La administración pública del presente se propone revivir el éxito del gobierno Borbón, déspota e “ilustrado” de los siglos 18 y 19, que estableció la siembra de caña de azúcar con mano de obra esclava. Ahora no serán esclavos, según la Secretaria de Agricultura de Puerto Rico, Myrna Comas, sino maquinistas en cabinas con aire acondicionado y al son de reggaetón. Los llanos más productivos del pasado en Ponce, Aguada y las vegas no urbanizadas del norte y este volverán a serlo. ¿Habrá un plan “modelo” para salvaguardar la posteridad de las tierras mecanizables de la codicia desarrollista?
Cuando se desinfle por inverosímil el balón neo-borbón, se podrá considerar cultivos y crianzas para producir materias primas más útiles que el melao para el desarrollo agroindustrial del País. El pasado podría ser prólogo. Nuestros aborígenes usaban los mismos llanos para conucos extensos de yuca (Manihot esculenta) que hoy día se siembra mundialmente para materia prima alimenticia de humanos y animales domésticos. El arroz de secano (no necesita encharcamiento) alimentaba la población del siglo 18. La ganadería vacuna de entonces podría modernizarse para convertir la Isla en la Holanda de quesos del Caribe.
En tiempo mucho más reciente, la introducción experimental de especies forestales por el instituto federal de silvicultura tropical aportó selecciones prometedoras para bosques cultivados como ha propuesto el dasónomo emérito, Frank Wadsworth. En Puerto Rico tenemos huertos de especies como la teca (Tectona grandis) que supliría una industria de muebles finos, se adapta bien y es cultivada mundialmente. Hay aquí especies de Eucalyptus que podrían producir bosques densos cultivados para pulpa de papel, cartón y plywood en cinco años, como se hace en Brasil y otros países de América. Otra especie exótica que compite con los Eucalyptus en crecimiento rápido es el kadam (Neolamarckia cadamba) cultivada mundialmente para madera prensada, que se ha establecido con éxito aquí.
Pero hay otras especies de plantas con potencial agroindustrial por su productividad excepcional de biomasa útil como materia prima. Los cañaverales de palmas rattan (géneros Calamus y Daemenopsis) suplen una economía multimillonaria de muebles y exportación de materia prima en Filipinas. Otras palmas tropicales de aspecto convencional producen aceites que compiten con el de oliva en atributos de calidad y utilidad. El fruto de la palma africana de dendé (Elaeis guineensis) rinde un aceite de cocina y consumo de creciente demanda por su falta de trans fats. La palma suramericana de seje (Jessenia bataua) produce un aceite física y químicamente similar al de oliva y se utiliza además en cosméticos y productos farmacéuticos. El arbusto amazónico de sorba (Couma utilis) produce un abundante látex potable como leche vegetal y sirve para fabricar goma de mascar y otros productos orgánicos. Se exporta a países industrializados pero aún no hay huertos intencionales.
Otros tipos de plantas ofrecen posibles cultivos extensivos de alta productividad de materia prima industrial. Los bambúes del género Phyllostachys son cultivados intensamente en China y Japón para una variedad de usos. En Estados Unidos los intereses madereros han bloqueado su cultivo para impedir la competencia. El cultivo de matojos parientes de la yuca en la familia de las Euphorbacia que rinden látex procesable a biocombustible se encuentra en desarrollo tecnológico avanzado.
Falta mencionar el cultivo de uvas tropicales (Vitis x vinífera) para vino, jugo, vinagre y destilado en aguardiente. El mercado local para los productos vitícolas es tan grande que hay que preguntarle a Roberto Serrallés si no se ha equivocado de cultivo. El melao se produce en países hermanos mucho más barato que aquí y las multinacionales del ron obtienen la materia prima en los mismos sin necesidad de subsidio por nuestro erario en bancarrota. Lo invito a que me consulte sobre el particular, que es mi especialidad.
El autor es catedrático de Biogeografía en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.