El candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama, resultó reelecto (50%) ayer martes tras imponerse al aspirante republicano Mitt Romney (48%).
Obama obtuvo la victoria en los estados calificados como “claves” del país, entre ellos Virginia, Ohio y Florida; además de otras 19 entidades que le dieron el visto bueno a su reelección.
Por su parte, Romney mantuvo el favoritismo en al menos 22 entidades, pero finalmente estas sólo le dieron 201 votos electorales.
En su carrera a la Casa Blanca, ambos candidatos protagonizaron las campañas más largas y caras de la historia del país; en las que se gastaron alrededor de seis millones de dólares en menos de 17 meses.
Durante su campaña, Obama siempre abogó por el apoyo a las minorías étnicas y la eliminación de los recortes de impuestos a los ricos, como una medida de control para solventar la crisis económica que ha golpeado al país desde el año 2008.
De igual manera, el representante demócrata insistió en la necesidad de crear más empleos y mejorar la educación en todos sus niveles.
La contienda electoral se caracterizó por una cerrada lucha en las encuestas realizadas a boca de urna, situación que generó que las ventajas, a favor de uno u otro candidato, variaran a medida que avanzaba el conteo.
El martes, alrededor de 200 millones de estadounidenses fueron llamados a las urnas para elegir al próximo Presidente, que tomará las riendas del país entre el período 2013-2017.
De la cifra, al menos 30 millones de ciudadanos, incluyendo el entonces candidato demócrata, Barack Obama, votaron por adelantado.
Además de escoger al ocupante de la Presidencia, los ciudadanos renovaron el total de los 435 miembros de la Cámara de Representantes, un tercio de los 100 senadores que conforman la Cámara Alta y a sus gobernadores en 11 estados; así como también celebraron elecciones los dos territorios libre asociados de EEUU: Puerto Rico y Samoa.