Ya lo dijo Tego Calderón: “si quieren tirarle a alguien, tírenme a mí”.
Con la prensa atosigándole el fracaso histórico del gobierno del Estado Libre Asociado (ELA) en el mantenimiento de la infraestructura de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), misma dejadez que propició el apagón más bestial de los pasados 35 años, el gobernador Alejandro García Padilla no pudo más y explotó como turbina exhausta en la planta Aguirre.
“Si le hace falta una raya más al tigre… si nos vamos a poner a adjudicar culpas a alguien… échenme la culpa a mí, yo la cojo, yo soy culpable”, expresó García Padilla durante la conferencia de prensa del jueves al mediodía, a 20 horas de que el servicio de la AEE colapsara aparatosamente en el peor apagón que ha visto Puerto Rico en más de tres décadas y media.
Fue como si quisiera salir de eso para entonces dialogar sobre el proceso de restablecimiento, que al fin y al cabo no estuvo muy claro. Es más, fue una ironía que sirvió para empezar a hablar de las verdaderas razones para esta debacle en la AEE. Pareció aceptar, en nombre de los gobiernos del Estado Libre Asociado y el federal que lo subordina, la culpa o el regaño del pueblo puertorriqueño ante este grave asunto.
El primer ejecutivo del archipiélago borincano indicó que “tenemos un sistema que, como saben, es producto de la politización. La AEE siempre se ha tratado como balón político, y en el pasado, en vez de usar sus fondos” y las ayudas federales “para mantenimiento”, se utilizaron para otros asuntos.
“La AEE se politizó”
Durante las administraciones pasadas “de ambos partidos, la AEE se politizó”, dijo García Padilla. La AEE ha sido “la joya de la corona” para el Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democrático (PPD), utilizada “para ubicar recaudadores y avanzadores [de los partidos], para poner allí a los que trabajaron en las campañas”. Ha sido, dijo, “la alcancía de los partidos”.
“En vez de dirigirse con técnicos”, como en este cuatrienio, “con Javier Quintana”, García Padilla acentuó que esta dependencia siempre se ha dirigido “desde Fortaleza”.
Recordó “ejemplos de este problema, como Vía Verde, donde se gastaron más de $100 millones”, bajo la administración de Luis Fortuño, entre 2009 y 2013, un proyecto de gas natural que finalmente quedó en nada tras ser detenido por una lucha ambientalista de pueblo que dio jaque mate al desarrollo de la punta de lanza del mismo, el Gasoducto del Noroeste.
García Padilla dijo que este apagón es muestra de que la reestructuración de la AEE debe ser prioridad sobre el pago a los bonistas. El gobernador aprovechó para ponerle la bola en la cancha al juez del Tribunal Federal, Francisco Besosa, que en la mañana del jueves comenzaría ver el caso para determinar si el gobierno de Puerto Rico tendría que separar una cuantiosa parte de su presupuesto para el pago de las deudas a los bonistas, a pesar de que la corporación ya ha declarado que no puede pagar.
Besosa empezó ayer a escuchar las posturas para luego interponer si la suspensión automática de los litigios que establece, según la ley federal de Supervisión, Gerencia y Estabilización Económica para Puerto Rico (PROMESA), aplican o no en las demandas presentadas por varias firmas de inversión, bonistas en su carácter individual y aseguradoras de bonos municipales.
Y como el mundo es así de pequeño, el primero en deponer se suponía que fuese el bufete Adusar, Muñiz, Goyco, Seda & Pérez-Ochoa, en representación de la aseguradora de bonos National Public Finance Guarantee Corporation. Resulta que Besosa fue socio fundador de ese mismo bufete, que anteriormente llevaba el nombre de Adsuar, Muñiz, Goyco & Besosa. National Public Finance Guarantee Corporation es la aseguradora de alrededor de $3,800 millones de bonos del gobierno, según reseñó el portal especializado en economía, Sin Comillas.
“Este es el mejor ejemplo para entender que la reestructuración de la AEE va sobre cualquier pago de la deuda. El juez Besosa lo sabe”, dijo García Padilla.
“No voy a prejuzgar el caso”
Sobre el desastre de Aguirre, el mandatario puntualizó que los inspectores de incendio, tanto a nivel local como a nivel federal, le han dicho que “nada indica que haya sabotaje, ni mano criminal. La palabra que me han dicho es accidente”.
“Ayer quise limpiar el aire y hoy lo repito. No voy a prejuzgar el caso”, apuntó al mediodía del jueves en la conferencia de prensa que ofreció en Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD).
Como bien han sentido y saben los habitantes del archipiélago de Puerto Rico, a eso de las 2:30 de la tarde del miércoles, una explosión y un voraz incendio en la planta generadora de Aguirre, en Salinas, dejó sin energía eléctrica a casi toda la población mediante un efecto en cadena que atrofió la mayoría de las generadoras del país.
Según le dijera a la prensa el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER) Ángel Figueroa Jaramillo, este es “el peor apagón de Puerto Rico en al menos 30 años”. La debacle del miércoles dejó sin luz a 1.475 millones de clientes de la AEE y sin agua a unos 250,000 abonados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), todos de sopetón.
