Definir la ciencia y su función en la sociedad es vital para determinar su contribución a partir de la aplicación del conocimiento que adviene de investigaciones y sus resultados.
El pasado martes, 14 de marzo del 2016, se celebró en el Centro de Convenciones de Puerto Rico el Coloquio Internacional Hablemos de ciencia, como parte del VII Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) que se celebra en Puerto Rico hasta el 18 de marzo. El mismo fue auspiciado por el Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico (FCTIPR) y Betances Droguería Puertorriqueña.
Contó con la participación de cerca de 22 afamados expertos en ciencia, locales e internacionales, incluyendo al galardonado Premio Nóbel de Química en 1995, el mexicano doctor Mario Molina. Así también, estuvo presente la Secretaria del Departamento de Recursos naturales y ambientales de Puerto Rico, Carmen Guerrero, y la meteoróloga puertorriqueña Ada Monzón. La docotra Greetchen Díaz, Directora del Programa de Subvenciones del FCTI, fue la presentadora.
Según el comunicado de prensa del FCTIPR, entre los temas discutidos estuvo la ética en la ciencia y los idiomas de la misma, su divulgación y el cambio climático. El conversatorio fue dirigido a manera de panel informativo de preguntas y respuestas con un llamado a la discusión tanto entre expertos como el público en general, compuesto por estudiantes, profesores y cualquier interesado.
Su propósito fue generar conversación en torno a la responsabilidad social y personal de cómo se hace la ciencia, promover la integridad, y abrir el tema de colocar la ciencia y la cultura de un pueblo a un mismo nivel de importancia, y destacar la importancia de fomentar entre los asistentes, especialmente de la población más joven, su interés y conocimiento por la ciencia.
Para que la divulgación científica y sus descubrimientos tengan impacto en la sociedad, explicó el doctor Daniel Colón Ramos, profesor asociado de biología celular de la Universidad de Yale y fundador de Ciencia PR, hay que ir más allá de su publicación sino que se debe enseñar en un idioma en el que las personas puedan entender sus conceptos científicos abstractos sin mayor dificultad.
Sir Salvador Moncada, director del Instituto de Investigación de Cáncer en la Universidad de Manchester hizo énfasis en que los países desarrollados ya han reconocido la ciencia como tema y motor importante, en el que se invierte para aumentar su conocimiento y su práctica, y que sus hallazgos se compartan en la sociedad como una fuerza importante en la educación de un pueblo.
También se recalcó la inmediatez que sufren los fenómenos del calentamiento global en el mundo, la mínima presencia de mujeres en posiciones de alto rango y en áreas como la física, la erosión de costas a nivel isla y el peligro que esto significa para nuestra sociedad costera y el idioma con que se escribe y se hace ciencia para un pueblo, que no necesariamente es el inglés, como lengua franca. El aspecto de la distancia que se levanta entre el científico y el pueblo, surgió como una oportunidad para cambiar, y que utilizando un lenguaje más claro, se estrechen los vínculos del investigador con el ciudadano común y se torne así la ciencia más accesible y atractiva.