El furor estudiantil que se ha levantado en los últimos días respecto al pago de la Beca Pell en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) se debe, en esencia, a la estricta vigilancia que desde octubre de 2015 mantiene el Departamento de Educación de Estados Unidos sobre el Sistema UPR con relación al desembolso de ayudas federales, que ahora están sujetas a que se evidencie la asistencia del estudiante al inicio, mitad y fin de semestre.
Así lo explicó a Diálogo Gloria Díaz Urbina, decana de Asuntos Estudiantiles del campus riopedrense, quien aclaró que todos los recipientes de la Beca Pell la recibirán. El pago, sin embargo, podría ocurrir por partes y dependerá de tres elementos: la carga académica del estudiante, su asistencia continua a clases y que el profesor reporte dicha asistencia en el nuevo portal Next.
La situación se resume así: este pasado martes se desembolsó el sobrante de la Beca Pell en la unidad. Algunos estudiantes lo recibieron completo, mientras que otros recibieron una cantidad menor. En ese último caso, la situación respondió a que los afectados tienen registrada una asistencia a clases menor de 12 créditos, que es el mínimo indicativo de progreso académico.
“Si el estudiante tiene 12 créditos matriculados [cuatro clases] y un profesor lo marcó ausente en una clase en el portal Next, aun cuando esté yendo, aparecerá que tiene nueve créditos porque para efectos del sistema ha asistido a tres clases. En ese caso, el estudiante tendrá la beca completa, pero recibirá menos cantidad en el desembolso hecho el martes”, especificó Díaz Urbina.
La cantidad restante, agregó, se realizará en un pago de nómina especial el 18 de noviembre, cuando se supone que ya todos los profesores hayan registrado la asistencia en el sistema. Esto, por supuesto, si el estudiante asiste consistentemente a clases.
El asunto afecta a los estudiantes subgraduados con una matrícula de cuatro clases (12 créditos), pues si un estudiante con cinco clases (15 créditos) tiene registrado que solo ha asistido a cuatro clases (independientemente de que esté asistiendo a todas), en el sistema aparecerá con 12 créditos y para todos los efectos tiene progreso académico.
“Cada caso es bien independiente, pero el que se tiene que preocupar es el de 12 créditos, porque tiene que asegurarse que sus cuatro profesores le registraron la asistencia”, añadió la decana.
Estricta directriz federal para el desembolso de ayudas económicas
La exigencia de evidenciar la asistencia como requisito para el pago de la Beca Pell está enmarcada en la revisión a nivel nacional –es decir, de los estados y territorios estadounidenses– emprendido por el Departamento de Educación federal en todas las instituciones públicas y privadas que otorgan ayudas económicas.
En el caso del Recinto de Río Piedras, Díaz Urbina detalló que se realizó una auditoría a finales de octubre de 2015 de los años fiscales 2013-2014 y 2014-2015 de todos los estudiantes que recibieron algún tipo de ayuda federal. La auditoría, en algunos casos, reflejó un manejo irrestricto del desembolso de la beca, donde estudiantes que nunca fueron a clases recibieron el dinero completo.
“Un señalamiento fue que antes el estudiante se aparecía en dos clases y ya se le daba la beca completa. Ahora el gobierno federal está requiriendo evidencia de que el estudiante estuvo presente en el curso al inicio, en el midterm y al final”, apuntó la decana.
Actualmente, el recinto está revisando, caso por caso, los estudiantes de esos pasados dos años para constatar cuántos abandonaron cursos, tienen incompletos o bajas con ausencias, y cuantificar la cantidad de dinero a devolverse al gobierno federal. Ese estudiante se convertirá en deudor de la UPR, menos en el caso de las bajas donde el estudiante completó el 60% de asistencia a la clase, que para el estándar federal se mide si el estudiante recibió o no la nota de midterm.
Como parte de la auditoría, Río Piedras opera con una licencia de dos años para administrar eficientemente el desembolso de becas.
“Los estudiantes tienen que ir a las clases que se matriculan porque están siendo pagadas con fondos federales. Si no, el profesor lo reportará ausente y a usted se le quita parte de la beca”, abundó Díaz Urbina.
La reducción por clase en la Beca Pell es poco más de $700.
Afectados los pagos de la beca legislativa
Aunque tener una carga menor de 12 créditos –es decir, incumplir con el progreso académico– no tiene implicaciones mayores sobre la Beca Pell, si el estudiante puede demostrar que asiste con regularidad a clases, otras ayudas, como la beca legislativa, sí se podrían ver afectadas.
De hecho, todavía no se ha calculado cuántos estudiantes del recinto vieron reducida o aplazada la partida de la ayuda federal que recibieron el martes luego de que varios profesores no reportaran la asistencia estudiantil en 336 secciones en la fecha límite, el pasado 7 de septiembre. Tampoco se ha cuantificado cuántos no recibieron la beca legislativa.
El número se desconoce porque la contabilización no se da por las 336 secciones, sino por becarios. Dicho de otro modo, a medida que los alumnos visiten la Oficina de Asistencia Económica para verificar si tuvieron problemas con la beca, se sabrá el número de perjudicados.
“Como el sistema está abierto, los profesores pueden reportar la asistencia después de la fecha límite y la Beca Pell se puede pagar. El problema es la beca legislativa, que se pierde si el profesor no marcó presente, aun cuando el estudiante haya cumplido con ir a clases”, elaboró Díaz Urbina.
Aquí entra en juego el asunto –cuestionable– de que algunos profesores no reportasen la asistencia de clases en la fecha límite, y las implicaciones que esta acción tuvo sobre los estudiantes que dejaron recibir la beca legislativa.
Además de los profesores que han verbalizado los problemas al utilizar el portal Next, quedan cerca de 60 docentes que no han reportado la asistencia de sus estudiantes.
“Es grave que los profesores no hayan entregado esas listas. Entiendo que hubo algunos que simplemente tenían problemas con el sistema. No sé cuál sea la razón, si es que la hay, pero peor es que a muchos profesores se les dio la oportunidad para que sometieran la lista después de la fecha límite, y todavía no lo ha hecho”, subrayó Carolyn Guzmán Agosto, procuradora estudiantil del Recinto de Río Piedras.
Por su parte, Wilmarí De Jesús Álvarez, presidenta del Consejo General de Estudiantes, expuso que el Decanato de Asuntos Estudiantiles llamó a los profesores para que estos colocaran la asistencia.
“A ellos se les contacta por correo electrónico y se les notifica que tienen alrededor de una semana y media para colocar las asistencias, que es parte de su labor como docentes. También se les explica que los estudiantes se verían afectados económicamente cuando no colocan la asistencia”, mencionó la estudiante.
En tanto, la rectora interina de la unidad, María de los Ángeles Castro Arroyo, informó en la última reunión del Senado Académico el pasado jueves, 15 de septiembre, que los profesores que incumplieron no podrán recibir fondos para viajes.
La medida, empero, ha recibido críticas del estudiantado por entender que no afecta sustancialmente a los profesores.
“No todos los profesores viajan, así que no todos los profesores que cometieron esa imprudencia, por decirlo de una manera, se ven afectados por esto. Entendemos que debemos movernos a tomar otras medidas para que se penalice al profesor, porque el estudiante ciertamente está siendo perjudicado”, expresó De Jesús Álvarez.
Guzmán Agosto señaló que sí es posible que se impongan sanciones mayores a los profesores, pero que ese análisis recae en última instancia en la Oficina de Asesoría Jurídica.