En la víspera de las elecciones congresionales en Estados Unidos, todo parece indicar que el camino está despejado para que el Partido Republicano alcance la mayoría en el Senado y mantenga su dominio en la Cámara, lo que dificultará los dos años que le restan al presidente Barack Obama y a la política pública que intente influenciar junto a los legisladores del Partido Demócrata en el Congreso.
Mañana, los estadounidenses votarán por 36 senadores y 436 representantes que conformarán el 114 Congreso de los Estados Unidos. Además, habrá elecciones para elegir un gobernador en 36 estados.
A continuación, Diálogo examinará más a fondo cómo cambiaría el panorama en el Congreso, según se desprende de las últimas encuestas.
Antes y después de las elecciones en el Senado
Para ostentar la mayoría en el Senado, un partido debe controlar 51 de los 100 escaños. Al momento, el cuerpo legislativo está controlado por los demócratas, quienes tienen 53 sillas contra las 45 de los republicanos. Además, hay dos senadores independientes que por lo general han hecho campaña junto a los demócratas, por lo que pueden presumir de tener 55 escaños en total.
Partiendo de esta descripción, ¿cómo cambiará la composición del Senado luego de las elecciones?
En primer lugar, cada dos años, un tercio del Senado va a elección. En esta ocasión, 36 estados participan de la contienda electoral, incluyendo tres que son elecciones especiales (dos senadores se retiran y otro falleció). Esto deja a 64 senadores incumbentes, que se dividen en 32 demócratas, 30 republicanos y dos independientes.
Ahora bien, de las 36 carreras, el portal especializado Politico prevé que los republicanos ganarán seguramente 14 estados y los demócratas, siete. Cabe señalar que Montana y West Virginia, antes demócratas, pasarán a manos de los republicanos.
Quedan 15 estados, de los cuales tres tienen una alta probabilidad de ser republicanos y cuatro de ser demócratas. Aquí, nuevamente, los demócratas pierden dos estados: Arkansas y South Dakota.
Restan ocho estados. Tres que son demócratas (Alaska, Colorado y Iowa) se inclinan a ser republicanos, y dos (New Hampshire y North Carolina) a mantenerse demócratas.
Sin tomar en cuenta Georgia, Kansas y Lousiana, y sumando las elecciones que se han detallado anteriormente, los republicanos tendrían 50 escaños senatoriales, versus 45 de los demócratas, a los cuales se les podría añadir los dos senadores independientes, para un total de 47 escaños.
Según el portal de estadísticas FiveThirtyEight, Louisiana pasará de demócrata a republicano, mientras que Georgia se mantendrá republicano. En Kansas, probablemente la contienda senatorial más reñida, los republicanos perderían ese estado, ganado por un senador independiente.
En resumen, los republicanos alcanzarían la mayoría con 52 sillas, mientras que los demócratas tendrían 45 sillas, más los tres candidatos independientes, aunque esto no garantiza que hagan campaña juntos. Los demócratas perderían ocho escaños, mientras que los republicanos, solo uno.
Antes y después de las elecciones en la Cámara
A diferencia del Senado, donde un tercio del cuerpo va a elección cada dos años, la Cámara de Representantes cambia en su totalidad cada dos años. Mientras que los senadores permanecen en sus puestos por seis años, los representantes solo lo hacen por dos.
Para tener la mayoría en la Cámara, un partido debe controlar 218 escaños de los 436 (se incluye al Distrito de Columbia). Al momento, el Partido Republicano controla 234 sillas y el Partido Demócrata, 199. Además, hay dos vacantes.
¿Cómo se espera que cambie esa distribución una vez culmine el proceso eleccionario del martes?
Al parecer, los republicanos mantendrán la mayoría, con 243 puestos, contrario a los 193 que se prevé alcanzarán los demócratas. Los demócratas cederían 11 escaños, mientras que los republicanos solo perderían tres.
Las elecciones en los estados
Un tercio de los estados va a elección cada cuatro años. Por la jerarquía y control que ejerce sobre la ejecución de la política pública de la nación, las elecciones del Congreso suelen desplazar a las de los estados en importancia y cobertura mediática.
De los 36 estados involucrados en el proceso electoral, seis contiendas están empatadas. De los restantes 30 estados, se espera que 18 terminen en manos de los republicanos y 12 en manos de los demócratas.