Varias veces se le observó en los frentes de activismo ambiental. Por la defensa del Caño Martín Peña, por la protección del Corredor Ecológico del Noreste (CEN) y como estos, otros proyectos. Hoy la planificadora Carmen Guerrero Pérez ocupa la silla de la secretaría del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Diálogo conversó con la funcionaria para conocer a fondo sus planes en esa agencia.
Diálogo [D]: Es la primera vez después de muchos años que nombran una persona comprometida con la causa ambiental para dirigir el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales. ¿Por qué cree usted que fue seleccionada para este cargo?
Carmen Guerrero [CG]: (Entre risas) Esa es una muy buena pregunta. Sin duda el Depar tamento ha tenido muy buenos secretarios, comprometidos con la protección y conservación del medio ambiente. Personas que trabajan no solo en el ámbito legal sino que han contado con biólogos, con geólogos y otros que han trabajado en ese sentido
y han tenido ese compromiso extraordinario. Creo que aquí el Gobernador en cierta manera quiso traer a una persona que está comprometida con lo que es ese deber ministerial de la agencia y que pueda ayudar a cumplir con la protección y conservación de los recursos naturales y con el mandato constitucional. Tenían varios candidatos que entrevistaron y quizás vieron en mí a alguien que tenía la conexión con la parte comunitaria, la parte de planificación participativa, la integración de las comunidades. Dentro de la plataforma gubernamental se hace mucho hincapié a poder escuchar a la ciudadanía, integrar a la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones. Creo que ahí es donde yo traía algo distinto a los demás posibles candidatos.
D: ¿Cuáles fueron los mayores retos que tuvo que enfrentar al ocupar el puesto?
CG: Sin duda la condición en la que se encontraba la agencia en términos de la cantidad de personal. Con la Ley 7 [de 9 de marzo de 2009, Ley Especial Declarando Estado de Emergencia Fiscal y Estableciendo Plan Integral de Estabilización Fiscal para Salvar el Crédito de Puerto Rico] y la Ley 70 [de 2 de julio de 2010, Ley de Programa de Incentivos, Retiro y Readiestramiento] se redujo casi a la mitad. El área que más se afectó fue el personal que trabajaba el componente técnico y científico de la investigación. Ese conocimiento científico se delimitó bastante y se le dio más enfoque a la parte de otorgación de permisos, que no es malo, pero entonces se debilitó una de las áreas más importantes porque nosotros no somos solo una agencia para otorgar permisos, sino una agencia que custodia los recursos naturales del País. Otra cosa que notamos fue cómo en la parte de la administración de la agencia había como un doble nivel en la toma de decisiones. Nos cuentan muchos de los empleados que de la Oficina del Secretario no integraba [las otras divisiones], había una cierta desmoralización. Esto es una nueva administración que viene con una nueva política de puertas abiertas donde queremos escuchar los planteamientos de los distintos empleados, aquí hay un personal que es extraordinario con un compromiso y un conocimiento increíble.
D: ¿Desmoralizados por la falta de comunicación?
CG: La falta de la comunicación y la Ley 7 que fue muy dura. La incertidumbre. Había mucha información que no se estaba compartiendo con las otras divisiones.
D: Y hoy, ¿cuáles son los mayores retos que enfrenta?
CG: Yo te diría que es cumplir con la gran expectativa que hay de todos los distintos componentes programáticos que se tienen en la agenda de trabajo. Dentro de las áreas de prioridad que estamos trabajando en el Departamento es cómo aumentamos en cuatro años la cantidad de áreas naturales protegidas en Puerto Rico, de un ocho por ciento a un 16 por ciento. […] En muchos de los países de Centroamérica y del Caribe ya protegen más del 25% de su terreno nacional. Nosotros estamos bien atrás. Es un reto bien grande.
D: Aparte de aumentar la cantidad de terrenos protegidos ¿cuáles son las prioridades del DRNA?
CG: Una de las prioridades para nosotros es poder restablecer la oficina del Plan de Aguas de Puerto Rico […]. Además empezar una campaña educativa para que se entienda la conexión del proceso hidrológico, que es sumamente importante. También trabajar con la integración ciudadana. Ya hay unos casos que son exitosos como Casa Pueblo, el Comité Pro Desarrollo de Maunabo, el cañón Las Bocas. Son proyectos de grupos comunitarios que están haciendo el manejo de las áreas naturales protegidas y en adición están creando empleos. Otra de las prioridades es trabajar el Plan de Uso de Terrenos. Colaborar mano a mano con la Junta de Planificación para asegurar que de una vez ya
por fin, tengamos un Plan de Uso de Terrenos tan necesario para Puerto Rico [como meta] para febrero del año que viene. No hay excusas. Puerto Rico necesita un Plan de Uso de Terrenos.
