Con el propósito de reducir un 10% del consumo energético del gobierno de Puerto Rico, el Primer Ejecutivo, Luis Fortuño hizo públicas las Guías sobre Medidas para la Conservación Energética en las Agencias del Gobierno. Las guías -preparadas por la Administración de Asuntos Energéticos (“AAE”)- son el resultado de la Orden Ejecutiva que firmó el Gobernador en febrero obligando el establecimiento de medidas y directrices que reduzcan el consumo energético del gobierno en un 10%. “Estamos en un estado de emergencia fiscal, así que todos tenemos que poner de nuestra parte para lograr la mayor cantidad de ahorros posibles en la operación del gobierno. Pero más aún, estas guías de conservación y ahorro de energía son reflejo de nuestro compromiso con la conservación del ambiente y el mejor uso de todos nuestros recursos, incluyendo la energía”, señaló el Gobernador. El Gobernador explicó que el ahorro a lograrse mediante esta iniciativa puede ser sustancial. Indicó a manera de ejemplo que el gasto en consumo energético de apenas cinco agencias—Educación, Corrección, Familia, Transportación y Trabajo—durante el último año ascendió a $106.7 millones, por lo que un ahorro de 10% representaría casi $11 millones al año. El monitoreo del cumplimiento de las Guías será responsabilidad de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Todas las agencias y corporaciones públicas tendrán 60 días para entregar a la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) y a la Administración de Asuntos Energéticos (AEE) un Plan de Reducción de Consumo Energético a corto, mediano y largo plazo. La elaboración y cumplimiento de dicho plan será responsabilidad de un Oficial de Energía asignado para ese propósito por cada jefe de agencia. Los jefes de agencia también serán responsables de comunicar y educar a sus empleados, mediante talleres y cursos especiales sobre el plan de conservación y eficiencia energética. En general, las guías a corto plazo se basan en ajustes y mejoras a los sistemas existentes de energía de los edificios públicos y medidas adicionales que requieren de la participación de empleados. Entre las medidas a corto plazo delineadas en las guías están la instalación de sistemas de iluminación eficientes, controles que mejoren la calidad de la luz, reemplazo de bombillas incandescentes por fluorescentes, reducción de la cantidad de luces encendidas en áreas comunes, e instalación de interruptores de tiempo o sensores de proximidad, entre otros. Además, se asegurará que todas las luces se apaguen al final de la jornada regular de trabajo especialmente el viernes, antes del fin de semana. De igual manera, se orientará al personal a encender las luces lo más cerca posible a la hora de comienzo de trabajo. En el caso de sistemas de acondicionamiento de aire sin control automático, se verificará que éstos se apaguen al final de la jornada regular de trabajo y se mantendrán a una temperatura recomendada de 72 a 74 grados Fahrenheit, sin afectar la operación normal de las oficinas. Todas las máquinas de la oficina—incluyendo fotocopiadoras, equipo de laminado, computadoras, cafeteras, máquinas de franqueo, entre otras—serán apagadas por el personal administrativo al finalizar su jornada diaria, excluyendo equipos esenciales para la operación de la oficina, tales como servidores de red. También se activarán numerosas medidas para asegurar que la flota de vehículos del gobierno esté en condiciones óptimas para mejorar el rendimiento de gasolina en término de millas por galón. Entre las medidas a mediano y largo plazo se incluyen auditorías energéticas que permitirán identificar áreas en las que se puedan lograr aún más ahorros. Además, se implementarán prácticas de Energy Savings Performance Contracting (“ESPC”), que permitan al Gobierno ahorrar energía y dinero mediante la instalación de tecnologías energéticamente eficientes cuyo financiamiento se facilita a partir de los ahorros energéticos a lograrse. En el caso de la Universidad de Puerto Rico (UPR) desde el 2008 se inició un plan para la reducción del consumo energético.