Amanda es una joven estudiante de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP), que se preocupa por el ambiente. En su tiempo libre ofrece talleres y charlas que invitan a reducir la cantidad de basura que producimos. Recientemente, visitó su establecimiento ecosustentable favorito y se percató de que los recipientes de las bebidas que allí se venden son de cartón. Esto despertó su curiosidad e inmediatamente se dirigió a las neveras para leer las etiquetas de los envases.
“Boxed Water is Better” fue el slogan que más le llamó la atención a Amanda, pues en Puerto Rico desde hace varios años se han hecho esfuerzos por reducir el uso de botellas plásticas. Sin embargo, nació en ella una preocupación genuina.
¿Es realmente mejor comprar el agua en caja?
Boxed Water es una empresa de agua sostenible que, a su vez, desarrolla un proyecto artístico y filantrópico. Su misión es crear un producto simple, estético y sustentable que resulte en el menor impacto ambiental posible.
Sus productos salieron al mercado en marzo del 2009 y están disponibles en más de 6,000 tiendas alrededor del mundo. Parte las ganancias que genera la entidad a raíz de sus ventas llega a manos de proyectos humanitarios y ecológicos.
Según la página web de la compañía Boxed Water, el 85% de los recipientes está compuesto de cartón, por lo tanto, emiten menos cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera que las botellas plásticas. La materia prima utilizada para crear los recipientes de cartón proviene de bosques que se mantienen sanos yestables, ya que por cada árbol que se corta se siembra otro.
Además, han sido certificados por el Forest Stewardship Council (FSC), un consejo que se encarga de regular la deforestación que acelera la degradación ambiental. A través de distintos programas, el FSC incentiva a las comunidades a crear planes de uso que fomenten la biodiversidad y la productividad de los bosques respetando los procesos de la naturaleza.
Estos productos son biodegradables y pueden ser reusados o reciclados.
Sin embargo, el problema de la basura no se resuelve si los recipientes no se llevan a un centro de reciclaje. Además, debido al proceso de elaboración, los productos que vienen estos envases son más costosos que las botellas plásticas.
Amira Obed, directora de la campaña publicitaria “No más botellas” de la UPR-RP, explica que, “aunque tener el agua en estas cajas sea menos dañino al medio ambiente, comoquiera tiene un efecto en las comunidades”. Según Obed, muchas compañías entran a las comunidades a extraer el agua prácticamente gratis y obtienen miles de dólares en ganancias. Además, las comunidades se ven afectadas porque estas no pueden usar los acuíferos.
“No más botellas” comenzó en el 2010 como una investigación en el Departamento de Ciencias Naturales de la UPR-RP. Su objetivo es reducir la basura a través de la educación ambiental en el recinto riopedrense.
Su voz militante llegó hasta el Senado Académico, este evalúa un plan que añadiría a la IUPI dentro de la lista de universidades de los Estados Unidos que han eliminado o reducido drásticamente el uso de botellas plásticas. Según Amira Obed, el proyecto cuenta con el apoyo de Rectoría y el de muchas otras personas. De ser aprobado, la UPR-RP sería la primera universidad de Latinoamérica y el Caribe en pertenecer a esta lista.
Como primer paso hacia esta meta, el pasado mes de agosto se le regaló una botella reusable con el logo de la Universidad a todos los estudiantes de nuevo ingreso que asistieron a la actividad de bienvenida al semestre. Obed explicó que el agua de las fuentes está apta para ser ingerida, ya que es filtrada y, por lo tanto, utilizar este tipo de botellas es la alternativa más apropiada para reducir el desperdicio de la basura.
Preocupada la Legislatura por la basura
Anualmente en Puerto Rico se generan 4 millones de toneladas de basura. Mientras tanto, se cierran vertederos y se paralizan programas como el de Basura Cero a causa de la crisis fiscal que atraviesa la Autoridad de Desperdicios Sólidos.
Alarmados por esta realidad, los representantes Víctor “Cacho” Vasallo Anadón y José L. Báez Rivera radicaron el pasado 29 de septiembre la “Ley de impulso al reciclaje de nutrientes”.
Esta iniciativa surge para motivar a los consumidores a reciclar y reducir la basura que producen. Además, busca mantener los lugares públicos limpios y aptos para el disfrute de todos. De ser aprobado el Proyecto 2141 de la Cámara de Representantes, se cobrará a los consumidores una tarifa fija de 5 centavos por cada envase plástico, de aluminio o vidrio que compren. El envase, de 4 a 128 onzas, deberá estar rotulado o estampado con el costo de la tarifa.
Este costo será reembolsado al devolver el recipiente en un Centro de Redención Certificado que bien podría ser un lugar independiente, un supermercado, organizaciones sin fines de lucro o una reverse vending machine. Estas máquinas escanean electrónicamente las barras codificadoras de los recipientes, los clasifican y emiten el reembolso en forma de un crédito redimible o en dinero en efectivo.
Muchos países alrededor del mundo ya cuentan con sistemas y leyes de depósito-reembolso o impuestos y tasas sobre los envases de bebidas no reciclables. En Estados Unidos California, Connecticut, Hawái, Iowa, Massachusetts, Maine, Nueva York, Oregón y Vermont ya cuentan con este proyecto y han reducido significativamente su producción de basura.
Amanda está preocupada por la situación ambiental del planeta Tierra. Ya no hay espacio para la basura. Suben los niveles del mar, el calentamiento global se vuelve más amenazante y nieva donde nunca antes había nevado. Sin embargo, está segura de que Puerto Rico puede aportar su granito de arena para atender las súplicas del medio ambiente.