El último apagón masivo así, sin ser causado por algún desastre natural, fue en 1980, cuando un error de un funcionario produjo un corto circuito en la generadora de Costa Sur, en Guayanilla, en ruta a dejar al país entero sin luz. El evento propició a que el entonces gobernador Carlos Romero Barceló le pidiera la renuncia al director de lo que fue la Autoridad de Fuentes Fluviales, Alberto Bruno.
A pesar de que no pudo precisar tiempo exacto pues “esto es un problema muy grande”, el ingeniero Javier Quintana, que según las declaraciones de García Padilla, aún goza del favor de la actual administración como director ejecutivo, indicó que esperaban devolverle el servicio a la mitad de los abonados el jueves y el viernes completar toda la recuperación.
García Padilla hasta resaltó que la propia UTIER “lo ha denunciado durante décadas”. Quizás ahí debió ser cuidadoso. Como cuestión de hecho, la propia UTIER incluyó al gobierno de García Padilla en una denuncia que realizaron a finales de julio pasado cuando Figueroa Jaramillo, indicó que “los apagones, prolongados o breves, continuarán siendo la orden del día”.
Donahue y “la eventual privatización”
“Así lo admitió el propio director ejecutivo de la AEE, Javier Quintana. Pero la verdadera causa es el desmantelamiento intencional y paulatino al que está llevando el propio gobierno a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) con sus políticas de austeridad para la eventual privatización”, expresó Figueroa Jaramillo, tras advertir que esos apagones son parte de “una secuela de acciones ejecutadas por la alta gerencia de esa corporación pública, encaminada a privatizar por áreas esa empresa que pertenece al pueblo”.
Otra crítica reciente al trabajo de la administración de García Padilla con la AEE, la realizó ante Diálogo el doctor Arturo Massol, director de Casa Pueblo y profesor del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Massol recordó que la entrada de Lisa Donahue como oficial en jefe de reestructuración de la AEE durante este cuatrienio trajo de la mano la contratación de la empresa alemana de ingeniería Siemens para realizar estudios y diseñar un plan de generación y distribución de combustible.
Un reportaje de la pasada semana en El Nuevo Día reseña que la labor de Donahue y su compañía AlixPartners International ha sido una desordenada y, en este momento, va lejos de rendir frutos. Según el artículo, el contrato entre la AEE y Alix Partners International firmado en septiembre de 2014 totalizaba en inicio $8.9 millones, pero ha sido renovado y extendido en cinco ocasiones, para un total en estos momentos de $43.6 millones.
Se supone que el acuerdo acabe el 15 de diciembre de este año, y 15 días antes de esto, Alix Partners International deberá someter a la Junta de Gobierno de la AEE un “plan ordenado” de salida, primer informe que harían público en estos dos años.
Curiosamente, la propia Donahue, que ya le ha facturado más de $40 millones a la administración actual del PPD, coincidió con García Padilla el año pasado, cuando dijo que acciones de la política partidista son las razones para la debacle. Esta conclusión surgió en un compendio del plan de recuperación que su firma propuso, donde el enfoque es hacia el pago a los acreedores
“La influencia política ha evitado el desarrollo e implantación de planes a largo plazo. La falta de enfoque en las mejores prácticas de la industria, la limitada estrategia para enfrentar los retos operacionales y financieros. La inestabilidad de los miembros de la junta y los directores ejecutivos debido a los ciclos electorales han complicado los planes a largo plazo que requieren para proyectos claves de infraestructura, que le hubieran dado a la AEE diversidad en el uso de combustible y cumplimiento con las leyes ambientales”, indica textualmente parte del compendio del plan, según reseñó entonces la agencia Cybernews.
Ese resumen del plan de recuperación fue publicado en la página de Internet de la corporación pública y reseñado por distintos medios pero no incluyó en aquel entonces los términos económicos, que eran “objeto de discusión confidencial”. De más está decir el malestar que esta “confidencialidad” causó en distintos sectores, entre ellos la Asociación de Industriales.
Bueno, pero nada como la ira que en estos momentos demuestra el pueblo de Puerto Rico en las redes sociales tras el apagón masivo del jueves. La cosa se ha puesto tan incómoda que hasta desde las propias oficinas de la AEE han hecho un reclamo para que la gente no insulte por Twitter a sus oficiales.
Es que, después de hacer una fila inmensa para comprar hielo, dormir con un calor infernal y tener que vaciar la nevera para que no se dañen los alimentos cualquiera se desahoga. Quizás los altos funcionarios de la AEE, Donahue, el propio García Padilla, el juez Besosa, y los líderes de los pasados 30 años del Estado Libre Asociado deben entender eso. No habrá electricidad, pero el pueblo está que prende de medio maniguetazo.
Mira la conferencia de prensa del mediodía del jueves, donde García Padilla dice “échenme la culpa”:
Vea también:
Estado de emergencia e incertidumbre ante debacle AEE
Memorias de una noche en el subdesarrollo