Captain Phillips, la nueva película del director británico Paul Greengrass, abrió la pasada edición del Festival de Cine de Nueva York y rápidamente consiguió un espacio en las listas de diversos expertos y críticos de cine que intentan, desde temprano en el año, predecir cuáles serán las películas que competirán por el preciado Oscar a principios del próximo año. Tras esta reacción positiva, las expectativas que acompañan el filme andaban por las nubes. Afortunadamente, Greengrass y su elenco, liderado por el veterano Tom Hanks, crean una atmósfera de angustia que hace de Captain Phillips una de las películas más desesperantes y aterradoras que verás en todo el año.
Basada en hechos verídicos, Captain Phillips recuenta la historia del capitán estadounidense Richard Phillips del buque portacontenedores Maersk Alabama y los eventos del 8 de abril del 2009 en que piratas somalíes armados abordaron el barco para apropiarse de la carga que transportaban con destino a Mombasa, Kenya. Tras no poder apropiarse de la mercancía con éxito, los piratas deciden tomar de rehén al Capitán Phillips y abandonar el barco en un bote salvavidas. Entrar en más detalles sería arruinar la película, por lo que creo imprescindible no indagar sobre el suceso antes de ver la película para una experiencia mucho más completa. Además, en la búsqueda de información podría uno toparse con las diferentes versiones que existen sobre la veracidad de los que se expone en la película, en la que el Capitán Phillips es representado como un héroe, mientras algunos de los miembros de la tripulación lo describen como imprudente y hasta lo culpan de lo sucedido. Otra parte de la tripulación asegura que la película es fiel a los hechos, dejándonos con una sola opción; no dar relevancia a las partes y juzgar la película estrictamente como adaptación de las memorias de Phillips.
“Captain Phillips” es aterradora, pero no se trata de una película del género de horror, mucho menos una película sangrienta. Lo que resulta verdaderamente espantoso en la película es, entre otras cosas que mencionaré más adelante, el comportamiento de los cuatro piratas somalíes, a quienes conocemos desde el comienzo de la película cuando Greengrass y el guionista Billy Ray (The Hunger Games) deciden llevarnos directo a Somalia para que seamos testigos de cómo viven estas personas, en su mayoría adolescentes, y las razones detrás de un estilo de vida tan peligroso. Tras elegir entre ellos quienes darán forma al grupo de saqueadores, dos lanchas con somalíes armados se adentran en alta mar en la búsqueda de su botín. Liderados por el despiadado Muse, es evidente desde temprano en la película que estos cuatro individuos están dispuestos a tomar las medidas necesarias para completar su misión, aún cuando no parecen haber trazado un plan competente para conseguirlo con éxito.
Aunque la ingenuidad y desenfoque de los piratas podría servir como herramienta para que la audiencia simpatice con lo que se supone sean los villanos de la historia, su ignorancia sobre sobre las consecuencias de sus acciones y las razones detrás de ellas resultan mucho más aterradoras que tranquilizadoras. Es fácil entender el desespero de estos jóvenes que andan en busca de ese gran golpe que los saque de la pobreza. “Siempre he querido ir a America”, le dice Muse a Phillips en un momento de la película en el que ya están empezando a desaparecer las características humanas de los villanos. En lugar de simpatizar con sus expresiones o sentir lástima por sus circunstancias, tememos por lo que puedan hacer para lograrlo y restaura la humanidad en estos hombres que, como expresa Muse poco antes del desenlace, responden a órdenes y reglas de sus jefes al igual que el Capitán Phillips y su tripulación.
No se puede hablar del comportamiento aterrador de los piratas sin dar crédito a quién lo merece. Muse, el líder del bando de saqueadores, viene personificado por el novato Barkhad Abdi en lo que pasará a la historia como una de las primeras actuaciones más memorables del cine. Su gran desempeño debe colocarlo en la carrera por el Oscar junto a Tom Hanks, a quién pertenece la última escena de la película, un derrame de emociones que eleva la película a material meritorio de todas las nominaciones y premios que seguramente recibirá durante la temporada de premiaciones.
El estilo de documental que caracteriza las películas de Greengrass también está presente en Captain Phillips y añade a la ya estremecedora historia, otorgando un toque de realismo que te tendrá al borde del asiento durante la segunda parte de la película y te dará la sensación de estar observando al verdadero Rich Phillips y el resto de la tripulación. Con Captain Phillips, Greengrass repite lo que logró con la cinta United 93 en el 2006, y es que logra que la ansiedad se apodere de una audiencia que conoce el desenlace de la historia, pero por un momento lo olvida.