“La UPR lo que hace es endeudar el país…”
— Una doña en la fila del supermercado, en Luquillo
¿Sabía usted que la sociedad puertorriqueña recibe un beneficio de 20 centavos por cada dólar invertido en los y las estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR)? ¿Que de 2010 a 2015 el gasto total del principal centro docente académico-superior de Borinquen generó alrededor de 68,400 empleos en toda la economía nacional? Si no lo sabía, preste atención.
Según el borrador del Plan Fiscal UPR —circulado entre la comunidad universitaria y entregado al gobierno de Puerto Rico el miércoles de la semana pasada— de cada 100 empleos generados en la UPR se crean 164 en el resto de la economía borincana.
Asimismo, el documento —firmado por la expresidenta interina de la institución, Celeste Freytes, y que especifica posibles recortes multimillonarios al presupuesto de la institución— expone también que de cada millón de dólares que la UPR inyecta a la economía local se generan unos $560 mil en el resto de la economía. Igualmente, se dice que el gasto total del Sistema UPR en el periodo de 2010 a 2015 tiene el efecto de generar $7,824.9 millones en ingresos salariales en la isla.
En esa línea, se asegura además, que un millón de dólares generados en salarios por la UPR, produce, aproximadamente, $1.5 millones en el resto del sistema económico. Un ejemplo importante de la contribución y el impacto social de la UPR en Puerto Rico se refleja, por ejemplo, en el hecho de que entre el 2014 y el 2015 sobre 200 mil personas recibieron servicios en el Centro Médico, a través de las clínicas externas y otros ofrecimientos.
Sobre el mito de la acreditación
Por otra parte, de acuerdo con el borrador, todas las unidades de la UPR están acreditadas por la Middle States Commission on Higher Education, desde 1946. Esto, más allá de la licencia que otorga el Consejo de Educación de Puerto Rico (CEPR) para operar como Institución de Educación Superior en territorio nacional.
A su vez, se presenta en el documento que la universidad cuenta con la acreditación requerida de más de 40 programas y que, igual, ofrece más de 500 cursos que integran prácticas o internados en 30 disciplinas distintas.
En el informe preliminar, la expresidenta interina aprovechó para detallar algunas de las acreditaciones principales de la UPR. Entre los programas acreditados en la universidad del pueblo se encuentran todos aquellos dirigidos a la preparación de maestros, los cuales están acreditados por el National Council for Accreditation of Teacher Education (NCATE).
También en esa lista, el programa de Maestría en Planificación, único en Puerto Rico y el Caribe con acreditación académica y profesional certificada por el Planning Accreditation Board de Estados Unidos [constituido por la Association of Collegiate Schools of Planning y el American Institute of Certified Planners].
En ese sentido, se añade a su vez que el Recinto de Río Piedras de la UPR (UPRRP) es la única institución de educación superior en Puerto Rico con clasificación de High Level Doctoral/Research University, ofrecido por la Carnegie Foundation for the Advancement of Teaching. Igual, se expone que el recinto riopedrense es una de las 335 instituciones académico-superiores en Estados Unidos que ostenta tal clasificación.
De otro lado, el borrador contiene que, al igual que la UPRRP, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) cuentan con importantes clasificaciones otorgadas por la Carnegie Foundation.
De igual forma, se asegura que tanto UPR en Aguadilla, UPR en Arecibo, UPR en Bayamón, UPR en Carolina, UPR en Cayey, UPR en Humacao, UPR en Ponce y UPR en Utuado cuentan con la clasificación Baccalaureate – Diverse Fields, que ofrece la mencionada fundación acreditadora. Esta clasificación quiere decir que estas unidades académico-superiores están autorizadas únicamente a ofrecer grados hasta bachillerato.
Las clasificaciones que ofrece la Carnegie Foundation responden a la consideración de la actividad académica de las instituciones universitarias, así como al perfil de las comunidades que las conforman. Al presente, según estipulado en la primera parte de lo que eventualmente será el informe final sobre la condición fiscal de la UPR, la universidad del Estado ofrece más de 500 cursos que integran prácticas o internados en 30 diferentes disciplinas.
La UPR cuenta con un total de 695 ofrecimientos académicos activos, de los cuales 453 programas académicos son conducentes a grado y más de 90 son únicos en Puerto Rico.
La doctora Freytes sostuvo en el borrador que “el compromiso institucional también incorpora el avalúo y mantenimiento de la calidad y acceso a recursos esenciales para la educación y la producción de conocimientos, tales como bibliotecas, museos y espacios para la práctica y desarrollo de destrezas”. A tales efectos añadió que todas las bibliotecas del Sistema UPR cuentan con acreditación de la Association of College and Research Libraries y puntualizó que el Museo de Historia, Antropología y Arte, así como los centros preescolares del Jardín Botánico Sur y la UPRRP están debidamente acreditados.
En respuesta al documento circulado, la comunidad estudiantil ha manifestado un repudio constante a la intención de intervenir, de la manera que se ha presentado, con la oferta académica y los servicios que ofrecen las 11 unidades que componen la UPR. Entre sus denuncias, los estudiantes han dicho que la universidad no puede ser sacrificada para salvaguardar intereses económicos relacionados a la deuda nacional, de al menos $70 mil millones.
“La universidad de Puerto Rico ya le ha dado demasiado al gobierno. Esta deuda no es de los más de 60 mil estudiantes de este sistema educativo, no le pertenece a la educación pública, no le pertenece al pueblo. Los culpables tienen que responder y el gobierno tiene que acogerse al llamado de los jóvenes, que le exigimos que trabaje para beneficio de la gente y no para los bolsillos de los grandes intereses”, dijo a Diálogo Fernando García, estudiante de la UPRRP, durante la masiva manifestación la semana pasada en el Capitolio y La Fortaleza.
“Que sepan que si se derrumba la universidad, se derrumba el país. Que lo sepan. Este momento no es para otra cosa que para defender al país del poder destructor de una cultura política en la que la educación no ha sido entendida, de una vez y por todas, como un derecho ciudadano, como una inversión de nacional y no como pretenden los ricos, como un gasto, como un bien que adquiere el que puede”, sentenció el estudiante de cuarto año y perteneciente a la Facultad de Ciencias Sociales.
Finalmente, cabe destacar que, según detalló Freytes, la UPR se encuentra en el tercer año de la aplicación de la Ley 66 de 2014, proyecto que enmendó la Ley 2 de 1966 y estableció una asignación gubernamental fija de cerca de $833.9 millones por tres años fiscales, a base del cómputo de la fórmula realizado para el año fiscal 2013-2014 y el cual se completa es te año fiscal 2016-2017.
Si bien el panorama luce más que incierto para la UPR, lo cierto es que hasta la fecha, la principal institución académica de Borinquen continúa siendo un motor socio-económico imprescindible que, con sus múltiples debilidades, sigue aportando sobremanera al fortalecimiento de una sociedad que busca trascender la crisis.