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La Feria Internacional del Libro de Guadalajara ha sido durante toda la semana un hervidero de literatura, cine, y foros de todo tipo. Justo dos horas antes de que el historiador francés Roger Chartier nos proponga una disección, con lectura dramatizada incluida, de Hamlet hablamos con Aurora Lauzardo de la faceta menos conocida de Julio Cortázar, la de traductor y de su titánica traducción de la Obra en prosa de Edgar Allan Poe que La Editorial Universidad de Puerto Rico acaba de reeditar.
Aurora Lauzardo: Cortázar era un perseguidor de dobles, él escribía mucho sobre el doble y en el había un doble: el Cortázar escritor y el traductor. Y Cortázar, antes de ser el escritor extraordinario que fue, fue traductor. De hecho a medida que va haciendo traducciones empiezan a salir sus cuentos. Primero traduce el Robinson Crusoe, luego traduce Memorias de una enana, El hombre que sabía demasiado de Chesterton, mientras publica Casa tomada y el cuento de Bestiario.
Él trabajaba como traductor profesional para la UNESCO, trabajaba para la Comisión de Energía Atómica y en 1953 Francisco Ayala, que era director de la Editorial de la Universidad de Puerto Rico, le ofrece traducir al español las Obras en prosa de Edgar Allan Poe y él se muda a Roma con su esposa, que era también traductora, y trabajó en la traducción de Poe desde septiembre de 1953 hasta junio de 1954. Eso son 303 días incluyendo sábados y domingos, son 1661 páginas de texto traducido a 450 palabras la página… ¡Es un trabajo ímprobo, es un esfuerzo monumental! Él tenía que traducir sábados domingos y feriados a razón de cinco páginas… ¡de Poe, por día a maquinilla, con ficheros y diccionarios! El texto se publicó en el 1956 y después de entregar el texto de Poe tradujo las Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar, esa fue su última gran traducción literaria después de ahí el escritor sobrepasó al traductor.
A.L. El ejercicio de la traducción es también un ejercicio de reescritura cuando uno lee una traducción o un traductor se enfrenta a un texto lo que está haciendo en realidad es reescribir ese texto en su lengua, en la lengua meta en la que quiere traducir y ese sentido todas las decisiones de escoger una palabra por otra, todas esas decisiones que tiene que tomar un traductor tiene que ver con la interpretación, el traductor tiene que captar debe recoger esa esencia del texto y el estilo del texto. Hay palabras que tiene distintos matices y cuando escoges la palabra y vas a traducirla tienes que escoger esos matices. En los cuentos de Edgar Allan Poe por ejemplo muchos de los nombres significan cosas, entonces esa decisión del traductor de decir, bueno normalmente los nombres propios no se traducen, pero cuando un nombre propio tiene un significado y es un nombre propio también, entonces cómo escoges esas palabras para traducirlo y transmitir que ese nombre tiene un significado.
A.L. Mira lo que le dijo Cortázar en una entrevista: “Cuando uno traduce es decir cuando no tiene la responsabilidad del contenido del original, su problema no son las ideas del autor porque el ya las puso allí lo que uno tiene que hacer es trasladarles y entonces, los valores formales y los valores rítmicos que están sintiendo latir en el original pasan a un primer plano, su responsabilidad es trasladarlos con las diferencias que haya de un idioma a otro”. Para Cortázar es muy importante el ritmo y en el caso de Poe, tu sabes que su poesía es puro ritmo, piensa en el poema de “El cuervo”, piensa en el poema de “Leonor”. La prosa de Poe es muy poética y es muy rítmica y yo me imagino el trabajo que tuvo que pasar Cortázar para poder trasladar ese ritmo.
A.L. Ha habido estudios sobre los errores de la traducción de Cortázar. Por ejemplo cuando se refiere a las patas de una silla la nombra de una manera que no podía ser porque ese no era el estilo, o un escudo en que aparece una serpiente y en verdad debería haber aparecido las fauces en vez de las garras. Hay una serie de errores de traducción pero hay algo en la traducción de Cortázar que capta la esencia de Poe, él capta ese espíritu y ese ritmo.
A.L. No cabe duda de que Cortázar se enamoró de la obra de Poe y es interesante porque él se enamoró de esa obra a través de Mallarmé que también traduce al francés el texto de Poe. Cortázar trabaja mucho con la traducción de Mallarmé cuando está haciendo la suya de Poe. En Cortázar hay una fascinación por este hombre (Poe), que crea este universo tan maravilloso. Yo no dudo que Poe haya influido mucho en la literatura de Cortázar, los dos son cuentistas, cultivan el mismo género, tienen una misma idea de lo que es el texto, del ritmo del cuento, de su extensión.