Es evidente que la relación entre el gobierno estadounidense y el pueblo de Puerto Rico en estos momentos está lacerada. Pudiese incluso uno ponerse creativo y lanzar metáforas de Sánchez Valle y Obama llegando en Uber a fumigar con Naled a los puertorriqueños en el campamento frente al Tribunal Federal en la Chardón. No se palpa mucho cariño que digamos durante los pasados días.
Así las cosas, la vista de estatus en el Tribunal Federal de Estados Unidos para ver el caso del puertorriqueño Noel Daniel Cruz Torres, acusado de lanzar una bomba molotov a la estructura de la fábrica de la empresa Dupont Pioneer, está pautada para el próximo martes, 19 de julio.
Y a unos días de ir al tribunal, un manto de incertidumbre arropa el caso, pues, como suele suceder en estos foros, fiscalía federal se ha tardado en ofrecer su descubrimiento de prueba.
“Si para el 20 no nos han dado nada, le pediremos al juez que produzcan la evidencia”, dijo a Diálogo el licenciado Víctor González, de asistencia legal federal, defensor del joven arrestado por los hechos sucedidos el pasado 18 de junio.
“Mientras tanto, seguimos en las de recopilar información con la familia, especialmente sobre su salud mental. Está el reporte inicial del arresto, que realmente no dice mucho. Lo que ahí diga no significa mucho si no tenemos el descubrimiento de prueba para ver el caso. En la mayoría de estos casos la cosa va más lenta que lo que uno quiere, y de repente se vuelve más rápida que lo que uno quiere”, explicó el veterano letrado del foro federal.
A Cruz Torres, de 36 años y del residencial público Monte Park de Hato Rey, se le imputa el crimen de uso malicioso de material explosivo. Las autoridades federales asumieron el caso el 20 de junio, aunque el licenciado González fue enfático en que “no le imputaron ningún trato de terrorismo”, solo el de hacerle daño a la propiedad.
En el informe del arresto se alude a hechos que sucedieron en la fábrica de Dupont Pioneer, en el kilómetro 154.9 de la Ruta #3 en Salinas. Dupont Pioneer es una empresa estadounidense que se dedica a la investigación genética en semillas, cosechas y agricultura en general, y al desarrollo de productos y alimentos transgénicos. Hay alegaciones de que a Cruz Torres se le incautaron ocho explosivos tipo coctel molotov, y de que trató de destruir maliciosamente, a través de fuego y explosivo, un edificio y un vehículo usado para el comercio estatal.
Narra el reporte que durante la madrugada del 19 de junio, un individuo llamó al 911 a las tres y media de la mañana tras sentir una explosión cerca de la fábrica del Dupont Pioneer, empresa que importa semillas de Iowa a Puerto Rico para propósitos de análisis transgénico y mantiene operaciones en múltiples ciudades del mundo, incluyendo un acuerdo de trabajo con Monsanto en Brasil.
Explica el informe que bomberos y oficiales de la Policía fueron a la escena y vieron que había un vehículo quemándose en el campo. Cuando estaban apagando el fuego del vehículo, dice el reporte, un guardia de seguridad que trabaja para la fábrica reportó que rondando el edificio había un individuo con “artefactos incendiarios”, vestido con un overol color verde oliva y una camisa negra tapándose la cara, y con una mochila.
Supuestamente, al ver al individuo, la Policía se identificó y el hombre trató de fugarse, lo que propició una corta persecución. En el proceso, el individuo sacó el molotov de su mochila, lo encendió y se lo tiró a un policía que lo perseguía.
El informe indica que tiró un segundo molotov y luego le tiró uno al camión de los bomberos hasta que otro policía lo atrapó. Ya apresado y en una celda, el individuo invocó su derecho a un abogado, se trepó en un lavamanos y gritó a los medios que estaban afuera que lo que él hizo, lo hizo por Puerto Rico porque está cansado de compañías contaminando nuestras tierras. En una sábana que se le ocupó al hombre, iba escrito: “Levántate boricua que ha llegado el momento de defender nuestra patria. Viva PR libre”.
Con la atmósfera que reina entre el gobierno federal y el pueblo puertorriqueño tras la imposición de una junta de control fiscal y la afirmación por parte de Estados Unidos de la impotencia del Estado Libre Asociado, la defensa de Cruz Torres no espera que el caso sea complicado, pues las mismas autoridades federales así lo entienden.
“Yo no he sentido al momento que estén haciendo o quieran hacer un ejemplo de él. Si lo hubiesen acusado de terrorismo o algo así quizás pudiese verse así, pero no lo hicieron. Creo que están consciente de que hay un posible problema de salud mental”, agregó, indicando que a Cruz Torres se le realizan evaluaciones psicológicas.
“Ellos mismos (fiscalía federal) se dieron cuenta que no era algo tan complicado, gracias a Dios”, dijo el licenciado González, haciendo la salvedad de que “estamos tratando de ver qué ellos están buscando, tenemos que estar seguros de que no haya ninguna encerrona, ningún testimonio para justificar acción que no se merezca”.
“Pero, al momento, es un caso sencillo”, acotó.