran del cantautor Roy Brown. Luego cayó la noche y el evento se despidió entre aplausos y abrazos.