Cuatro chicas conversan, ríen y se dan una cerveza muy a gusto. La diversión culmina cuando un joven se les acerca, en un intento de conversar con ellas. El chico les sonríe, bromea y hace preguntas personales. Las chicas no se muestran muy interesadas en él, por lo que le piden que se retire para continuar su plática sin su presencia. Como le ha sucedido a muchas personas, esa noche, el intento de flirteo del joven no obtuvo el resultado anticipado.
El coqueteo o flirteo se puede definir de diferentes formas y puede darse de distintas maneras. La forma apropiada en cómo se debe acercar a una persona a otra no es una fórmula estándar: lo que para una persona puede ser un piropo o un comentario halagador, para otra puede ser ofensivo o una falta de respeto.
Según el periodista y maestro en Comunicación, Víktor Rodríguez-Velázquez, quien defendió una tesis de maestría acerca del tema, el flirteo es un anglicismo que proviene de la palabra flirt. Sus modalidades lingüísticas varían: en España, por ejemplo, le llaman cancaneo, es decir, el rodear a un ente deseado con fines de atraerlo hacia uno, ya sea con la mirada o con el cuerpo.
“Todo acto de coqueteo tiene una base de seducción que, al final del día, es la búsqueda de seducir a alguien para hacer equis cosa”, puntualizó el periodista.
Por su parte, el profesor de la Universidad del Sagrado Corazón, el doctor Félix Jiménez, entiende que el flirteo es un prólogo, una invitación a otras cosas. Ambos investigadores coinciden en que el flirteo es una búsqueda.
Sin duda alguna, los modos de coquetear también han cambiado debido a los avances tecnológicos así como a los cambios sociopolíticos. Hace unos años, era normativa la misma narrativa: parejas que se conocieron mientras estudiaban o que quizás fueron presentados por medio de amistades. Hoy día, el flirteo se puede dar a través de otros canales.
Existen aplicaciones móviles que se utilizan específicamente para conocer personas y arreglas citas o hook ups, como Tinder y Grindr. Asimismo, redes sociales como Facebook y Twitter, y otras especializadas como Badoo, eHarmony y Match.com, se prestan para entablar conversaciones iniciales y hasta relaciones.
Según Jiménez, en el pasado, el flirteo se daba en persona y de forma más estructurada, y no era una acción mediada por la tecnología.
“El coqueteo se daba con más naturalidad y más espontaneidad porque no había otras maneras de comunicar esa emoción si no estabas frente a la persona. Ahora, el coqueteo se sugiere de muchas formas y de muchas maneras, no solamente con una palabra o una mirada en una discoteca o en un club sino también a través de los mensajes”, afirmó Jiménez.
A la hora de flirtear, no es novedad que cuando un hombre se acerca a una mujer, muchas veces ésta se siente incómoda porque el hombre es demasiado directo. El profesor Jiménez explicó que, históricamente, la mujer se dedicaba a la seducción, a sugerir algo. El hombre, por su parte, era más directo porque se dedicaba a la conquista.
Ahora, estas categorías han cambiado porque, según mencionó Jiménez, hoy día todo el mundo seduce y conquista, tanto los hombres como las mujeres.
El flirteo entre hombres gay
En la seducción siempre hay un ente pasivo y un ente activo. Según Rodríguez, cuando la interacción es entre dos hombres, hay más lucha, más reto.
“Ambos van a tener la competencia de quién va a tomar la iniciativa”, indicó.
Por otra parte, Rodríguez explicó a Diálogo que en su investigación etnográfica en discotecas gay del Puerto Rico “hubo de todo”, desde procesos de seducción cuasi románticos tipo película (en los que un hombre se tocaba su órgano y se pasaba la lengua por los labios) hasta una invitación a un trago y una conversación.
De acuerdo con Rodríguez, hay dinámicas que demuestran que la persona solo está buscando satisfacer una necesidad física y otras denotan un interés en formalizar una relación; cada cual va acorde a ciertos tipos de códigos.
“Si uno quiere una relación seria, no va a mirar al otro y agarrarse el pene. Estaría llevando un mensaje erróneo”, afirmó el periodista. Es por esto que a la hora del flirteo es clave ser claro en la proyección de la intención.
El tema del flirteo es uno que siempre estará sobre la mesa. Todas las dinámicas interpersonales, de una forma u otra, influyen en la formación de nosotros como seres sociales. Es complicado predecir si las dinámicas de seducción continuarán cambiando al pasar los años, pero lo que sí podemos afirmar es que, tanto entre homosexuales como entre heterosexuales, la pasión, el deseo y la atracción siempre van a existir y se van a manifestar de múltiples maneras.