¿Qué hace a un hombre hombre?
Concepciones erróneas de género, y la raíz y razón de ser de la violencia doméstica contra las mujeres en Puerto Rico son aludidas a través del actor Ángel Vázquez en su monólogo Macho Menos, presentado el pasado martes 5 en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (UPR-RP). Vázquez encarna a una familia de tres comandada por el machista Osualdo Ríos.
Vázquez, quien se define como un actor desde los ocho años y es el Director de Actividades Sociales y Culturales en la Universidad del Turabo, lleva muchos años trabajando temas sociales a través de Teatro del Sesenta y el dúo de sátira política Juanes del Pueblo.
Aquí el mensaje que quiere llevar es uno de alerta contra la violencia doméstica y su lugar de concepción. Como elabora Vázquez:
"Se escoge este tema porque nos alarma, creo que es de los peores casos dentro de la violencia que aquí ocurre. A mi me parece aberrante y es apremiante trabajar con el tema".
Felicita Feliz (Ricardo Arias)
El formato de monólogo también tiene su propósito.
"Que un hombre lleve a cabo el mensaje lo hace más impactante para el varón, que usualmente es el agresor estadísticamente".
En la obra, Felícita ama a su hombre. Lo ama porque exhibe todos las características que permiten clasificarlo como uno. Osualdo Rios es el arquetipo común del macho puertorriqueño que nuestra sociedad patriarcal inconscientemente perpetúa en nuestro imaginario colectivo.
Osualdo Ríos (Ricardo Arias)
Volvamos a la pregunta inicial de este escrito, ¿qué hace un hombre que le permite ser tildado de hombre?
Si nos dejamos guiar por Osualdo, Felícita y Agapito (Esposo, Esposa e hijo menor), varón es aquel que sigue una línea de comportamiento que va a tono con sus deseos impulsivos y nace de concepciones muy antiguas que le conceden al hombre un sentido de superioridad sobre la mujer.
Consecuentemente, la promiscuidad, el dominio sobre la mujer y una actitud de "yo hago lo que me da la gana porque proveo el sustento económico para la familia" son modalidades que se inmortalizan dentro de muchas familias puertorriqueñas.
Vázquez, quien personifica los tres personajes, deja plasmado esta realidad de manera evidente durante toda la obra. Cuando Felícita habla, justifica las acciones reprochables de su esposo y le niega al público su realidad: vive con un esposo abusivo y un hijo que muestra todos los síntomas de un mini macho en proceso de convertirse en el mismo tipo de hombre que es su padre.
"Agapito está muy precoz, y el ejemplo que ve es el de su padre", comentó Vázquez después de la obra.
Agapito, la "cosecha". (Ricardo Arias)
Efectivamente, Agapito siente que para ser hombre tiene que emular el comportamiento de su padre. Osualdo, mujeriego hasta el fín, siembra en la cabeza de su hijo la idea que inconsciente promueve una concepción errónea de la mujer en donde ésta existe para satisfacer los caprichos del otro sexo. Por esta razón, Agapito siente que es imperativo "conseguir muchas novias", porque se le ha implantado en su cerebro que esto de alguna manera validará su hombría.
"Si nos criaran con un poco más de sensibilidad, hacia las artes y muchas otras cosas, yo creo que tendríamos más éxito con las parejas. No necesariamente es así, pero creo que se debe partir de este modo de pensar", dijo el actor.
La obra culmina con lo que habría de esperarse sería el fin de esta familia disfuncional. En un ataque de rabia, Osualdo acaba con la vida de Felícita y Agapito.
El problema, sin embargo, es que esto no es un incidente aislado o lejos de la realidad.
"Usualmente ocurre contra un mujer que tú supuestamente amas. Si nos espanta que ocurra en espacios públicos, yo creo que es más espantoso que ocurra en tu casa, en tu cuarto, en tu cama, frente a tus hijos…", señaló.
La obra cumple su primer año en abril y culminará su gira este próximo martes en la Universidad Metropolitana de Bayamón.