Para el 2006, el momento en el que el cuarteto inglés conocido como los Arctic Monkeys sacó su debut, Whatever People Say That’s What I’m Not, fue el instante en que la industria paró y tuvo que verificar si todo el acto de rock inquieto mezclado con una apariencia de vagonetas era tan genial como para ser verdad.
Seis años después, los monos pasaron por cuatro discos más y una montaña rusa de cambios que evolucionaron al cantante principal, Alex Turner. La canción “R U Mine?” lo convirtió en una explosión de testosterona con chaquetas de cuero y brillantina en el pelo recién recortado.
AM, quinto disco en la discografía de la banda, retoma el giro que dieron para el 2012 con “R U Mine”?, segundo tema de la colección, que comenzó la era sexy del cuarteto. Desde la primera nota hasta la última, los Arctic Monkeys prueban que son más que cuatro hombres con piquiña musical sino que son de la índole de los que entran a barras y se llevan a todas las chicas; de los que se ponen gafas de noche porque quieren y les quedan bien.
“Do I Wanna Know”, primer sencillo de la colección, abre con tambores y aplausos que anuncian la llegada de algo gigantesco. Mientras, el estribillo de la guitarra y las líricas del robacorazones, Turner, entregan el aire de macharán y sexo que está presente en todo AM.
Temas como “One For The Road” con sus falsetes misteriosos, “I Want It All” con su confianza de conquistador y “I Wanna Be Yours” con los acordes misteriosos mantienen el aura de macho que lleva Turner en alto.
Por otro lado, el disco tiene su lado suave. El dúo compuesto de No. 1 Party Anthem y Mad Sounds es un combo de baladas con pianos y guitarras sutiles que demuestran el lado sentimental que todavía destella la banda.
De cierta forma, las influencias reflejadas en el disco no trabajan de la mejor manera. Por un lado, la amistad entre Turner y Josh Homme, cantante de Queens of the Stone Age y colaborador en AM, encendió el nuevo sonido aun más lento de los monos. Por el otro, una canción como “Arabella” se ve tan enchapada de sonidos viejos que asimilan un estribillo a lo Black Sabbath casi en su igualdad.
Todo está más simplificado. Desde el sonido hasta las líricas. Al empezar la carrera con sencillos como la genialmente agitada “Brianstorm” y terminar con la escritura de las baladas de el filme “Submarine” de parte de Turner, puede que todos en realidad sabíamos cúal era el rumbo de AM.
Cinco discos cambiando estilos es suficiente para que nos preguntemos: ¿y ahora?. Ahora solo queda esperar el próximo giro de las joyas inglesas que son los Arctic Monkeys.