D: Por otra parte, ¿cómo se concilia la Carmen Guerrero activista con la Carmen Guerrero funcionaria pública, líder de la agencia más importante en cuanto al manejo de recursos naturales y ambientales?
CG: Más que Carmen Guerrero activista sería Carmen Guerrero planificadora, mi preparación académica es en la planificación y lo utilicé en lo que es el activismo ambiental, pero la planificación es el norte. En esta profesión lo que se busca siempre es el bien común y en parte si Carmen Guerrero la activista participó en estas campañas ambientales fue porque había un área de importancia ecológica que no estaba siendo considerada en la toma de decisiones. Esta oportunidad es para que la voz de esos grupos comunitarios y del medio ambiente se pueda escuchar ya que no estaba siendo escuchada. Te diría que se concilian en el sentido de que siempre voy a buscar que se integren los diversos sectores del País en la toma de decisiones. En este rol yo tengo que escuchar una de las voces que son importantes en la toma de decisión que es el sector de la construcción, el sector de la industria. Es asegurar que todas las voces están siendo escuchadas en ese proceso.
D: ¿Cómo crear un balance entre los intereses de esos sectores industriales y las exigencias de las comunidades y necesidades ambientales?
CG: Yo creo que es más bien crear los espacios. En parte una de las cosas que yo he visto como planificadora y que ha sido de los problemas principales que tiene el proceso de toma de decisiones es el mismo proceso. Si uno quiere integrar a la ciudadanía, uno tiene que darle tiempo. Y no es involucrarlo cuando ya el documento ambiental está listo sino cuando el proyecto está empezando. De los cambios que hay que trabajar es cómo entonces desde el primer día comenzamos a integrar a los distintos sectores para que la toma de decisión sea una informada.
D: ¿ Cuáles son las consecuencias que podrían tener en el aspecto ambiental el uso de terrenos agrícolas para el desarrollo de mecanismos de energía renovable?
CG: En el área ambiental en realidad lo que hay que asegurar es que sea compatible con los usos del terreno del área. Es interesante que las políticas públicas a veces se encuentran [son contrarias]. Tenemos la política pública de conservación de recursos naturales, de producir energía renovable y de asegurar nuestra seguridad alimentaria. Cuando tienes un proyecto de energía renovable en conjunto con un proyecto, por ejemplo, en terrenos de alta producción agrícola, esas políticas están encontradas. Entonces es necesario un proceso de toma de decisiones para cuál es el mejor beneficio público.
(Ricardo Alcaraz)
D: ¿Cree que esas políticas públicas de las que hablamos procuran un balance entre una y otra cosa?
CG: Creo que tenemos que buscar el balance. Es aseguramos que esa política pública de lograr reducir el costo de la energía y movernos hacia energías más renovables la podemos llevar de la mano con asegurar nuestra seguridad alimentaria. Me parece que lo que ocurrió durante la pasada administración fue un proceso fragmentado donde se
propusieron muchos proyectos a través de toda la isla y todavía no teníamos una visión nacional de nuestro plan energético. Y eso es lo que ahora se está trabajando.
D: Hace unos años se dio un proyecto de instalación de turbinas de viento en las zonas de Cerro Toro, Punta Verraca y Punta Ventana donde se denunció precisamente que el DRNA no había actuado ni hecho expresión alguna al respecto. ¿Cuál sería el plan de acción del DRNA en una situación similar?
CG: El área de ese proyecto está al lado del Bosque Seco de Guánica, que es uno altamente conocido y es patrimonio de la humanidad. El proyecto ahora mismo se encuentra en revisión porque se han encontrado unas poblaciones de especies en peligro de extinción que no se habían identificado anteriormente. De haberse dado ese proyecto hoy día empezando desde cero, se hubieran solicitado más estudios antes de promover la aprobación del proyecto dado que es un área donde es altamente reconocido que es de alto valor ecológico. Quizás en ese momento se debieron haber ordenado estudios adicionales.
D: ¿Cuáles espera que sean sus mayores aportaciones desde el puesto que ocupa?
CG: Yo te diría que están muy relacionadas con las prioridades que te mencioné. Poder lograr que Recursos Naturales sea tema de conversación en la toma de decisiones en el País. Porque esto no solo tiene que ver con los recursos naturales, tiene que ver con nuestra supervivencia como país, como isla. Que se vea como una agencia que trabaja mano a mano para ayudar a nuestro desarrollo social, a nuestro desarrollo económico pero a la misma vez a promoverlo de una forma que sea sustentable.