“Once recintos, una Universidad”. Aunque la afirmación ha servido para denunciar los problemas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), para recordarnos que más allá del recinto donde estudiamos vive gente (o estudiantes) y, sobre todo, para reunir el reclamo estudiantil en una sola voz proponente de soluciones, la realidad es que cada unidad del sistema universitario enfrenta dificultades domésticas muy distintas.
En un intento por dar a conocer los esfuerzos de los estudiantes en los once recintos de la UPR, Diálogo realizó una serie de entrevistas a los presidentes de los Consejos Generales de Estudiantes para apalabrar el quehacer estudiantil local que mayormente pasa desapercibido, inclusive por miembros de la comunidad universitaria donde se desarrollan.
El lema “El Consejo somos todos” sirve como axioma representativo de la aspiración del Consejo General de Estudiantes de la Universidad de Puerto Rico en Bayamón (CGE-B): establecer una comunicación directa con el estudiante que lo incite a participar en la solución de los problemas de que enfrenta el recinto.
Diálogo conversó con Francis Figueroa Cosme, presidenta del CGE-B, y tres miembros adicionales, quienes delimitaron el plan de trabajo, las soluciones a los problemas que enfrentan, la importancia de la comunicación con el estudiantado y la meta más importante que tienen para el año académico en curso.
Mayor seguridad más áreas de estudio y mejores condiciones estructurales
Para Figueroa Cosme, estudiante de cuarto año en Contabilidad, la disponibilidad de áreas de estudio para los estudiantes, la garantía de una mayor seguridad y la pobre condición de los edificios e instalaciones deportivas son algunas de las áreas que requieren principal atención en el recinto bayamonés.
Aun cuando el CGE-B ha tratado de establecer un área de estudio que tenga un horario extendido más allá de 8:00 a.m a 10:00 p.m., el problema de la seguridad, que se ha caracterizado mayormente por asaltos, representa un obstáculo.
“Entendemos que hay estudiantes que hacen uso de las instalaciones del Recinto fuera de ese horario, pero no encuentran los espacios porque han surgido situaciones, como los problemas de seguridad, que no ha permitido que se utilicen”, declaró Figueroa Cosme.
A lo anterior se suma los problemas de infraestructura del Recinto, que se construyó hace 40 años con edificios de carácter temporero.
“Todavía continuamos usando esos edificios, que contienen liqueos, asbesto, algunos tienen hongos y demás situaciones que hacen que la infraestructura sea pobre”, expuso la estudiante.
Marie Mar Martínez, estudiante de quinto año en Educación y vicepresidenta del Consejo, añadió que el problema de la infraestructura se extiende a las áreas deportivas, como la cancha, el gimnasio y la pista atlética.
Trabajo mano a mano con la Administración
En relación a la seguridad, Figueroa Cosme explicó que el CGE-B ha elaborado una propuesta preliminar sobre el protocolo de acceso al Recinto. Esta, que se presentará a la administración, busca permitir el ingreso de los estudiantes las 24 horas y que se mantenga un registro de personas que entran al Recinto pero que son ajenas a la comunidad universitaria.
Agregó que han mantenido comunicación con la Oficina de Seguridad para identificar verjas rotas, coordinar el cierre de portones a la hora establecida y aumentar el número de rondas preventivas.
Respecto al aumento en los espacios de estudio, Figueroa Cosme destacó que el CGE-B está proponiendo la oficina donde se reúnen para que los estudiantes la utilicen en horario extendido.
La estudiante reconoció que al momento el presupuesto del Recinto para mejorar la infraestructura es limitado, por lo que han concentrado los reclamos en mejoras a los espacios deportivos.
Figueroa Cosme indicó que hay miembros del CGE-B que son atletas, que se han encargado de desarrollar propuestas sobre cómo pueden mejorar la condición de la pista, porque hay cursos que no se han podido ofrecer por el pobre estado en que se encuentran.
Información como base para la participación
La prioridad el CGE-B en crear comités de comunicación directa con el estudiantado va atada a la preocupación que tienen sobre la relación entre la falta de información y la poca participación estudiantil.
“Nuestro enfoque es que el estudiante sepa lo que está pasado en tiempo real, no que se entere luego”, expresó Annette Rosa, estudiante de cuarto año en Biología y Secretaria de Actas del cuerpo estudiantil.
Para lograr esto, mencionó que se han propuesto, a través del Comité de Promociones y el Comité de Boletín, mejorar el flujo de información hacia el estudiantado, distribuyendo y colocando boletines en los edificios del Recinto.
Figueroa Cosme dijo que al momento los esfuerzos han rendido frutos; los estudiantes se han acercado más al Consejo, le han escrito y le preguntan en los salones sobre la situación del Recinto.
Comunicación en arroz y habichuelas
Según Juan Carlos Villalobos, estudiante de sexto año en Biología y representante ante la Junta Administrativa, la meta fundamental de CGE-B es lograr la participación activa de los estudiantes en la toma de decisiones del cuerpo.
“Queremos integrarnos más a la comunidad estudiantil y decirle en arroz y habichuelas lo que está pasando en el Recinto en todo lo que les concierne, en lo administrativo, en lo académico y en lo atlético. Queremos que ellos estén tan al tanto de las cosas que suceden como nosotros, para que entonces ellos también puedan ayudar y brindar ideas que quizás a algunos miembros no se nos ocurre o no nos pasa por la mente”, concluyó Villalobos.