¿Debería dejarse la lengua tranquila? De acuerdo con Alfredo Matus Hernández, lingüista chileno quien expuso su ponencia durante una sesión plenaria de la séptima edición del Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), no hay cultura en el planeta que haya dejado su lengua tranquila. En el panel El español en el mundo. Unidad y diversidad, académicos como Matus presentaron la historia, evolución, desafíos y diversificación del lenguaje hispano.
Fue en este espacio que el presidente de la Academia Venezolana de la Lengua, Horacio Biord, resaltó el fortalecimiento del español en el mundo. Biord agregó que el panhispanismo es producto del impulso que recibió la lengua española de parte de los hablantes que la integraron a sus culturas y sociedades, y que eventualmente, la esparcieron por el mundo.
Para Matus, el español es una de las lenguas más cambiantes de todas. “Lengua homogénea se le ha dicho. Prefiero llamarla unitaria. La homogeneidad no se da en ninguna lengua viva”, destacó el lingüista chileno, haciendo referencia al informe El español: una lengua viva publicado por el Instituto Cervantes en el 2015.
Matus explicó la política panhispánica, término utilizado para describir las normas lingüísticas pertenecientes al español estándar a través de los diversos países y culturas que lo ejercen. Resaltó que integrar América fue el primer desafío para lograr un auténtico panhispanismo.
“La política panhispánica reverdece permanentemente y enfrenta con asertividad el futuro, ese hacerse y rehacerse de nuestra lengua, con creatividad rica y viva, dentro de la más sólida unidad”, concluyó Matus, abriendo el paso para un panel de expertos encargados con la ejemplificación de la heterogeneidad de la lengua española.
Por su parte, el profesor y lingüista americano, David T. Gies, destacó en su ponencia Para continuar en español, oprima nueve: el español invisible en EEUU, el alza de la lengua española en los Estados Unidos. “Un lenguaje existente pero invisible”, la llamó el lingüista.
Gies afirmó que el español en Estados Unidos es omnipresente, debido a que ha formado parte de la vida cotidiana del norteamericano, ya que se ve en publicaciones oficiales del gobierno, transporte público, empresas, instrucciones para aparatos, avisos y advertencias, instituciones culturales, museos, medicina, salud y productos de consumo.
A pesar de esto, los norteamericanos aún escogen ignorar la presencia y la importancia del español, mencionó el profesor.
De la misma manera, el lingüista John M. Lipski utilizó la plataforma para destacar las luchas y desafíos del bilingüismo. Resaltó en su presentación Español en los Estados Unidos: lo que es y lo que no es, que “la percepción de una lucha global entre la sociedad angloamericana y las sociedades hispanas contribuyen a la apariencia de que los latinos que viven en Estados Unidos, exponen su lengua que está en riesgo de desaparecer, o de convertirse en un lenguaje indescifrable para los que hablan el verdadero español”.
Aunque Lipski rechazó el término spanglish, detalló una serie de usos del bilingüismo dentro de los Estados Unidos. Mencionó la alteración entre el español y el inglés en el transcurso de una conversación, e indicó que “este fenómeno que se produce de alguna manera en cualquier comunidad bilingüe no altera la estructura gramatical de cualquiera de las lenguas. Si les empiezo a hablar en español then I switch to English for a little while just for the heck of it, lo dicho en español está en buen español, y lo dicho en inglés está en buen inglés”.
Utilizó además el ejemplo de los “préstamos espontáneos” entre ambas lenguas, y sin que esto implique el deterioro de la lengua receptora. Palabras como smartphone y tablet, y confusiones comunes como deliberar con delivery.
“Los roces entre palabras fonética y etimológicamente parecidas son consecuencias naturales de un bilingüismo sano y saludable y no afecta en lo más mínimo la integridad de la lengua”, destacó Lipski.