A través de su historia como medio de arte popular, los cómics estadounidenses no han brillado por la diversidad de género, orientación sexual o raza en la representación de sus protagonistas. En su inmensa mayoría, los personajes más populares y que por lo tanto, más frecuentemente aparecen en títulos nuevos, son hombres blancos y heterosexuales.
Algunos argumentan que hay muy pocas mujeres comprando cómics como para justificar el crear protagonistas femeninos, que se ha probado que no venden ejemplares (un buen resumen aquí). También, debido a la falta de creadoras en los cómics, ya sean libretistas o artistas, se sugiere que no hay suficientes creadoras con talento (esa opinión acá) y por ende, el número tan bajo de protagonistas del género en el medio es justificable. Gracias a la labor de algunos blogs y páginas de noticias (como esta), las cosas parecen estar mejorando. La compañía Image Comics cada vez se posiciona más y más frente a DC Comics y Marvel Comics como la alternativa más viable para títulos originales, progresivos y de calidad, con los creadores más conocidos del medio. En el mes de octubre, esta publicadora propuso tres nuevas protagonistas para este reñido mercado.
Rocket Girl #1
Creadores: Brandon Montclare (escritor) y Amy Reeder (artista)
En su segunda colaboración, el escritor Brandon Montclare (Batman: Legends of the Dark Knight) y la artista de cómics Amy Reeder (Madame Xanadu), estrenan el mensuario Rocket Girl, la historia de una agente adolescente del departamento de la policía de Nueva York que desde su presente sci-fi regresa a una década de los ochenta parecida a la nuestra, para detener los crímenes contra la línea del tiempo de una mega-corporación de tecnologías de su época. Aunque suena complicado, en resumen, este primer ejemplar se presenta de manera bastante divertida y fácil de digerir.
El arte de Reeder es dinámico y las escenas de acción fluyen con impulso fácilmente gracias a su dominio de la composición narrativa visual. El diseño de personajes es muy hábil, especialmente el de los dos personajes femeninos que más participación tienen en este ejemplar. Las dos épocas en que se desarrolla este primer ejemplar, el “presente” del 2013 y el “pasado” del 1986, son fáciles de distinguir gracias a los paneles elaborados de la gran artista. Tanto el libreto como el arte tienen influencia japonesa en la acción y en las expresiones faciales, no obstante,la historia es 100% estadounidense. “Héroe tiene que viajar al pasado para salvar su futuro” no es una premisa muy original pero Montclare sazona su primer libreto con suficientes misterios sutiles como para dar ganas de leer la próxima tirada.
Velvet #1
Creadores: Ed Brubaker (escritor), Steve Epting (arte) y Elizabeth Breitweiser (colores)
Ed Brubaker hizo su carrera en los cómics publicando historias de crimen y espías para DC y Marvel (Gotham Central y Captain America respectivamente), así como en títulos originales como Sleeper, Criminal y Fatale. Respetado e imitado por muchos, es uno de los mejores escritores estadounidenses del medio, por lo tanto no es una sorpresa cuando su nuevo cómic tipo pastiche del género espía resulta ser tan hábilmente logrado y divertido a la vez.
De innovación, Velvet no tiene mucho. Brubaker escribiendo escenas de artes marciales entre ingleses bien vestidos, carros deportivos europeos y reuniones en cuartos oscuros preñados de humo y secretos de Estado, es el equivalente gráfico de un par de zapatos viejos que usan con demasiada frecuencia porque siempre se ven bien y quedan cómodos. Sin embargo, la premisa de Velvet es divertida y elaborada de tal manera que todas las partes del producto artístico final parecen el trabajo de una sinfonía ensayada.
La mujer del título, Velvet Templeton (ese nombre más pastiche no podría ser), es la secretaria del director de ARC-7, una sección gubernamental de espionaje en Inglaterra parecida al MI-6. Cuando el mejor agente de su oficina es asesinado violentamente, la protagonista se entrega a la búsqueda de lo que todos, hasta los personajes envueltos en el drama, sospechamos va a ser un traidor. Velvet, una secretaria que secretamente es tan espía como todos los hombres con los que trabaja, promete ser una heroína polifacética ya que esconde sus propios secretos ligados a la sórdida historia de la agencia para la que trabaja. El arte de Steve Epting es realista al punto que hace de los visuales de época, género y personajes en cada panel piezas con precisión casi cinematográfica.
Pretty Deadly #1
Creadores: Kelly Sue Deconnick (libreto), Emma Ríos (arte y portada)y Jordie Bellaire (colores)
Poético, con narración confiada y personajes coloridos, Pretty Deadly es un western con destellos de fábula y mitología que esconde un subsuelo de amenaza y sexualidad. La narración omnisciente la comparten una mariposa y un conejo, quienes hablan de Sissy, la chica con capucha y capa de buitre, y Fox, el viejo ciego con puntería imposible. Estos personajes a su vez cuentan sobre la Muerte y cómo éste se enamoró de una trágica belleza con la cual tuvo una hija a la cual le pusieron Ginny. Esta tal Ginny, hija de la Muerte y por eso, algún tipo de vengadora sobrenatural a caballo y revolver, parece ser la verdadera protagonista, aunque casi no interviene en esta edición.
Aunque enfocarse en el elenco secundario en el primer capítulo de una novela no es crimen, en un cómic hace más difícil encontrarle agarre a la trama. Por suerte, el incidente que primero pone a Sissy y a Fox a correr por sus vidas, aunque es un clásico del género, se mueve ligeramente y es elevado gracias al arte.
Y que arte señoras y señores. La artista española Emma Ríos (Hexed) y la colorista estadounidense Jordie Bellaire (Mara) se botaron. Cada página está abarrotada de paneles sin sacrificar el flujo visual necesario para la lectura cómoda. Cada panel le da vida a un mundo sucio y violento, lleno de la sangre, balazos y naturaleza expansiva que necesita toda historia de vaqueros. Los personajes de este, al igual que Rocket Girl, también son distintivos e interesantes. Aunque la composición impresiona, sí es obvio que el cómic anda cargado por lo mucho que había que contar en la primera tirada. Ojalá que las páginas del próximo respiren un poco mejor.