Hasta dónde llegan los beneficios medicinales del cannabis es una controversia que sigue sobre la mesa. Que fumar marihuana inevitablemente conlleva riesgos no está en duda, de acuerdo con la opinión de cuatro expertos que tocaron el tema.
Como parte del 2do Congreso Caribeño de Ciencias Naturopáticas, el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) organizó el pasado viernes un foro acerca de las ventajas y desventajas dentro de un marco médico-legal que representaría para la sociedad la medicalización del cannabis.
La psicoterapeuta mexicana Graciela Morán Villafuerte; el doctor Wilfredo Allen-Hilton, de Cuba; el naturópata Elmo Rodríguez Sosa; y el psiquiatra Arnaldo Cruz Igartúa, en representación del presidente del Colegio de Médicos-Cirujanos (CMCPR), Víctor Ramos, participaron del foro, que sirvió de complemento a la actividad que se había celebrado en la mañana, donde igualmente se discutió el tema de la medicalización del cannabis pero desde un punto de vista sociológico.
Cruz Igartúa comenzó señalando la importancia de distinguir entre la planta del cannabis y los cannabinoides, aquellos compuestos de la planta que activan los receptores cannabinoides en el cuerpo humano.
“Donde se ha mostrado algún beneficio [medicinal] es en los cannabinoides, no en el cannabis”, dijo el especialista en adicciones.
Cruz Igartúa igualmente aclaró que el cannabis no es una sustancia, sino que es una combinación de cerca de 500 sustancias, lo que “la hace muy difícil de estudiar” científicamente.
El doctor pasó entonces a enumerar los riesgos asociados al consumo de marihuana. Entre ellos citó un estudio que asegura que fumar un cigarrillo de marihuana diario es el equivalente de consumir 20 cigarrillos de tabaco, en lo que se refiere al riesgo de provocar algún tipo de cáncer.
Asimismo, Cruz Igartúa advirtió que, en general, los niveles de THC (Tetrahidrcannabinol, el principal ingrediente en la marihuana que se consume habitualmente) han aumentado 300% en los últimos 20 años.
“Así que estamos hablando de que cada vez la marihuana es más tóxica, más peligrosa”, apuntó el doctor.
No obstante, el presidente del Subcomité de Violencia y Adicciones del CMCPR, indicó que otros cannabinoides como el cannabidiol (CBD) ingeridos en dosis “preparadas” de forma oral pudieran ser un agente útil en el tratamiento de ciertos trastornos neurológicos.
“[En el CMCPR] no estamos a favor ni en contra de legalizar nada. Estamos a favor de que se dé prevención y tratamiento, que es lo que no hay. Y estamos a favor de que el CBD se liberalice más”, manifestó Cruz Igartúa.
Al igual que Cruz Igartúa, el naturópata Rodríguez Sosa distinguió entre los efectos que tiene el cannabis dependiendo de su “ruta de administración”.
“Es muy distinto si usted la fuma, porque llega en segundos a las neuronas, a si usted la utiliza oralmente”, mediante sprays, mencionó el director del ministerio de salud de la Asociación Puertorriqueña de Adventistas del Séptimo Día.
Entre los riesgos a los que se refirió por el uso de la marihuana, particularmente entre los jóvenes, estuvieron la disminución de la capacidad de memoria y aprendizaje, así como del coeficiente intelectual a partir de los 38 años.
El médico además hizo alusión a lugares en los que se ha reglamentado el consumo del cannabis con propósitos medicinales, tales como los estados de Florida y Michigan, donde, según él, han proliferado los puntos de venta no autorizados de cannabis.
“Se les ha salido de las manos [a los estados] el poder mantener adecuadamente controlada toda la situación que pensaban que podía reglamentarse”, observó Rodríguez Sosa.
Por su parte, la doctora Morán Villafuerte resaltó las propiedades terapéuticas del cannabis, al tiempo que sostuvo que el cannabis “no es droga, es una planta sagrada, mágico-espiritual de la región de México”.
“Hablar de cannabis es hablar de una planta medicinal que tiene efectos terapéuticos funcionales dependiendo del uso”, dijo, mientras comentaba lo contraindicado de consumirla de forma “quemada”.
Morán Villafuerte sí recomendó el uso de ungüentos, pomadas y parches, destacando los beneficios del uso vaginal y rectal de productos derivados del cannabis para tratar diversas condiciones como quistes, biomas, problemas de colon y disfunciones de la próstata.
Para la doctora, los gobiernos que prohíben los propósitos medicinales del cannabis están “coartando la libertad [de los pacientes] de elegir un tratamiento”.
Morán Villafuerte, asimismo, cuestionó qué podía ser peor para un paciente que por su condición se encuentra gravemente enfermo, a modo de crítica a aquellos que censuran el uso del cannabis por los posibles efectos secundarios que conlleva.
“La medicina se ha deshumanizado. [Quizás con el cannabis] no le vamos a quitar la enfermedad a un enfermo con VIH. Pero sí vamos a mejorar su estilo y condición de vida, respecto a disminuir el dolor, a disminuir la rigidez, a mejorar el apetito”, acotó.
De acuerdo con la psicoterapeuta, la clínica que dirige en México se enfoca en reducir las dosis de medicamentos alopáticos con las que llegan los pacientes, con el fin de que, en última instancia, puedan dejarlos a un lado por completo.
A preguntas del público presente en el anfiteatro del RCM, Morán Villafuerte estimó que hasta un 98% de los pacientes que su clínica trata con cannabis han reportado mejoras en sus condiciones de salud.
En tanto, el doctor Hilton-Allen justificó el estatus legal de la marihuana en Cuba, donde, al igual que el resto de las consideradas “drogas duras”, su consumo con cualquier propósito está terminantemente prohibido.
“Las drogas no son tan beneficiosas como nosotros pensamos. No estoy diciendo con eso que no se les pueda dar un uso medicinal. Yo puedo producir algo con fines medicinales pero no sé quién es el que la va a distribuir. Detrás [de los procesos] hay mucha gente esperando que se legalice para poder hacer con esa legalización lo que no sabemos”.
“No es posible que un país se dé el lujo de permitir algo que es tan dañino”, agregó Hilton-Allen.