La sala Mater de la Universidad de Sagrado Corazón fue el escenario donde Amnistía Internacional presentó su informe anual de la pena de muerte, este pasado miércoles 10 de abril. En la presentación participó el director ejecutivo de la Coalición Puertorriqueña Contra la Pena de Muerte, Edgardo Román, y el director ejecutivo de la sección de Amnistía Internacional, Pedro Santiago.
Según el informe que realiza Amnistía Internacional, en el 2012 continuó la tendencia hacia el fin de la pena de muerte a pesar de varios retrocesos durante este año en el que solo se documentaron ejecuciones en 21 países del mundo. Esto demuestra que solo el 10 por ciento del planeta llevó a cabo ejecuciones en el 2012, y 2/3 partes son abolicionistas en teoría o en la práctica. Lo que significa que el 90 por ciento del planeta no aplicó la pena de muerte.
“Podemos decir que estamos ganando esta batalla de lucha contra la pena de muerte. Nos estamos moviendo a un mundo sin pena de muerte”, mencionó Santiago.
En el 2012, se tuvo conocimiento de al menos 682 ejecuciones en el mundo, dos más que el 2011. Se confirmaron al menos otras 1.722 sentencias de muerte dictadas en 58 países, en comparación con las 1.923 dictadas en 63 países el año anterior. Las Américas, con excepción de los Estados Unidos, tuvo un 2012 sin pena de muerte.
En Puerto Rico la práctica de la pena de muerte ha sido prohibida en la Constitución desde 1929, pero debido a la relación política con Estados Unidos, la pena de muerte federal todavía es aplicable en ciertos casos.
En 2010, un memorando entre el gobierno local y las autoridades federales permite la transferencia inmediata a la jurisdicción federal de ciertos casos, incluyendo carjackings, uso de armas de fuego, asesinatos y ciertos delitos relacionados con drogas. Esto facilita y aumenta la probabilidad de la aplicación de la pena de muerte. Puerto Rico es el único país del mundo en donde otro país impone la pena de muerte.
De otro lado, Irán volvió a ocupar el segundo lugar en cuanto a mayor numero de ejecuciones, después de China. Los métodos de ejecución en el 2012 incluyeron la horca, la decapitación, el fusilamiento y la inyección letal. En Arabia Saudí se exhibió en una “crucifixión” el cadáver de un hombre ejecutado por decapitación. Se condenó a muerte a personas por delitos muy diversos, como delitos económicos y relacionados con drogas, pero también por “apostasía”, “blasfemia” y “adulterio”, actos que ni siquiera deberían considerarse delitos según la Organización.
Amnistía Internacional ha redactado una carta exigiendo que se respete la Constitución contra la pena de muerte. Esperan recoger diez mil firmas para enviar la carta al Gobernador. Hasta el momento, han recogido dos mil firmas y esperan que para finales de abril, mes de la abolición, puedan enviar la carta.
“Las ejecuciones son medidas populistas que toma el estado para dar la impresión de que se está haciendo algo en contra de la criminalidad,” dijo Román. Sin embargo, según este estudio la pena de muerte no reduce la criminalidad.
Finalmente, se recalcó que Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia del acusado y del método utilizado por el Estado para llevar a cabo la ejecución.
"La pena de muerte viola el derecho a la vida y es la máxima pena cruel, inhumana y degradante".