El pasado 19 de marzo, la doctora Wina Rivera, la doctora Marlén Oliver y la doctora Myrna Comas Pagán, ofrecieron una conferencia titulada “La Seguridad Alimentaria en la población de Puerto Rico: Retos y oportunidades en el Siglo XXI”, como parte del VI Congreso Internacional de Universidades Promotoras de la Salud y IV Conferencia Puertorriqueña de Salud Pública en el Centro de Convenciones de Puerto Rico.
El tema principal lo fue la seguridad alimentaria, y como dijo la doctora Wina Rivera, las familias de bajos recursos son las que viven preocupadas a la poca y baja calidad de alimentación a la que tienen acceso. Y es que la mayoría de las personas que expresaron sentirse preocupados por la alimentación dependen de programas como el Programa de Asistencia Nutricional gubernamental (PAN) para comprar sus alimentos. Y ¿ Qué alimentos son los más económicos? Es lógico saber que los menos saludables.
Sorprendentemente, en una encuesta realizada por Rivera, enfocada a la alimentación en menores, se demostró que muchas veces los padres viven preocupados de cómo, cuándo y hasta dónde poder alimentar a sus hijos. Incluso, algo que es inaceptable, un por ciento de las personas que fueron encuestadas dijo que a veces no podían darle en todo un día alimentos a sus hijos.
Sin embargo, a pesar de la mala alimentación que se tiene en el país y de la poca ayuda que reciben las personas de bajos recursos, somos unos de los países con más promedio de vida en el mundo. Así dijo en su panel la doctora Marlén Oliver, quien también dejó saber que aproximadamente un 43 por ciento de los ancianos cumple con una dieta adecuada.
Ancianos de 65 años o más de bajos ingresos
De la encuesta se desprendió que la mayoría de los ancianos de bajos ingresos en Puerto Rico no viven en centros, si no en sus casas. La percepción de esta población es que llevan una vida alimentaria buena y saludable, y que a su edad saben que es cuidarse y cómo deben hacerlo, llevando una dieta balanceada. Los patrones regulares de consumo son llevados a cabo ajustando sus alimentos dependiendo de sus condiciones de salud.
Sin embargo, a diferencia de las familias con hijos que son de bajos recursos, estos ancianos, con la tarjeta del PAN, pueden cuidarse adquiriendo una dieta “balanceada”. En conclusión, la ayuda les da para comprar alimentos saludables los cuales normalmente son un poco más costosos. No obstante, hay otra cara en la moneda.
La doctora Oliver explicó que a pesar de cuidar sus hábitos alimentarios, a las personas de mayor edad de bajos recursos a veces solo les da para comprar la mitad de sus medicamentos. Así que no están muy lejos de la realidad de la familia con hijos.
Otro factor de incide en la seguridad alimentaria de los ancianos lo es la soledad. Muchos de los barones no saben cocinar y dependen de comprar alimentos preparados fuera de la casa. Esto es un detonante en el mal hábito alimentario que desarrollan.
Alimentos, fluctuaciones y demanda
Acerca de las cadenas de suministros de alimentos en Puerto Rico, no es un secreto que dependemos mayormente de productos importados. La doctora Myrna Comas Pagán, directora del Departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural, explicó que la clave no es comprar alimento saludables, si no de qué verdaderamente se debe preocupar no solo la población de bajo ingreso en Puerto Rico, si no de todas las clases sociales.
La mayor causa de esto es que la agricultura ha sido abandonada y es por ello que Comas Pagán está dispuesta "a virar ese caso”.
Esta se encuentra esperanzada en poder cambiar muchas cosas en el Departamento de Economía Agrícola, entre ellas recuperar la visibilidad de lo agroalimentario. Es muy importante este punto, ya que en el país, a parte de llegar productos importados, que son un 80 por ciento de ellos, llegan algunos que ni siquiera salen en las estadísticas.
“Estamos acostumbrados a ir al supermercado y no pensamos que estos alimentos vienen de una finca extranjera que probablemente tenía malos olores”, dijo la Comas Pagán.
Los alimentos que consumimos se almacenan en Estados Unidos, incluyendo la “comida criolla” como el arroz, las habichuelas, el pollo y sobre todo los tostones, a los cuales la doctora nos dejó saber que no se sabe qué tipo de químicos tienen aquellos que llegan en bolsa.
Ahora bien, si pertenecemos a un sistema alimentario mundial, lo que afecte al mundo nos afecta a nosotros. Esto significa que en Puerto Rico nadie tiene seguridad alimentaria, no tan solo en la salud si no el acceso a ella ya que estamos expuestos en todo el sentido de la palabra. Y es que día a día vemos como sube el precio de la comida y día a día es más baja la calidad. Las estadísticas dicen que solo tres cuartas partes de la comida viene de Estado Unidos, pero no es así. La comida llega de otro lugar a Estados Unidos y luego es enviada a Puerto Rico. La doctora explicó que el segundo país de donde viene nuestra comida es China, todo esto teniendo presente que el 80 por ciento es importado, casi toda la comida que consumimos.
La trayectoria total que recorre la comida en Estados Unidos es de unas dos mil millas, considerando que va de puerto en puerto hasta llegar a Puerto Rico para ser marcada como “fresca”. Esto sin contar la que viene de China que recorre 47 días y Australia 62, entre otros para llegar a Estados Unidos y ser enviada aquí.
Sólo un puerto en la Isla
Por este puerto, localizado en San Juan, entra toda la comida importada, que es la mayoría o todo lo que comemos.
Hace años encalló un barco en ese mismo puerto causando grandes desastres en la zona. Asimismo, la doctora ofreció ejemplos con fotos y experiencias narradas de muchos barcos con mercancía que han encallado en otros puertos. Hay que señalar que es el único puerto en toda la isla en condiciones para que un barco pueda entrar, ya que ni el de Ponce, a pesar de tanto esfuerzo durante años, no se ha podido abrir por que no cumple con los estándares. Así que la pregunta es… ¿Dónde recibiremos comida? En Puerto Rico tampoco hay almacenes de comida.
De otro lado, hay una huelga pendiente de estibadores, y nada nos garantiza que los estibadores que facilitan la comida en Puerto Rico se unan a esta huelga.
También, cabe señalar que las sequías que se pronostican para Estados Unidos son fuertes, es otro problema si consideramos que si Estados Unidos tendrá pocos alimentos para abastecerse menos tendrá para abastecernos a nosotros.
Un ejemplo que ofreció Comas Pagán fue el maíz, el cual está llegando desde las amazonas en Brasil debido a las sequías en Estados Unidos. Pasan por todo el amazonas para llegar aquí.
Y finalmente y no menos importante, existe un problema en las estadísticas de alimentos, y las escuelas no están lejos de también ofrecer información falsa. Se dice que en los comedores escolares, según los directores y demás, llegan a un 40 por ciento de comida local, pero cuando se inspeccionó el plato solo tenía un diez por ciento.
Otra situación señalada lo son productos importados bajo el nombre de compañías locales. Las compañías locales, que solo son el 20 por ciento de lo que consumimos, ahora venden bajo su marca productos importados. ¿Qué estamos comiendo?