La Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey rindió homenaje al legado del profesor Adolfo Porrata-Doria Harding, al dedicar una sala en su honor. Porrata-Doria Harding fue profesor de la UPR Cayey por más de 40 años durante los cuales dio cátedra de su vocación y compromiso con la educación.
“Celebro que esta sala lleve su nombre. Este logro ha sido posible gracias a la gestión de la gente que lo quisimos y admiramos. Este será el recuerdo de su legado como un universitario cabal”, reconoció el rector de la UPR Cayey, Mario Medina Cabán, quien inauguró la sala tras una conmovedora ceremonia junto a familiares, amigos y compañeros de cátedra de Porrata-Doria Harding.
“Es una maravilla este nombramiento. Si alguien estuvo horas y horas en este salón, fue él. Se entregó a sí mismo a la educación; esa fue su vocación toda la vida”, expresó con emotividad Marta Rivera Pérez, viuda de Porrata-Doria, con quien estuvo casada por 41 años.
Actualmente, según el comunicado de la institución, el salón en honor al profesor se ubica en la Sala de Sistemas de Información del Edificio de Informática del campus, que es utilizada por los profesores del campus para generar trabajos, escribir libros, artículos, conferencias y preparar exámenes. Además, se usa como centro de confraternización y tertulias entre los profesores.
“Porrata-Doria era fiel usuario de este salón, y desde mis comienzos en el recinto como profesor, conocí a Adolfo. Él es símbolo de este salón gracias a su don de generar discusiones intelectuales en este espacio”, dijo Carlos Ricart Morales, profesor de biología de la institución, y quien fue gran amigo de Porrata-Doria.
Según Ricart, Porrata-Doria tuvo un impacto en la vida de todos los que lo conocieron alguna vez. Fue una persona que amaba la universidad de manera extraordinaria y profunda. “Él compartía con los estudiantes y tenía verdadero compromiso con ellos y su educación”, añadió.
Mientras, el profesor del Departamento de Ciencias Sociales, Samuel Figueroa Sifre, destacó la autenticidad y espiritualidad de Porrata Doria- Harding. “Adolfo amaba las palabras y sus significados y le encantaba compartirlos con la gente que tenía cerca. Fue un Magister Ludi, siempre se atrevió a marcar la diferencia; siempre estuvo dispuesto a poner su propia vida por la Universidad”, expresó Sifre.
En la sala se colocó una placa de bronce en honor a Porrata-Doria Harding, quien con sus enseñanzas marcó la vida de estudiantes, la facultad y la comunidad.