Aferrados a las incalculables aportaciones al frente de la Tuna de la Universidad de Puerto Rico (UPR) durante los pasados 45 años, el Senado Académico del Recinto de Río Piedras sometió la Junta de Gobierno de la UPR que se considere la otorgación de una doctorado Honoris Causa a Gregorio Acevedo González, mejor conocido como “Don Goyo”.
Según la Certificación Núm. 29 de 2016-2017, la petición fue aprobada por mayoría absoluta.
Firmada por la secretaria del Senado Académico, Claribel Cabán Sosa, y certificada por la rectora interina del Recinto de Río Piedras, María de los Ángeles Castro Arroyo, la certificación incluye una semblanza que resalta la historia y el legado que Acevedo González ha dado a la institución.
En el escrito, se hace mención del desarrollo personal y profesional del también maestro de esgrima oriundo de Ponce, de donde salió en 1959 para ingresar a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP).
Posteriormente, en la institución obtuvo su bachillerato en Administración de Empresas, con el que, indicó en una entrevista previa con Diálogo, podría sacar a su familia de la pobreza.
En el deporte, inició formando parte del primer equipo de judo de la UPRRP, bajo la dirección del Sargento Parsi (ROTC), el maestro Masuyuki Takajama y el maestro Otto Britto.
No obstante, a mediados de los años 1960 y bajo la tutela del profesor Jean Lessieux, Don Goyo se lanzó al programa de esgrima del recinto. Como esgrimista, explica la semblanza, perteneció al equipo nacional, con el que obtuvo los títulos de campeón de florete en dos ocasiones, cuatro veces campeón de sable y una vez campeón nacional de espada.
Ya para 1965, Don Goyo se mueve a estudiar en Francia, luego de obtener una beca para estudiar en la Escuela de Maestros de Esgrima de París.
“No ajeno al Puerto Rico de los conflictos internacionales que aquejaban una sociedad global inmersa en una guerra de temperaturas gélidas, aunque muy activas, Goyo interrumpió sus estudios para cumplir con el servicios militar”, explica la semblanza. Por esa razón, fue llevado a Texas, Estados Unidos, para recibir entrenamiento básico. En ese marco, fue enviado a luchar en Vietnam a finales de la década de 1960.
Una vida dedicada a la Tuna
Si bien Don Goyo guarda pilares en el deporte de la esgrima, la mayor parte de la comunidad universitaria lo reconoce por sus invaluables aportaciones con la Tuna de la UPR. Esta Tuna universitaria fue establecida en 1961 por la priofesora Norma Urrutia de Campo y fue puesta en manos del maestro Francisco López Cruz.
Con excepción de sus estudios en Europa y su paso militar, Don Goyo siempre estuvo activo en este grupo universitario hasta 1970 cuando terminó su paso como estudiante en la universidad. Sin embargo, la historia documenta que para 1972, la Tuna de la UPR languidecía, por lo que se convocó a Don Goyo para que dirigiera este colectivo.
Cincuenta y cinco años han pasado en los que el maestro ha permanecido junto a la Tuna de la UPR en la cosecha de innumerables logros y remembranzas. De ese periodo, los últimos 45 años ha sido director de la agrupación, en lo que desarrolló el baile de la capa, el baile de la bandera y fue responsable de llevar el baile de pandereta a niveles competitivos.
Según el escrito, en 2005, y a la edad de 73 años, Don Goyo obtuvo el primer premio de pandereta en La Serena, Chile, siendo uno de los tunos de mayor edad en ganar un premio de este calibre.
La certificación del Senado Académico fue aprobada en la reunión ordinaria del cuerpo el pasado 25 de octubre y ahora pasa ante la evaluación de la Junta de Gobierno de la UPR.