Centenares de universitarios, artistas, comerciantes, educadores, abogados y otros sectores del pueblo llegaron ayer -día de elecciones- hasta las afueras del Capitolio para marchar contra la Junta de Control Fiscal, designada por el Congreso estadounidense para tomar las riendas de gobernanza de Puerto Rico.
La manifestación convocada por la Jornada “Se Acabaron las Promesas” y sus portavoces Gabriel Díaz Rivera, Scott Barbés Caminero, Jocelyn Velázquez Rodríguez y Pluma Bárbara, comenzó luego de la hora estipulada -3:01 p.m.- debido a las lluvias que dominaron el día.
No obstante, a pesar del gris que nubló la tarde, las varias alertas de inundaciones, un cielo partido en dos y falsas promesas de cese al agua, hubo marcha.
Al filo de las 5:00 p.m. el colectivo de teatro Papel Machete arribó al espacio con dos cabezudos enormes: un burgués y un obrero. Elaboraron los personajes desde hace años, explicó Juan Ruiz, miembro del grupo, sin imaginar que con el pasar del tiempo los utilizarían para protestar contra el establecimiento de un organismo que representa quizá la misma opresión para el país que el sistema capitalista que asfixia la isla, según denunciaron distintos líderes del movimiento durante la jornada.
“Lo que no tiene efecto en Puerto Rico es seguir votando por partidos capitalistas y coloniales. Esa fórmula genera pobreza y explotación. No ha funcionado. Sí han funcionado las movilizaciones sociales que han unido al pueblo en un solo bloque de resistencia ”, apuntó Barbés Caminero.
Mientras tanto, los más de 300 manifestantes caminaron hacia el Puente Dos Hermanos con pancartas, consignas de protesta en los labios y en el cuerpo, puños alzados y banderas puertorriqueñas –algunas de triángulo azul cielo, otras de rayas blancas y negras-. Oscuras también fueron las camisas de la mayoría de los presentes, una forma de llevar en sus hombros luto, o más bien resistencia, según explicaron los portavoces de la actividad.
El día continuó grisáceo. No hubo lluvia, sino aguacero. Aun así, prosiguió el movimiento, encabezado por una hilera de cuerpos ubicados cual escudos. Tras ellos, un extendido retazo de tela horizontal leyó: “ Se acabaron las promesas”. Agarrándolo, lo mismo hubo cuerpos de cabellos ennegrecidos que canosos. Según bordearon el tramo, el mar de lado quedó bravío, quizá tan agitado como las entonaciones que esporádicamente adquirieron acentos de mayor intensidad.
Empero, la marcha transcurrió organizada, sin incidentes. Antes de partir, de hecho, los organizadores del evento explicaron las pautas a seguir para poder ejercer su derecho a manifestarse. Los presentes accedieron, marcharon.
El único momento de tensión ocurrió al llegar al Puente Dos Hermanos, estructura sobre la cual culminaría la protesta. Al arribar a la curva final previa a su destino final, los manifestantes se toparon con miembros y patrullas de la Policía de Puerto Rico obstaculizando su paso. La masa de andantes se detuvo, cantó y esperó. Aun desde la pausa, continuaron las voces de protesta en movimiento.
Mientras, representantes del cuerpo organizador se reunieron con los policías, y tras minutos de conversación y negociación, según indicó Barbés Caminero, se acordó permitirles avanzar hasta un punto de la estructura, casi a la mitad. Así la negociación, la multitud avanzó.
Esta vez, el mar les acompañó calmo, no tan calmo como la indignación que aún caída la noche continuó determinando las consignas. En un recoveco varios jóvenes con telas alrededor del rostro incendiaron una bandera estadounidense. Horas antes, justo frente al Capitolio, cuando cayó una bandera similar en la carretera, los carros le transitaron por encima.
Aun así, si hubiera que describir la atmósfera de la manifestación en una palabra, para nada sería violenta. Hay formas del coraje que llegan en gestas, mas no determinan las atmósferas en las que se fraguan. Y acá, hubo protesta y denuncia, pero también una extraña forma de la calma, quizá esa que llega cuando se fragua un país en colectivo.
Se espera que para noviembre la Junta de Control Fiscal se reúna por primera vez en Puerto Rico para encontrarse con el nuevo gobernador y discutir sobre el plan fiscal para la isla. Ante dicha llegada, la Jornada se prepara para convocar una nueva serie de protestas, aseguraron sus portavoces.
“La Promesa existe porque existe la colonia. Sino, no existiera. El llamado es a que sigamos organizándonos. Este es el único espacio que ha logrado ubicar en un mismo espacio sectores de la izquierda puertorriqueña. Ya Puerto Rico no tiene otra salida que no sea la descolonización”, aseguró, por su parte, Barbés Caminero.
Al culminar la protesta, el cantante Vladi Rap y Poetas en Marcha entonaron consignas junto a los presentes. Al mismo tiempo, muchos de los participantes revisaron las pantallas de sus teléfonos celulares para conocer los resultados de la contienda electoral del país. Supieron entonces que Ricardo Rosselló, del Partido Nuevo Progresista, ganó la gobernación del país. El cielo permaneció gris.
Aquí más imágenes de la manifestación por el lente de Ricardo Alcaraz: