El VII Congreso Internacional de la Lengua Española prometía ser una velada de reafirmación puertorriqueña e hispánica, sin embargo, terminó con un nuevo disloque histórico y cultural que ha desatado una polémica donde escritores como Eduardo Lalo y Luis Rafael Sánchez, han dejado ver su asombro y estupefacción.
Durante los discursos inaugurales ofrecidos por Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes y Felipe VI, rey de España, nos enteramos de nuevas realidades de las que “quizás” los puertorriqueños no estábamos consientes. El primero, en calidad de director, ha subrayado, para asombro de académicos, escritores y demás personalidades que “era la primera vez que el congreso se realizaba fuera de Hispanoamérica”. Esto sin duda, conmocionó a la audiencia y sobre todo, la nación anfitriona. ¿Es Puerto Rico hispanoamericano?
Debemos preguntarnos, ¿qué determina lo hispanoamericano? El Diccionario de la Real Academia Española, matriz del augusto congreso, define hispanoamericano como “el conjunto de países americanos donde el español es la lengua oficial”. Esto nos lleva a una segunda pregunta: ¿qué es una lengua oficial? Se establece como lengua o idioma oficial es aquel vernáculo que goza de reconocimiento jurídico legal mediante la constitución o una ley habilitante a esos fines. Entonces, ¿es el español lengua oficial en Puerto Rico? Según la ley aprobada el 3 de septiembre de 2015 por el Proyecto del Senado 1177, la respuesta es afirmativa. El español es primer idioma oficial de Puerto Rico. Ciñéndonos a la definición que propone la Academia, que Víctor García de la Concha, como presidente del Instituto Cervantes, entendemos, conoce, o debería conocer muy bien, Puerto Rico es un país hispanoamericano, por lo que sus lamentables declaraciones son, sin duda alguna, un grandísimo error.
Muchos argüirán que la presencia del inglés en la isla como “segundo idioma oficial” nos despojaría de este hispanoamericanismo de diccionario, sin embargo, la academia solo se limita a mencionar la oficialidad del español como lengua en un país. En ningún momento hace alusión a que la misma debe ser la única. Hay ejemplos en la América hispana donde el español no goza de una oficialidad suprema, sino que la comparte con otras lenguas como es el caso de Bolivia, cuya constitución reconoce 37 idiomas oficiales, el Perú reconoce “el castellano, el quechua, el aimara, y las demás lenguas aborígenes, Colombia y Venezuela el español y otras lenguas regionales. Puerto Rico es un ejemplo perfectamente comparable con otros países de su entorno. No estamos tan distantes de nuestros vecinos, que con mayoría hispanoparlante, reconoce otras lenguas nacionales o regionales. ¿Han dejado de ser ellos hispanoamericanos?
Por otro lado, no todo está escrito con tinta sobre papel. Por extraño que parezca, hay países que no tienen regulada su lengua oficial. Este sería el caso de países como Chile, Argentina, Uruguay y México cuyo español goza de un reconocimiento de facto, es decir, de hecho. Una exhaustiva revisión de sus constituciones o leyes nos permite afirmarlo.
Chile no hace un reconocimiento jurídico del español, pero sí de otras lenguas regionales a las cuales otorga oficialidad. Argentina tampoco lo ha hecho, limitándose a declarar la protección de su acervo lingüístico igual que Uruguay. México también carece de un reconocimiento jurídico de la lengua española como oficial, lo que resulta interesante a nuestro propósito por dos asuntos. Primero, que basados en la estricta definición de la academia, México, ese gran gigante “hispanoamericano”, no podría ser catalogado como tal y segundo, que tomando en cuenta este hecho, el Congreso ya se ha celebrado fuera de Hispanoamérica, dado que México (1997), Argentina (2004) y Chile (2010), fueron sedes y el español en sus territorios no tiene reconocimiento jurídico oficial, sino, de facto. Posiblemente, el director del Instituto Cervantes desconoce la trayectoria del congreso o no conoce íntegramente la definición de la Academia.
Si en Puerto Rico el español es oficial y en México no, ¿por qué México es hispanoamericano y Puerto Rico no? Si nos vamos por las reglas académicas, Puerto Rico, esa isla que acaba de ser negada y olvidada por el Instituto Cervantes, es hispanoamericana por cuanto reconoce oficialmente la predominancia y primacía, con carácter de rango jurídico, del español en su territorio nacional. En ningún momento la definición de hispanoamericano hace alusión a cultura, tradiciones o historia, otros elementos comunes que muy bien resaltan nuestro legado hispánico, pero que en nuestro caso, al parecer, no son considerados, pero sí validados implícitamente en el caso chileno, mexicano y argentino. Ya lo ha dicho nuestro Luis Rafael Sánchez, lo que no es justo, no es igual. Somos hispanoamericanos, no sólo porque lo afirma la definición de la academia, sino, por nuestra historia, nuestra cultura y nuestras tradiciones. Más que hispanoamericanos de diccionario, lo somos de carne y hueso. A nosotros nos basta.
El autor es historiador y profesor. Posee un bachillerato en Historia de América, Lenguas Modernas y Drama de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras y una Maestría en Historia de Europa, el Mundo Mediterráneo y su Difusión Atlántica de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla, España, donde continúa estudios de posgrado. Preguntas o comentarios: e.sierragonzalez86@gmail.com