El proyecto Iniciativas de Investigación y Actividad Creativa Subgraduada (iNAS) realizó el Cuarto Encuentro Subgraduado de Investigación y Creación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP). El evento, que tuvo lugar en el Hotel Condado Plaza, se llevó a cabo el 7 y 8 de abril.
“Esta actividad tiene como propósito fomentar y fortalecer la labor de investigación y creación de nuestros estudiantes subgraduados provenientes de diversas disciplinas. En el presente Encuentro convergen, una vez más, estudiosos de diversas disciplinas dentro del quehacer científico y creativo universitario que motivan a la reflexión y la discusión de ideas”, explicó la directora de iNAS, Carmen S. Maldonado.
Para iniciar las actividades del viernes, 8 de abril, la doctora Frances Negrón-Muntaner presentó, a las 9:00 a.m., su conferencia “Espejo, espejo en la pared: ¿por qué Cuba es sexy y Puerto Rico no?”.
Al inicio de su conferencia, la doctora Negrón-Muntaner definió sus trabajos como “indisciplinados” debido a que abarcan más de una disciplina. “Mi presentación es indisciplinada porque me es imposible plantear una pregunta sin aludir a distintos cuerpos de conocimiento y eso afecta el tipo de pregunta que uno puede hacer. No respeto las fronteras entre las disciplinas”, sostuvo la doctora y directora Centro de Estudio de Etnicidad y Raza en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Asimismo, la profesora aseguró que Jennifer’s Butt (1997) fue su primer artículo indisciplinado porque “¿qué disciplina tiene el trasero como concepto fundamental?”, cuestionó. Además dijo que fue a partir de los comentarios acerca del cuerpo de Jennifer López que comenzó a cuestionarse el valor que tienen los latinos dentro de la cultura norteamericana.
¿Por qué Cuba es sexy y Puerto Rico no?
“Por muchos años me di cuenta de que había una disparidad, bastante grande, en la percepción de cubanos y puertorriqueños en los Estados Unidos. Cuando viví en Miami, me preguntaban de que pueblo de Cuba era y cuando les decía que era de Puerto Rico, sus miradas me decían que había perdido como 25 puntos de capital cultural. Cuando empezó a llegar a mi entorno más profesional, entonces sí me intrigó como algo para escribir”, argumentó.
Según contó, una casa editorial no quiso publicarle un libro de Julia de Burgos porque el editor le dijo que ‘el único latinoamericano al que le publicaría una biografía sería a José Martí porque viene de un país sexy’.
Para entender este tipo de comentarios y actitudes, la doctora tuvo que remontarse al siglo XIX cuando Estados Unidos veía a Cuba como “una barrera contra cualquier ataque externo”. Es por esto que, de acuerdo con Negrón-Muntaner, al principio Cuba era sexy para los norteamericanos por el valor estratégico que tenía. “En la imaginación norteamericana, Cuba se convirtió en algo imprescindible de tener”, enunció.
Sin embargo, luego de la Primera Guerra Mundial, la visualización sobre Cuba cambió. “Se plantea un espacio donde los norteamericanos pueden ir a recrearse sexualmente y la mirada turística se enfoca en baile, botella y baraja. Mientras en Cuba se desató una industria turística enorme, para servirle a los Estados Unidos, en Puerto Rico el Caribe Hilton se construyó tarde”, mencionó.
Luego vino la Revolución del ’59 que convirtió a los cubanos en sex symbols. “Cuba se convirtió en un lugar privilegiado donde un pueblo pobre se enfrentó, por la libertad de su país, al país más poderoso del mundo y salió victorioso. Por consiguiente, al cubano se le pasa a ver como macho, desafiante y rebelde”, indicó.
Para contrastar lo sexy entre Cuba y Puerto Rico, Negrón-Muntaner puso en su presentación una foto de Camilo Cinfuegos –que representa el cambio y la revolución– junto a una foto de Luis Muñoz Marín –que representa un burócrata buena gente–. También mostró imágenes en las que la pobreza en Cuba son representadas como hermosas ruinas y en Puerto Rico se representan como espacios abandonados llenos de graffitis.
“En los primeros meses del 2015, docenas de revistas visualizan, a través de imágenes, la nueva era de obsesión americana con Cuba como un baile acompañado de ron, cigarros y mulatas”, articuló.
Para finalizar declaró que “la ironía es que siendo sexy o no, Cuba y Puerto Rico han terminado de forma similar; arruinadas”.