Mariana García Benítez, editora de la sección Desafío, de Diálogo, recibió el pasado miércoles el Premio Joven Destacada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) y la Comisión de la Juventud Puertorriqueña.
En la actividad, que se llevó a cabo en el Archivo General, se premió a García en la categoría de gestora y periodista cultural. Cerca de treinta jóvenes fueron premiados en el evento, organizado por Antonio Molina y Wilfredo Orama.
La joven de 32 años compartió un mensaje, que tituló Manifiesto de una generación sensata, sobre las dificultades que enfrentan los jóvenes en el campo laboral del Puerto Rico actual, donde no se garantiza un futuro sustentable a la clase trabajadora.
"A nosotros nos contratan, no nos dan plazas. No tenemos derecho al plan médico, a días por enfermedad, ni a vacaciones pagadas. Por lo tanto, sólo tenemos seguro médico si lo descontamos del cheque recibido, cuando nos enfermamos no cobramos y nuestras vacaciones son los fines de semana o cuando se vence el contrato", lamenta García.
En el escrito, la joven expone su preocupación acerca de su futuro profesional y personal, ya que se ha percatado de que muchas personas pasan de estar desempleadas, lo cual considera una realidad terrible, a estar cumpliendo con sobrecargas de trabajo, porque actualmente hay más tareas para una sola persona, aunque esto no asegura la permanencia en un puesto.
García reconoce que la carrera que eligió no la enriquecerá económicamente, pero asegura que no podría dedicarse a alguna otra cosa. Dentro de las Humanidades están "el tipo de carrera que me llamaban la atención sobre otras, como las leyes, para las que entiendo que tengo la capacidad, pero me parecen áridas, poco creativas. Me parecen carreras estudiadas por demasiada gente, en las que no se puede crecer de manera humanística; se convierten en carreras bastante técnicas y mi espíritu no podía con eso".
La galardonada recomienda ciertos cambios en los procesos institucionales y corporativos de la Isla. “Podemos comenzar con la administración inteligente y balanceada de los recursos del gobierno (nuestros recursos), la necesaria regulación de las empresas que explotan los recursos naturales, y las nuevas pautas éticas que se deben implantar en los medios de comunicación”, exhorta la periodista.
La también profesora universitaria, asegura que las limitaciones que sufre su generación les ayudarán a crear mejores presupuestos personales, a establecer prioridades de manera efectiva y a tener conciencia sobre la justicia laboral, económica y educativa.
Mariana, le suma a sus facetas como periodista y profesora una tarea más: está editando la novela, Presagio, del confinado Aníbal Santana Merced, quien cumple una sentencia de 51 años por asesinato en segundo grado, agresión agravada y robo. El joven de 31 años, tras su encierro, pudo encontrarse consigo mismo, rehabilitarse y ser emisor de la realidad del sistema penal.
El arte en Puerto Rico
Por otra parte, la joven confiesa que vivía esperanzada en ver a Puerto Rico convertirse en un país "generador de un arte de una calidad extraordinaria", arte que, según García, estaba "muerta" en los años 90. Considera que ha logrado observar esa mejoría, especialmente, en el campo de las artes plásticas. Sin embargo, acepta que en la literatura queda mucho por mejorar.
En lo que a la música respecta, opina que "más que con música, aportamos (la Isla) con generar personalidades del espectáculo, como Jennifer López y Ricky Martin. La música más rigurosa, la música clásica, es una pena que está muriendo. Cuando uno visita el Bellas Artes para ver espectáculos como el Festival Casals, cada vez son menos los jóvenes que asisten. En parte, es porque no han sido educados, no porque no tengan la capacidad de escuchar música clásica".