No es un secreto que en Puerto Rico sufrimos de una crisis generalizada en cuanto a la disposición de la enorme cantidad de desperdicios sólidos que día tras día generamos.
Los vertederos del País no aguantan más basura, muchos no cumplen con las estipulaciones de las agencias reguladoras y el espacio físico para continuar depositando los desperdicios, sencillamente, se está acabando a un acelerado ritmo.
Ante este desesperanzador panorama, la reutilización y el reciclaje de materiales sólidos se presentan como alternativas obvias a la crisis. Sin embargo, muchos puertorriqueños todavía no comprenden las ventajas y la importancia que estas opciones representan tanto en el plano individual como en el colectivo.
La crisis de desperdicios sólidos se une, claro está, a la recesión económica que desde hace alrededor de una década agobia a Puerto Rico, apretando los bolsillos de buena parte de la población y obligándolos a emplear cada onza de creatividad para encontrar la forma de cumplir con todas las necesidades.
La organización REMAG, desde el pasado mes de febrero, ofrece una alternativa que pretende ayudar al consumidor puertorriqueño a matar dos pájaros de un tiro.
Mediante kioscos colocados en decenas de tiendas a lo largo y ancho de la Isla, los clientes pueden reciclar los periódicos o revistas que ya hayan leído, y a cambio tienen la oportunidad de recibir cupones de descuento para los productos de su preferencia. De esta manera, se benefician directamente del proceso de reciclaje, estimulando su práctica.
“(REMAG) es sólo una forma de llevar a la gente a reciclar, ahorrar dinero y ayudar a la comunidad. Básicamente es como una droga de entrada al reciclaje, para que la gente entienda cuán fácil es, que estén conscientes de que tienen productos reciclables en su casa”, explicó Blake Patterson, vicepresidente ejecutivo de REMAG y la mente detrás del proyecto.
Según relató Patterson, la idea surgió mientras trabajaba con la distribución de revistas en los Estados Unidos. Le impresionaba el pobre historial ambiental que prevalecía en la industria, por lo que quería encontrar la manera de “limpiarla”, al tiempo que animaba al consumidor a hacerse de otra revista.
“La idea original era ‘recicla tu revista y recibe un descuento en la próxima’. De ahí surge el nombre de RE-MAG”, explicó el funcionario.
¿Y a todo esto, cómo llegó REMAG a Puerto Rico?
“(Hace unos cuatro años) la Puerto Rico Recycling Partnership nos invitó para que hiciéramos una presentación, y Zaidi Guzmán, de IFCO Recycling, nos dijo que teníamos que prestar más atención a Puerto Rico y que si REMAG se establecía aquí, teníamos que incluir periódicos además de revistas. Realmente llegamos a Puerto Rico en el momento perfecto porque los vertederos se están llenando sumamente rápido, y la idea del reciclaje era totalmente necesaria”, recordó Patterson.
En 2013, REMAG implantó un programa piloto que permitió a la organización identificar diversas áreas a mejorar en cuanto a la logística de las operaciones y el mensaje que debían llevar a los consumidores.
Como parte de los cambios producto de la experiencia del programa piloto, estuvo la creación de un proceso de registro que limita el uso de los kioscos de REMAG a una vez por día.
“El proceso de registración es muy importante. Teníamos gente que se paraba frente a la máquina con 40 libras de periódicos y sacaba como 400 cupones. La idea no es que la gente haga una colección y traiga los periódicos de los vecinos, sino que sea algo individual. También tuvimos que poner una balanza en vez de sensores ópticos en las máquinas porque había quien ponía una página en lugar del periódico completo”, describió Patterson.
Asimismo, fue necesario transformar el significado con el que generalmente se asocia la palabra cupones en Puerto Rico, de manera que los consumidores se sintieran más cómodos al usarlos en las tiendas.
“Ya los cupones no se asocian negativamente con una cuestión de orgullo de ‘no los quiero usar porque un cupón significa asistencia gubernamental’. Este concepto le da un giro a eso, la gente debe enorgullecerse de usarlos. Usar un cupón de REMAG significa que estás reciclando”, sostuvo el empresario.
Si hay algo que aún preocupa a Patterson con respecto al futuro de REMAG, es la falta de conocimiento sobre el proyecto.
“A veces paso por las tiendas y veo gente que pasa por el lado de los kioscos y no tienen idea de para qué sirve. Entonces yo les hablo, les indico cómo se usa y terminan agradeciéndome y diciendo que les encanta”, sostuvo.
Al momento, hay 26 kioscos de REMAG repartidos entre supermercados Econo, Plaza Loíza, Mr. Special y Pueblo. Patterson espera duplicar ese número en los próximos tres meses y continuar añadiendo máquinas periódicamente. Además, se está considerando la opción de colocar kioscos en escuelas.
Por cada transacción realizada en REMAG, el consumidor tiene la opción de elegir una entre más de 60 organizaciones sin fines de lucro a la que puede hacer una donación de tres centavos. De esta manera, como explica Patterson, tres partes se benefician con cada transacción: el consumidor, al ahorrar dinero en su compra; el medioambiente por el reciclaje del papel; y la entidad que recibe la donación.
Para incluir una entidad entre las participantes del programa, REMAG solo les exige su certificación como organización 501(c)(3), que las define como una entidad sin fines de lucro; un logo; y un certificado de vigencia.
Mirando hacia el futuro, Patterson visualiza a REMAG evolucionando del cupón en papel a un cupón electrónico. “El único problema es que en Puerto Rico todavía hay bastante gente que no tiene un teléfono inteligente. Lo notamos en el proceso de registración, mucha gente no nos da su correo electrónico, no porque no quieran, sino porque simplemente no tienen. Por lo tanto, el mercado dictará como REMAG evolucionará”, afirmó el ejecutivo, a quien también la gustaría que la compañía trabajara con otros materiales aparte del papel.
Para Patterson, el potencial de REMAG en Puerto Rico hace que sea esencial que logre asentarse como un proyecto viable en la Isla.
“Si alguien me hubiera dicho hace cuatro años que REMAG se establecería en Puerto Rico le hubiera dicho que estaba absolutamente loco. Pero ahora que he vivido aquí tres años, pienso que REMAG se puede convertir en algo único, algo que Puerto Rico no quiere soltar. Esto verdaderamente puede ser grandioso para el país. Pero la gente tiene que saber lo que es”, puntualizó Patterson.
Para más información sobre REMAG acceda a su portal oficial o a su página en Facebook.